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Draco despertó en un lugar desconocido, miro alrededor notando que estaba en una habitación extraña.

Miró su brazo izquierdo y éste tenía algo blanco y duro que lo inmovilizaba.

Se levantó sintiendo que todo su cuerpo crujía ¿Eso era posible?

Estaba por ir hacia la puerta cuando tropezó con algo... o más bien alguien.

Miró al suelo y allí estaba Harry dormido sobre un colchón.

Ok, él necesitaba explicaciones. Volvió a patear a Potter, sin fuerza, haciendo que éste se sobresalte y lo apunte con su varita, la cual bajó al notar que era Draco.

—Ohh por Merlín, Malfoy, todavía ni salió el sol—Murmuro Harry adormilado volviendo a recostarse, hasta que se percató de algo y volvió a saltar— Ohh por Merlín ¡Estás despierto!.

Harry se acercó a Draco y lo abrazó con cuidado de no lastimarlo. El rubio sorprendido no supo que hacer.

—Ehh, Potter, espacio —Murmuró avergonzado.

—Claro, si, lo siento, la emoción —Respondió con sus mejillas sonrosadas mientras se separaba— Ven, vamos a desayunar, debes tener muchas preguntas.

El rubio solo asintió y siguio a Harry.

Mientras desayunaban, Harry le explicó a Draco que eso blanco y duro de su brazo era un yeso, ya que en San Mungo no quisieron atenderlo y terminaron llendo a un hospital muggle, que sus amigos se harían cargo de la falta de profesionalidad de los medimagos.

También le explicó que por una clase de milagro no tenía costillas rotas, o algún otro hueso. Solo algunas que otras puntadas. En su estómago sí, tenía un gran corte, pero no debía preocuparse ya que le enseñaron a curarlo y en algunos días le sacarían las puntadas. (Luego paso demasiado tiempo explicándole que eran puntadas)

Le dijo que estaban en una casita a las afueras de un pueblo muggle, que era su casita. Y que su madre, la señora Malfoy, estaba hospedada en La Madriguera.

Y que su Mansión... pues que estaba en reparación.

—Quiero ver a mi madre—Murmuró levantándose y ayudando a Harry a levantar la mesa.

—Ahora podemos ir si quieres, deja que busco los polvos flu— Harry lo miró unos segundos, luego negó y fue por el tarro con dichos polvos. Minutos después ambos estaban en la Madriguera.

Entraron al comedor, donde todos estaban desayunando.

—Madre...—Susurró Draco llamando la atención de Narcissa y los demás.

—Hijo...—La mujer se paró y fue hasta su hijo para abrazarlo protectoramente y decirle lo feliz que estaba de que haya despertado al fin.

Cuando se soltaron, Draco vio que todos lo miraban de arriba a abajo tratando de contener la risa.

—Hey Malfoy...—Dijo Fred

—Lindo traje—Terminó George

Draco miró su ropa y con horror descubrió que estaba descalzo, que su pantalón de pijama era rojo y tenía una remera (extremadamente grande para él) de Gryffindor.

Se giró hacia Harry, quien reía a carcajadas,y le dedicó su mejor mirada de luego-hablamos-de-esto.

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Para su sorpresa todos los Weasley aceptaron que él se quede allí por ese día, también les pidió disculpas por sus acciones a lo que ellos solo lo abrazaron y preguntaron como se sentía.

Estuvo ahí todo el día, y por más asombroso que resulte la paso bien, más que bien en realidad.

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A la noche volvieron a la casa de Harry.

—Hey Potter,  mañana me acompañas a Gringotts. Te pagaré la mitad de los gastos.

—No es molestia Dra-Malfoy, ehh, esta bien—Murmuró Harry al ver que Draco no iba a dar brazo a torcer— Uhmm, si quieres bañarte, te puedo ayudar... uhm, debes tener cuidado de no mojar el yeso, ni las costuras—continuó hablando mirando sus zapatos que de pronto parecían lo más interesante allí.

—O simplemente les aplico un hechizo para evitar que se mojen—Explicó Draco con una ceja levantada.

—Sí eso va a ser más efectivo—Murmuró Harry sonrojado.

—A menos que... quieras verme desnudo Potter—Susurró Draco acercándose a Harry mientras sonreía de lado.

—¡¿Qué?! ¡No! Por Merlín —Harry se apartó y comenzó a subir las escaleras— Te voy a buscar algo de ropa que te puede andar.

Draco reía ante la reacción del ojiverde, mientras iba al baño. Comenzó a desvestirse lentamente viendo las cicatrices que Harry le había mencionado, y sí, allí en su estómago estaba la gran cicatriz perpendicular, era horrorosa, y contrastaba con las viejas cicatrices, resultado del sectusempra que había recibido de Potter.

Conjuró los hechizos para evitar mojar sus heridas y con dificultad se baño, secó y cambió con la extraña ropa que le dio Harry.

Cuando bajó a la cocina vio que Harry estaba cocinando mientras tarareaba una canción muggle.

—¿De quién es ésta ropa? Supongo que tuya no, porque a mí me queda enorme— Preguntó Draco acercándose a Harry, quién lo miro y se rasco la nuca avergonzado.

—Eh, es de mi primo, y aunque te parezca raro, ahora es mía — Malfoy frunció el ceño al escucharlo— Mañana te voy a llevar a comprar ropa.

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Ya habían terminado de cenar, miraron una película, Harry se reía de Draco y sus expresiones al ver las "mini personitas" dentro del televisor.

Ambos iban a acostarse cuando Harry recordó que tenía que curar a Draco.

—¿Duele?— Preguntó el rubio cuando vio que Potter quitaba suavemente la venda de su estómago y mojaba un algodón en alcohol fino.

—Sí, muchísimo — Explicó Harry seriamente. Cuando fue a desinfectar la herida Draco chilló y le apartó la mano— ¡Malfoy! Deja que te cure, no duele, no seas dramático.

Cuando terminó le explicó que ya no hacía falta vendarlo de nuevo.

—Que descanses Malfoy—Murmuró Harry y se acostó en el suelo al lado de la cama en la que estaba el rubio.

Cuando se durmió y empezó a soltar leves ronquidos Draco sonrió y le deseo las buenas noches también.

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Holi! Si, Fred está vivo 🖐😭

Ok, me está gustando y a ustedes?

El derrumbe de la mansión Malfoy Where stories live. Discover now