Taehyung sollozaba en una de las esquinas de su cama echo una bolita abrazándose a sus piernas mientras vestía uno de sus adorables pijamas.
— Tae de verdad, no sé de qué hablas. —estaba más que confundido así que echa un vistazo al castaño en busca de una respuesta.
— ¡De quién más! ¡De Jungkook!
— ¿Qué pasó con él? —suspirando deja el mando de la consola con que se hallaba jugando todo ese tiempo y dirige su atención al castaño.
Taehyung al notar que su amigo estaba dispuesto a escucharlo deja de lloriquear y se sienta para comenzar con sus quejas.
— Jin no me deja estar cerca de él. —gimotea cruzándose de brazos haciendo un mohín con sus labios.
— Con mucha razón lo hace, si estabas por quitarle la inocencia al pequeño. —espeta con obviedad.
— ¡Solo era un besito!
— Jungkook es como un bebé.
El castaño al oír ese comentario se molesto. No le gustaba que compararán al pelinegro con un infante cuando no lo era.
— Pero... ¡Tiene veinticuatro años!
— Sabes que para Jin hyung él sigue siendo un niño y lo trata como tal.
— Si pero...
— Ya deja de darle vueltas al tema y vamos a jugar. —dice tendiendole el otro mando de la consola.
— Se supone que eres mi amigo y debes de estar para mí y escuchar mis problemas. —reprocha haciéndose el herido aceptando el aparato que le ofrecía el mayor.
— Taehyung, llevo tres horas en esta habitación y lo único que has hecho es llorar preguntandote el porqué nadie te quiere.
— ¿Tu sí me quieres verdad? —musita haciendo un tierno puchero arrastrándose por la cama hasta quedar junto al rubio.
— ¿Por qué crees que he estado aquí estás tres horas sin decir ni una palabra? —declara arqueando una de sus pobladas cejas.
—¡Te quiero! —exclama saltando sobre el pobre de Jimin.
Gracias a su efusividad, los dos cayeron sobre el suelo ocasionando un gran estruendo. Ambos se miraban asustados pero después de unos segundos comenzaron a reírse de los torpes que podían llegar a ser cuando estaba en compañía del otro.
— Yo también te quiero dramático. —responde una vez que ya se habían calmado.
Taehyung aún se mantenía sobre el rubio, no se había movido ni un centímetro. Tomando ventaja de la posición en que estaban abraza al mayor escondiendo su cabeza en su cuello para empezar a esparcir pequeños besos alrededor de la zona.
Jimin no pudo evitarlo y comenzó a reír. Se retorcía de un lado a otro, debido a las cosquillas que Taehyung estaba generando en su cuello. Cuando sintió que ya era suficiente, el castaño dejo en paz al pequeño rubio pero aún así no se quitó de encima de su cuerpo.
— No te quejes si te trato de la misma forma cuando Yoongi hyung te ignore. —bufa algo molesto por la apatía del rubio.
— ¡No es lo mismo!
— Si lo es...
— No te soporto Taehyung. —murmura alejando al castaño.
— Mentira, hace un momento acabas de admitir que me amas. —se burla sacándole la lengua.
— ¡Ahh! —grita divertido, sin poder a creer lo infantil que podía llegar a ser su amigo.— Eres imposible...
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Antes de todo ofrecemos una disculpa por los posibles errores ortográficos, sin más esperamos que te haya gustado esta historia.
🎭Se despide SinisterGirls
“No te dejes consumir por el miedo, vive, sé libre y disfruta de lo hermoso que puede llegar a ser el amor.”
