S E I S

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Poché no tuvo noticias de Calle al día siguiente.

El lunes en el trabajo, Poché seguía mirando disimuladamente, por encima del hombro, a la puerta. Se acercaba la hora del almuerzo y esperaba que Calle se detuviera.

- Sabes, al menos podrías intentar ser menos obvia - susurró Fran, acercando su silla al escritorio de Poché, quien volvía a mirar hacia la puerta, saltó y se dio la vuelta en su silla. Le dirigió a Fran una mirada inocente, fingiendo no saber de qué estaba hablando. - Oh, vamos Poché, no has quitado los ojos de la puerta desde que abrimos - dijo, rodando los ojos. - No estarás esperando que cierta CEO se detenga, ¿verdad? - Preguntó inocentemente.

~¿Cómo sabes acerca de Calle?~ Ella respondió mientras sus mejillas se ponían rosadas.

Fran se rio - ¿Aparte del hecho de que ella ha estado aquí cada dos días durante las últimas tres semanas? Vale me lo dijo - Poché suspiró, por supuesto que Valentina lo habría mencionado, especialmente porque Fran también trabajaba en la biblioteca.

~Fran, ¿Has estado cotilleando con mi hermana otra vez?~ Poché respondió, levantando las cejas.

- Bueno, quiero decir, no lo llamaría chisme, pero ella mencionó a Daniela en el bar la otra noche y podríamos haber ... sí, estábamos chismeando - Fran divagó, con una sonrisa tímida en su rostro. Poché puso los ojos en blanco, sonriéndole para mostrar que no le importaba.

Las cejas de Fran se arquearon, mirando algo detrás de Poché - Entrante - dijo, rodando su silla hacia su escritorio. Poché le dio a Fran una mirada perpleja, antes de girar su silla para ver a Calle entrar.

- Poché, hola - Calle dijo en voz baja, no queriendo molestar a las otras personas en la biblioteca. Arrojó algunos de los libros que llevaba en la ranura de devolución antes de dirigirse al mostrador.

- Entonces, pensé que sería mejor venir a verte en lugar de enviarte mensajes de texto para ponernos de acuerdo con las bebidas -dijo Calle, inclinándose sobre el mostrador. Llevaba un vestido que mostraba sus clavículas y otros lugares... Poché trató de no mirar hacia abajo, sintiendo sus mejillas sonrojarse mientras le sonreía a Calle. Podía ver a Fran mirando a ambas por el rabillo del ojo.

"Estoy libre cualquier noche de esta semana, ¿qué día es bueno para ti?"

Escribió Poché en una hoja de papel. Calle inclinó la cabeza y miró al techo mientras pensaba. Poché contempló la extensión de la garganta de Calle, su mirada se movió hacia la línea afilada de su mandíbula, y luego más arriba hacia los labios de Calle que estaban presionados. Poché bajó la vista rápidamente hacia el trozo de papel en sus manos, tratando de ocultar su cara sonrojada.

-¿Cómo te suena el viernes por la noche?- Preguntó Calle, ajena a los pensamientos extraviados de Poché. La chica asintió y escribió una respuesta.

"Suena genial, ¿tienes algo en mente?"

- Hay un bar en la calle 31 que me muero por visitar, he oído que es realmente bueno- sugirió la CEO, esperando la respuesta de la bibliotecaria. Esta última volvió a asentir, sonriéndole a la castaña.

- Perfecto - le sonrió Calle a Poché - Voy a buscar algunos libros nuevos, ¿Alguna sugerencia?

Poché levantó el papel nuevamente, con Harry Potter escrito debajo de su última respuesta. Calle se rio en voz baja - ¿Harry Potter? ¿Qué no son para niños?

Poché le dirigió a Calle una mirada de burla, escribiendo rápidamente otra respuesta.

"¡Harry Potter es para todos! No puedo creer que no los hayas leído antes"

Calle levantó las manos en un gesto defensivo, - Está bien, está bien, Harry Potter, volveré en un segundo - Poché la observó alejarse en busca de los libros. El sonido de alguien aclarándose la garganta hizo que Poché saltara.

Se giró para mirar a Fran. - Harry Potter. ¿De Verdad? - le susurró a la más bajita. Ella se encogió de hombros, con la cara enrojecida. - Realmente estás loca por ella - se rio Fran, haciendo que la cara de Poché se pusiera aún más roja. Ella fingió ignorarlo.

Calle regresó con tres libros sostenidos cerca de su pecho. - Aquí vamos, tres libros de Harry Potter - anunció Calle mientras plantaba los libros en el mostrador - Y me gustaría revisar estos libros de ASL nuevamente - dijo, deslizando hacia adelante los dos libros que no había regresado.

Después de que Poché escaneó todos los libros, se despidieron, ambas esperando que el viernes llegara rápidamente.

(ASL: Lenguaje de Señas Americano)

*****

Esa noche, Valentina invitó a Poché a su apartamento a comer comida china con ella y Julieta. Poché recogió la comida en el camino y se dirigió a la casa de Vale.

Estaban a medio camino de su comida, con Poché acaparando su atención en los potstickers, cuando su teléfono vibró. Lo encendió y encontró un mensaje de texto de Calle.

[Me equivoqué, no puedo creer que haya vivido toda mi vida sin leer estos libros.]

Poché sonrió a su pantalla, su teléfono volvió a sonar cuando llegó otro mensaje.

[Por cierto, el bar en la calle 31 se llama The Pen, ¿Nos vemos allí a las 7?]

Poché le respondió el mensaje confirmando, mirando hacia arriba mientras volvía a dejar el teléfono. Valentina y Julieta tenían los palillos levantados hasta la mitad de la boca, ambas con las cejas levantadas.

-¿Qué te tiene toda nerviosa, Garzón? - Preguntó Julieta, con una sonrisa maliciosa en su rostro - ¿O debería decir quién? - Poché se puso rojo brillante, recogiendo otro potsticker para poder mantener sus manos ocupadas.

~Simplemente estoy haciendo planes para pasar el rato con un amigo~ volvió a articular después de que terminó de comer.

-Un amigo ¿eh? - Alex preguntó - Claramente no es Fran, Alejo y Valeria no están en la ciudad, entonces ¿qué otro amigo es este?

Poché dejó escapar un profundo suspiro, claramente sabían que estaba enviando mensajes a Calle.

~Calle y yo vamos a tomar algo el viernes, después del trabajo ~ Poché les informó, articulando lentamente para que Julieta pudiera seguir el ritmo.

-¿Bebidas? - Valentina destacó.

-Te das cuenta de que es una cita, ¿verdad?- Julieta intervino.

Poché protestó, gesticulando ampliamente con las manos.
~No es una cita, es solo, no sé, sólo es ir por unos tragos~ respondió, sintiendo que sus mejillas se volvían rosadas mientras lo decía. Valentina y Julieta abandonaron el tema, queriendo no avergonzar a Poché.

-Aunque te gusta, ¿verdad? Solo estoy comprobando - preguntó su hermana con curiosidad. Poché asintió en respuesta. - ¿Te gusta cómo realmente gustarte? - Poché puso los ojos en blanco a los dos.

~Sí, me gusta, pero creo que ella necesita una amiga en este momento más que cualquier otra cosa~ Poché respondió, pensando en cómo la cara de Calle siempre se iluminaba cuando estaba cerca de Poché.

Poché sabía que haría cualquier cosa para seguir haciendo sonreír a Calle.

S E Ñ A S  [Caché] Where stories live. Discover now