El derrumbe de la mansión Malfoy

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—Vaya Harry, se nota que Malfoy te ayudo con la decoración — Comentaba Ron mientras miraba la remodelación de la casa de los chicos.

Luego de una semana de trabajo Muggle y ayuda de magia habían terminado, todo combinaba y era cómodo, colores pasteles y toques de magia. Era hogareño y juvenil.

—¡Oye! Yo también ayudé— Renegó Harry, mientras reía y los llevaba a la habitación.

Cuando entraron y vieron las dos camas, los amigos de ambos chicos se miraron por un momento.

—Aquí hay dos camas.

—Vaya Pansy, no sabía que podías contar.

—¿Por qué duermen en la misma habitación, si hay dos habitaciones?— Preguntó Pansy. Todos miraron a los chicos esperando la respuesta. Harry quedó en blanco, no sabía que decir, le humillaba la verdadera razón.

—Está es la única que tiene chimenea, y por si no te diste cuenta hace bastante frío estos días. A parte ¿algún problema?— Explicó Draco tranquilo, rogando por que sus amigos no se dieran cuenta de que tienen magia, y pueden hacer un simple hechizo de calentamiento.

—No,no, ni un problema.

Dijeron a unísono los demás, mientras seguían el "tour" por la casa.

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Din, don, dan, campanas encantadas entonaban villancicos muggles en la madriguera.

Todo estaba decorado acorde a la ocasión, y todos vestían sus característicos suéteres de la señora Weasley.

Incluso Draco, quien se sorprendió al ser invitado, y recibir ese lindo detalle de parte de Molly.

Narcissa también estaba, y reía junto a los gemelos por alguna de sus bromas.

Harry miraba a la mujer, entre sorprendido y cariñoso, él siempre había creído que ella era muy seria y recta, pero no, allí estaba riendo junto a los gemelos por una broma que le habían echo a Draco, usaba también un suéter con la "N", pero no perdía su elegante porte.

Draco vio que Harry los miraba sonriendo, y se acercó a él refunfuñando.

—Lindo look— Murmuró el ojiverde mirando el cabello de Draco, que casualmente ahora era rojo.— ¿Cómo se te ocurrió teñirte?— Preguntó maliciosamente, tratando de no reír.

—Resulta, que Teddy, quería que yo cambiara el color de mi cabello como él, y estaba tratando de explicarle que no puedo, cuando los gemelos me tiraron ese hechizo. Hasta mamá se está riendo.— Explicó el rubio, que ahora tiene el pelo rojo, cruzándose de brazos. Harry comenzó a reír.

Teddy tenía un año, y resulta que quiere que otras personas cambien de color su pelo como él, y los gemelos lo usan de carnada para sus bromas. Está vez fue el turno de Draco.

Bueno, no solo de él. Porque mientras Harry reía, no notó que los gemelos se le acercaban sigilosamente, no lo notó hasta que escuchó el hechizo, y descubrió que todos reían mientras lo miraban.

Corrió a verse a un espejo, y si eso era lo que temía, ahora él tenía el cabello verde.

—Que lindo, ahora tienen el cabello a juego, cada uno lleva el color de la casa del  contrario— Murmuró Luna sonriendo a los chicos.

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Esa navidad es inolvidable, luego de la guerra, la paz reinando (solo para los "afortunados") la familia junta. En su gran mayoría.

Todos riendo y gastándose bromas, olvidando que habían sido enemigos, o rivales, solo eran unas cuantas personas disfrutando el momento, dejando atrás todo el mal y oscuridad.