Capítulo 14

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Andrés se torna hacia ti, apoyando su pulgar en tu mentón y tomando tus labios con los suyos.
Ambos se mueven lentamente, como atesorando el momento, y abres tus ojos para observar su rostro.

Muerde su labio inferior delicadamente, y tu mano viaja hacia su pelo.

"¿Qué quieres desayunar?", pregunta tu profesor, cortando el contacto entre sus labios.

Miras la hora en tu celular, el cual te notifica algunos mensajes.

"No creo que tenga tiempo para eso," respondes. "Ya debería ir pidiendo un Uber a casa."

"O puedes venir conmigo," dice casi como si fuera un hecho,

¿Es que acaso se olvidó que no se los puede ver juntos fuera del liceo?

"Y te bajas unas calles antes, por supuesto."

Lo piensas por unos segundos. Podrías ahorrar en el viaje, y de seguro tendrían tiempo suficiente para desayunar algo antes de irte.

"Tengo que pasar por casa a buscar mi uniforme."

"Vale," responde mientras se sienta en la cama. Su mirada viaja por toda la habitación, posiblemente buscando la ropa de la que te deshiciste hace una hora. "Comemos algo, te llevo a tu casa a recoger el uniforme, y te cambias en el carro en camino al instituto. ¿Qué opinas?"

"Está bien." Asientes sonriendo.

Andrés se para, levantando sus boxers del piso y tomando una camiseta de su armario.

"Entonces," empieza, y te lanza la ropa que te prestó la noche anterior, "¿qué quieres desayunar?".

Atrapas la remera y piensas por unos segundos, aprovechando ese momento para observar su cuerpo mientras se viste.

Para tener ya más de 40 años, se encuentra en excelente estado.

Y por las formas que te ha levantado, se nota que hace ejercicio.

"Café y una tostada está bien."

"Vale, voy a ir preparándolos en la cocina." Se acerca hacia ti, aún acostada en la cama, y te planta un beso en los labios.

Abandona la habitación, y mientras te vistes aprovechas para leer tus mensajes nuevos.

Nada más que algunos memes en el grupo que tienes con Aníbal y Daniel, un mensaje de tu madre preguntando si estarás en casa para desayunar, y unas notificaciones de diferentes clases, reportando que tus tareas fueron recibidas con éxito.

Habías escrito un relato para una tarea de tu clase de literatura hace una semana, algo de lo que estabas muy orgullosa. Esperabas que le gustara a Andrés, pero no lo había ni mencionado.

Con todo lo que ha pasado estos últimos días, no has pensado más en ese asunto.

Cuando estás vestida, te diriges a la cocina. El olor a café recién echo se siente en el aire, a la vez que escuchas la tostadora lista con tu desayuno, bajo el sonido del tocadiscos de Andrés sonando en el living.

Caminas a la mesada que divide la cocina del living y te sientas expectante. Andrés se encuentra parado del otro lado de la misma, sirviendo las tostadas en unos platillos, mientras que su cuerpo se mueve al ritmo de la canción.
No puedes evitar sonreír al verlo así, tan compenetrado en la música.

Realmente es hermoso.

Se da vuelta para verte, ya sentada frente a la mesada, y te sirve una taza de café.

"Sabes, hay algunas canciones que son poesía pura." Dice, pasándote la taza, y sirviéndose una a sí mismo. "Y yo lo sabría, estudié literatura después de todo."

Nada Personal /+18/ BerlínWhere stories live. Discover now