Octavo acto

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—¿Entonces se está quedando contigo? — la voz de Liam, dudosa y preocupada, le llegó desde el otro lado de la línea

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—¿Entonces se está quedando contigo? — la voz de Liam, dudosa y preocupada, le llegó desde el otro lado de la línea.

—Hmmm, sí, era lo mejor y eso. —el castaño desestimó con facilidad, entrecerrando los ojos a la receta que veía en Pinterest, mientras tamborileaba con la mano distraídamente sobre la mesa.

—¿Y están bien con ello? — el otro actor insistió.

—Realmente no teníamos muchas opciones, ¿sabes? —Louis suspiró — Los malditos paparazzis están prácticamente acampando en los alrededores de la mansión y ...

—Frente a tu edificio también hay paparazzis, lo vi por televisión. —Liam lo interrumpió — Y sé cuánto valoras tu privacidad, realmente no es necesario que pases por ello.

El silencio se extendió por unos segundos, mientras Louis lentamente quitaba su atención de la receta en la pantalla de su Tablet y la trasladaba en su totalidad a la conversación que mantenía con el amigo de su jefe.

—¿Qué exactamente estás diciendo, Liam? — su voz salió con un borde afilado que no había previsto, pero del cual no se retractó.

— Sabes que en mi casa hay espacio para Harry si así lo desean, puede venir, quedarse conmigo y tú estarías de nuevo en la tranquilidad de tu hogar, disfrutando de tu privacidad y sin tener que cargar con él.

Algo oscuro se enroscó en su pecho, apretando su estómago en un nudo y su mandíbula en tensión. Racionalmente sabía que Liam lo estaba ofreciendo con amabilidad y el sincero cariño que sentía por su compañero; sin embargo, la bola de nervios y de un sentimiento que prefería no nombrar hacia la estrella, le punzaba el alma y su sobreprotección se agitaba en rechazo, instándolo a cuidar con la mayor de las delicadezas a aquel que consideraba suyo.

—No creo que sea necesario. —respondió tras unos momentos, con frialdad — Estamos bien acá y lo más conveniente es que Gerard pueda encontrarnos en un solo lugar, en caso la situación empeore y tengamos que tomar medidas más drásticas.

—Pero...

—Además, si bien tengo algunos buitres alrededor, ninguno sabe que Harry se encuentra conmigo y como no hemos salido durante los últimos días, no hay peligro alguno; mis vecinos nos están apoyando con lo que necesitamos y estamos bastante seguros acá.

Hate you, love me [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora