Primer acto

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—¡RENUNCIO! Es oficial, ¡no lo aguanto más! —prácticamente gimoteó en frustración —¡Es un maldito imbécil, arrogante, incapaz de mostrar siquiera un gesto de agradecimiento!

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—¡RENUNCIO! Es oficial, ¡no lo aguanto más! —prácticamente gimoteó en frustración —¡Es un maldito imbécil, arrogante, incapaz de mostrar siquiera un gesto de agradecimiento!

—Pero...

—¿Sabes qué hizo hoy? ¿¡Sabes?! —tironeó de sus cabellos en frustración.

—Pues, yo no...

—¡Me hizo ir a las cuatro de la mañana a hacerle guardia a su modista personal, porque en su neurótica cabeza su traje de la gala del fin de semana no estaría listo! ¡Aghhh! —tomó al rubio del brazo y lo sacudió levemente — Las. Cuatro. De. La. Mañana. —repitió lentamente, con los ojos desquiciados.

—¿En se-...?

—Y eso, después de tenerme en vela toda la noche porque quería que clasificara su correo en ruso... —soltó una carcajada amarga — Dime, Niall, ¿tú hablas ruso?

—En realidad...

—Porque yo no.

Niall sonrió suavemente y con delicadeza tironeó de su brazo hasta sacarlo del agarre de su amigo.

—Tommo. —llamó — ¿Hace cuánto que no duermes?

El ojiazul le dio una mirada irónica.

—¿Tú qué crees, Niall? —susurró, casi con verdadera curiosidad, como si ni él mismo lo recordara.

Quizás no lo hacía.

Louis tenía los ojos hinchados y enormes, rodeados por profundas ojeras, el cabello regularmente sedoso en mechones pajosos y sin forma, con una barba de varios días sin rasurar y líneas cansadas alrededor de todo su rostro. Estaba enfundado en una camiseta holgada, con manchas de pintura salpicando la tela y un pantalón ajustado que tenía motas de polvo y zonas más claras, que le daban un aspecto algo descuidado, que contrarrestaba con su rostro aristocrático y elegante y las facciones de angelical belleza con las que había sido bendecido.

El rubio suspiró y negó.

—No quiero siquiera imaginarlo. —comentó calmado, tomándolo de la mano y arrastrándolo hacia el elevador, ignorando el bullicio y ajetreo a su alrededor — Pero no hay nada que un café bien cargado no pueda solucionar, además, te dará la energía para aguantar por el resto del día. —añadió en un tono confidente.

Hate you, love me [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora