S E Ñ A S [Caché]

S I E T E

El viernes después del trabajo, Poché regresó a su departamento y se cambió rápidamente, antes de dirigirse hacia la calle 31. Ya estaba oscuro cuando llegó a "The Pen". Se había ido temprano para asegurarse de no llegar tarde, pero cuando se acercó pudo ver el contorno de Calle, alumbrada por las luces del bar.

Poché saludó con la mano mientras se acercaba, una sonrisa tímida levantó las comisuras de sus labios. La cara de Calle se iluminó cuando dio un paso hacia Poché.

- Hola, llegaste temprano - la saludó Calle, moviéndose para darle un rápido abrazo y un suave beso en la mejilla. Poché parpadeó, ligeramente sorprendida por el afecto de Calle. Una sonrisa tonta iluminó su rostro, mientras sacaba su teléfono.

"Parece que me ganaste."

Calle se echó a reír - La costumbre de asegurarse de no llegar tarde a las reuniones de negocios - dijo rodando sus ojos. Hizo un gesto a Poché para que entrara primero, su otra mano se demoró suavemente en la espalda de Poché mientras la conducía al bar.

Era elegante, Poché podía darse cuenta de inmediato. Sintió pánico por dentro, tal vez esta era una cita, y si lo era, estaba muy poco preparada. Una mujer las saludó mientras entraban, y una vez que Calle le dio su nombre, los condujo a una cabina circular privada en la esquina.

Se sentaron en ángulo recto entre sí. No del todo opuesto, pero tampoco uno al lado del otro. Poché sintió que Calle la miraba mientras veía el menú de bebidas. Miró a Calle y señaló la carta de vinos. Calle se acercó, acomodando su cabello hacia atrás con sus largos dedos. Se decidieron por una botella de vino rosado.

Después de que el mesero dejara la botella y dos copas, Calle se volvió hacia Poché . Parecía que estaba debatiendo si decirle o no, un pequeño pliegue formándose entre sus cejas.

- Espero que no lo tomes a mal, pero te compré algo - comenzó Calle, sacando algo de su bolso. Era una pequeña pizarra y un marcador. - No quiero que pienses que creo que es un inconveniente tener que textees todo, pero pensé que esto podría ser más fácil hasta que mi lenguaje de señas mejore, estoy... - Calle continuó.

Poché puso una mano sobre el brazo de Calle, interrumpiendo sus divagaciones. Cogió el marcador y escribió algo.

"Es perfecto, gracias."

Rápidamente lo limpió con el borrador pegado al extremo del marcador. Le sonrió ampliamente a Calle, conmovida por su consideración.

Calle se movió incómoda, dudando antes de hablar. - No quiero entrometerme, pero naciste de esta manera, o... - se detuvo al final, esperando que Poché respondiera.

"Es causada por un trauma extremo. Tuve un accidente automovilístico con mis padres cuando tenía 12 años."

Poché lo sostuvo para Calle, antes de limpiarlo y continuar.

"Los vi morir, y no he podido hablar desde entonces. El médico dijo que se llama Mutismo selectivo, es una reacción de TEPT al trauma."

Calle se quedó sentada sin habla por un momento. Esta vez fue ella quien tomó la mano de Poché, dándole un suave apretón. - Lo siento - susurró.

Poché le dio una sonrisa triste, apretando su mano hacia atrás. "Fue hace mucho tiempo."

- Fui adoptada cuando tenía cuatro años, ya sabes - le confesó Calle a Poché - Era demasiado joven para siquiera recordar algo más que mi familia, y no quiero parecer que estoy siendo desagradecida, pero a veces yo me pregunto cómo podría haber sido mi vida, especialmente cuando veo a mi madre.

Poché pensó en la gala. No podía imaginar crecer con una madre así. Debe haber sido difícil para Calle, ser adoptada por una madre que no ama. Envió en silencio gracias a Marta y Juan Carlos por todo el amor y el apoyo que le habían mostrado a Poché desde que la adoptaron.