Capítulo Quince.

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Santana Pov.

Resoplé mirando de nuevo el teléfono. Brittany no me había cogido y había llamado varias veces. La primera vez ella colgó, pero las siguientes directamente ni lo hizo. Me estaba preocupando, para que mentir. La señora Pierce entró en casa con una expresión de preocupación.

—Señora Pierce, ¿va todo bien? —No conocía demasiado a Susan, pero parecía una buena mujer. Si tenía algún problema, yo podría escucharla.
—Conmigo sí... con mi hija no—. Mis sentidos se pusieron totalmente alerta tras sus palabras. ¿Qué le había pasado a Brittany? —Está en el hospital.

— ¿Qué? ¿Pero cómo? —Yo ya estaba completamente alterada. Intentar mantener la calma era algo imposible si se trataba de Brittany.
—No sé nada, Maribel,la del restaurante me acaba de llamar y me ha dicho que ha tenido que llevarla al Lima Memorial—. Yo suspiré, Brittany no me había hecho ningún caso.

—Pues vayamos de inmediato—Cogí rápidamente mi abrigo y salí de casa, seguida de Susan. El hospital no estaba muy lejos, pero cogimos el coche. Fuimos en el de Susan, ya que ella se negó rotundamente a montar en mi jeep. Debía de ser cosas de familia, porque Brittany al principio hizo lo mismo.

Entré corriendo en el hospital, empujando a un par de personas sin querer. Me paré en seco en el pasillo al ver a mi madre hablando con una enfermera rubia. Me acerqué lentamente, asustada. Mi madre al verme parecía aliviada.

—Menos mal que habéis venido—nos dijo —Te he intentado llamar, pero Brittany no tenía ningún contacto llamado Sandra en su teléfono.
— ¿Y por qué iba a hacerlo? Esta chica se llama... —Interrumpí a la señora Pierce  antes de que tanto ella como mi madre se pensasen que estaba loca.
—Es igual. ¿Qué ha ocurrido?- dije.
—Vino al restaurante a revisar algunas cosas como siempre, del restaurante y algunos casos. Por supuesto, puso más atención al de mi hija. De la nada empezó a respirar dificultosamente y me vi obligada a traer a Brittany  aquí. La señora Fabray se ha encargado de atenderle —. Mi madre señaló a la enfermera a su lado, que saludó tímidamente con la mano.
— ¿Fabray? ¿Es usted la madre de Quinn? — dije y la enfermera me miró asombrada.
—Así es. ¿Conoces a mi hija?- dijo ella.
—De hecho sí, somos amigas.- dije.
—Oh, es fantástico. Sabía que Brittany  es amiga suya y le he avisado, debe de estar de camino. Y llámame Judy, por favor.- dijo ella.
— ¿Cómo está mi hija? —La impaciencia en la señora Pierce se notaba desde kilómetros.
—Su hija está bien. Ha tenido un ataque de ansiedad, nada grave si se puede controlar. Le he dado un ansiolítico para tranquilizarla, ahora está descansando.- dijo Judy.
— ¿Podemos verla? —Pregunté yo.

—Claro, pero solo puede entrar una persona cada vez—. Miré a Susan  y le indiqué con la cabeza para que fuese ella primero. Al fin y al cabo era su madre, tenía la prioridad.

Yo me senté en una de las sillas de la sala de espera. A mi lado se sentó mi madre, sin decir nada. Quería contarle tantas cosas... pero no podía.

—Te importa mucho esa chica, ¿no? —Yo miré a mi madre y asentí levemente con la cabeza. —Dime una cosa. Ella no es tu prima, ¿no es así?
— ¿Cómo lo has sabido? - dije.
—He visto tu cara de preocupación al entrar en el hospital. No era la de un familiar preocupado.- contestó ella.
— ¿Y cómo era? Porque sí que estoy preocupada—. Mi madre sonrió de medio lado y me acarició la cabeza. Yo permanecí inmóvil, parecía que me estuviese tratando como a Santana, y no a una desconocida.

—Perdona, me recuerdas demasiado a mi hija—dijo al terminar de acariciarme. —En tus ojos había amor, chica. Me habría encantado ver a mi hija enamorada y que me contase sus problemas, pero... Lo siento, no sé por qué te estoy contando esto.- dijo ella.
—No, no se preocupe. Me gusta. Estoy seguro que a su hija también le habría gustado contarle todo, es usted una buena madre —Le toqué el hombro a mi madre a modo de consuelo. Ahora mismo, estábamos sufriendo las dos.
—No me importaría escucharte a ti. Si no te molesta, claro.- dijo ella.
—En absoluto, lo haré —Puse una sonrisa triste, echaba mucho de menos hablar con mi madre. — Brittany es una chica que lo ha pasado mal y aún sufre por ello, pero tiene un gran corazón. Intenté de todas las formas posibles evitar enamorarme de ella, pero no pude. Sin embargo todo es muy complicado.
— ¿Por qué lo es? A vuestra edad parece que el amor es el único problema. No tenéis ningún obstáculo.- dijo ella.
—De hecho sí. Me tendré que alejar de su lado pronto y no quiero que ella sufra por mi culpa. ¿Qué debo hacer?- pregunté.
—Lo que dicte tu corazón. ¿Ella sabe que te tendrás que ir? —Yo asentí —Pues deja que ella decida. Si decide estar contigo de todas maneras es porque te quiere.

Heaven is a place on Earth. (Adaptación Brittana)Where stories live. Discover now