HILO ROJO DEL DESTINO (ESPECIAL II)

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Que es lo peor que le puede pasar a tres adolescentes de 11, 14 y 15 años, solo puedo decir cuatro letras S-E-X-O, pensarán normal pues somos hombres, de que se quejan, solo tengo unas generosas palabras para los que piensan así  de mi parte, "Ojalá en alguna parte del camino ya sea para regresar a su casa o a sus trabajos, incluso cuando salgan a un paseo se les dañe el carro o se caiga el avión en la mitad del desierto o en la Antártida, y que se los devore los animales salvajes"; porque prefiero que me hagan caminar en lava hirviendo antes de tener esta charla con mis padres.

-¡Los hemos reunidos el día de hoy tu madre y yo, para ! - tomó aire el patriarca de los taisho rojo de la vergüenza, pero al ver como su esposa lo regañaba con la mirada -¡Para hablar de sexo! - tosió mientras observaba las miradas de espanto de sus hijos.   

-¡Es enserio papá! - contesto sesshomaru nunca pensó en su vida tener esta charla con su madre presente.

-¡Que es sexo papi! - preguntó un inocente inuyasha mientras comía un caramelo.

-¡Yo me niego a tener esta charla! - dijo un furioso kouga mientras miraba a su padre.

-¡Niños es necesario que sepan que saber del tema es una responsabilidad de padres, queremos que no les pasen nada malo! - respondió toga mientras se tapaba el rostro de la vergüenza. 

-¡Pero estas loco inuyasha no sabe ni que es, como rayos entenderá  lo que !- respiro indignado kouga -¡Sabrá kami lo que nos van a decir! -  se quejó sin mirar a su madre, aceptaría esa charla sin una mujer presente.

Izayoi se estaba divirtiendo de lo lindo por el agobio de los cuatro hombres más importantes de su vida, pero todavía no era el momento de intervenir faltaba un integrante más en esta charla.

-¡Comprendo hijo que hablar de sexo, no sea un tema fácil para tres adolescentes pero es necesario deben cuidarse mucho para prevenir problemas en el futuro! - joder cuando planeo está charla con su esposa nunca pensó estar tan avergonzado en su vida.

-¡Padre! - gritaron los dos hijos mayores de los taisho, avergonzados.

-¡Sexo, problemas me suena a matemáticas yo odio las matemáticas! - contestó inocentemente inuyasha mientras tomaba jugo de naranja.

Izayoi miró tiernamente a su hijo menor, se levantó del sofá con una sonrisa amorosa, acción que dejo a su esposo estático, conocía a su mujer como la palma de la mano, y apostaba todo su patrimonio lo que iba hacer no era nada bueno.

-¡Eso es correcto inuyasha el sexo es la ecuación perfecta de la vida, y sabes porque cariño! - dijo tiernamente a su pequeño, que al ver que negaba con la cabeza, escucho a su esposo toser para llamar su atención -¡Porque la mujer eleva el miembro a su máxima potencia, lo encierra entre paréntesis, le extrae el factor común, y lo reduce, luego a su mínima expresión! - dijo izayoi a sus hijos mientras terminaba con su demostración de manos.

-¡Mamá, IZAYOI! - Gritaron sus hijos mayores y su esposo al mismo tiempo, haciéndola reír como una loca.

Inuyasha al ver como todos lo miraban, miro a su madre reírse a carcajadas, luego a su padre frunciendo el ceño y a sus hermanos avergonzados, luego miró el cuadro familiar donde estaban los cincos pero su dorada mirada se detuvo entre el y su padre, arrugo su carita intentando comprender la situación,  luego recordó como la señora higurashi molestaba a sus padres -¡Ya entiendo! - dijo aquel niño de 11 años, dejando a sus hermanos congelados -¡Por eso me dicen que tu y mamá me hicieron a mi con muchísimo empeño y que amor nunca les faltó! - soltó aquellas palabras inuyasha dejando a su padre y hermanos pálidos, mientras a su madre la escucho reírse tan fuerte provocando que se cayera del  sofá -¡Ket pero que dije! - inuyasha hizo un mojin adorable.

DULCES TRAVESURASWhere stories live. Discover now