23

56 9 4
                                    

— Jiminnie ¿Me podrías ayudar con algo? —pregunta Taehyung entrando en la habitación del rubio como si nada.

— ¿Qué necesitas Taetae?

El rubio se encontraba acostado en la cama jugando con su ordenador que reposaba en su regazo, en uno de sus costados estaba Yeontan acurrucado ignorando por completo la presencia de su dueño.

— Podrías ayudarme con Jungkook. —pide sin quitarle la vista al traicionero de su cachorro que llevaba días sin ir a dormir a su cuarto.

— ¿Jungkook?

Jimin centró toda su atención en su amigo al escuchar la mención del menor en la oración. La preocupación había invadido su sistema.

¿Qué pudo haber pasado para que su amigo haya acudido a él?

— Sí, quiero hacer algo especial para él. —elucida tímido.

— Con gusto te ayudaré. —acepta emocionado. Se alegraba que no fuera nada grave.

Entre entusiasmo y nerviosismo los chicos comenzaron a idear un plan para lo que sea que Taehyung tenía pensando.

•••

Mientras tanto en otra parte de la casa...

— ¿Han visto a Tae?

— ¡A mí no me hablen de ese roba hijos! —parlotea SeokJin dirigiéndole una mirada de pocos amigos al pelinegro.

— Hyung, no sea así. —reclama el menor.

— Ese mocoso te quitó lo inocencia  ¿Cómo quieres que reaccione? —dramatiza tocándose el pecho.

— Hyung ¿Acaso no le importa mi felicidad? —intenta chantajearlo.

— Obvio que si Kookie, es una de las cosas que deseo más en esta vida pero...

— Ahí lo tiene.

— ¡Ahh! ¡Está bien tu ganas! —manifiesta irritado.— Pero eso no significa que lo acepté.

Sabiendo que ya había perdido esa discusión se marcha del lugar. Puede que haya perdido esa batalla pero aún no había perdido la guerra.

— ¡Como usted diga!

Jungkook sin saber que hacer se dirige hacia la estancia principal, sentándose en uno de los sofás comenzando a jugar con su teléfono esperando a que el castaño apareciera, pero este nunca hizo acto de presencia. Aburrido de estar allí sin hacer nada se queda dormido.

Unas suaves caricias a lo largo de su mejilla lo despertó. Curioso abre sus ojos encontrándose con el rostro del castaño a unos pocos centímetros del suyo.

— ¡Tae! —exclama avergozado por tal cercanía.

— Hola kookie... —susurra tiernamente a la vez que deposita un pequeño beso sobre su frente antes de tomar asiento a los pies del pelinegro.

— ¿Dónde estabas? —pregunta adoptando una posición más cómoda para poder mirar al castaño.

— Estaba haciendo unos mandados con Jimin. —explica sin entrar en detalle.

— Ahh...

El pelinegro había notado al mayor algo raro, era como si se estuviera conteniendo, sus palabras y caricias eran más cuatelosas de lo normal. Asustando por lo que estuviera pasando por la mente del castaño para que lo hiciera actuar de esa forma, el menor toma una de sus manos entrelanzandolas, si su hyung no se atrevía a tocarlo él si lo haría.

— Jungkook...

— ¿Sí? —contesta distraído jugando con los dedos del mayor.

— ¿Puedes ir al patio trasero a las 8:00pm?

— ¿Por qué hyung? —la repentina pregunta lo había tomado desprevenido.

— Sólo ve allí a esa hora ¿Sí?

Taehyung estaba nervioso, le rogaba a todos los dioses para que el pelinegro no pidiera explicaciones. Estaba tan inquieto que sus palmas sudaban y esperaba que el menor no se diera cuenta de ello.

— ¡Okay! Iré.

— Gracias, Eres tan tierno. —dice aliviado de que todo estuviera resultando como él quería.

Sin poder resistirse a la mueca de confusión del menor dejá un besito en la comisura de sus labios para después levantarse del sofá yéndose del lugar, dejando al pobre de Jungkook más desconcertado de lo que estaba.

¡¿Preparados para el final?!

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

¡¿Preparados para el final?!

LOVELYOù les histoires vivent. Découvrez maintenant