Capítulo 2

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"Te ves increíble esta tarde, ¿estás intentado impresionar a alguien?" Su voz gruesa te despierta de tu trance. No quieres levantar la mirada de tu libro, es obvio de quien se trata, la persona que has intentado evitar toda la semana después del 'episodio' que ocurrió el viernes pasado.

No es que no hayas considerado su oferta. Lo hiciste, todo el fin de semana. Pasa que la conclusión a la que has llegado te excita hasta un nivel que no creías posible, pero al mismo tiempo te da miedo.

Y con todo derecho.

Después de todo, una relación con Andrés de Fonollosa es firmar un trato con el diablo mismo.

"Nadie en particular" mascullas subiendo la mirada. Andrés toma el asiento frente al tuyo y abre un libro sobre la mesa.

"Me hieres," se toca el pecho fingiendo dolor "por un momento pensé que te habías vestido así sólo por mí" observa tu vestimenta por debajo de la mesa y se lame el labio, algo que ya se ha convertido en un movimiento habitual al hablar contigo. Abre el libro en una página aleatoria. "Yo juraría que te has puesto esa falda corta sólo para mí. Odiaría saber que tienes otro pretendiente."

"Tenga cuidado con lo que dice, profesor." dices esperando su reacción. Él siempre parece totalmente en control de la situación, como que todo está ocurriendo de acuerdo a su plan; pero de seguro ser descubierto coqueteando con una alumna y perder su empleo no es parte de dicho plan.

Su expresión es calma y apacible, Andrés no parece afectado en lo absoluto.

"Mira a tu alrededor preciosa, no hay nadie que pueda escucharnos," observas las otras mesas en el área de estudio, todas totalmente abandonadas "nadie que pueda oir las cosas que te pienso decir, nadie que pueda escucharte gemir," sus ojos café se encuentran con los tuyo y sientes tus mejillas tornarse rojas. Él sonríe maquiavelicamente "nadie que me pueda ver hacer esto." Desliza su mano por debajo de la mesa y la coloca sobre tu pierna.

"Andrés," le adviertes colocando tu mano sobre la suya. Alguien podría aparecer en cualquier momento. Un escándalo como este podría hacerte perder la beca que tanto deseas, además de la vergüenza por la que pasarías frente a tus familiares y amigos si lo que está ocurriendo se hiciera público.

"¿Qué pasa preciosa? ¿Acaso no quieres que continúe?" dice moviendo su mano de arriba a abajo. Cada sector que toca de tu piel se enciende.

Apartas su mano de ti, por más que no quieras hacerlo; tienes que escuchar a la razón mientras puedas.

"Alguien podría entrar y vernos" susurras más para convencerte a ti misma.

"¿Es realmente esa la razón?" Cuestiona arqueando una ceja "¿o será que te sientes amenazada por todo lo que podría hacerte?" abres la boca para protestar ,"Eres una chica inteligente, y me parece a mi..." dice acercandose y reposando su mano otra vez sobre tu pierna; El olor de su perfume te embriaga y sus palabras te enredan por completo. "..que temes empezar esto y luego no saber cómo parar." Hay una chispa detrás de sus ojos y él sabe que te ha atrapado desprevenida.

En parte tiene razón, pero jamás se lo admitirías a la cara. Sabes muy bien como lo pondría saber que te ha logrado descifrar.

Esto es un juego, y tu no piensas perder tan fácilmente.

"En lo absoluto," dices confiada y seductora "más bien me siento intrigada por todas las cosas que me podrías hacerme." Dices de manera sugestiva juegueteando con tus dedos y oyes a tu profesor tragar fuertemente. "Cada una de ellas."

Su mano sube hacia la tela de tu falda con una pasión bestial. Su rostro te lo dice todo: te quiere follar en la misma mesa que ahora mismo los separa.

"¿De dónde ha venido ese cambio de actitud?" se muerde el labio inferior a lo que sus caricias suben por tus piernas haciéndote desearlo cada vez más.

"Tu mismo lo dijiste: no soy una chica buena."

Sus dedos firmes recorren tu piel, llegando al borde de tu ropa interior. Andrés juguetea con el elástico y suspira cerrando los ojos por unos segundos.
Tu profesor hace unos chasquidos con su lengua antes de proseguir.

"Oh dios, ciertamente estás mojada. ¿Eso es por mi, pequeña?" sonríe maliciosamente, "Tengo que decir que me siento halagado... e incontrolablemente excitado."

Jadeas mientras dos de sus dedos te tocan sobre la tela de tu ropa interior, moviendose encedidos por la excitación que ambos están sintiendo. Recuestas tu cabeza hacia atrás, sin poder mantener control sobre tu cuerpo.

"Andrés," logras pronunciar entre jadeos, él te mira a los ojos, listo para lo que está por venir.

Tu profesor de literatura se encuentra metiendo su mano por debajo de tu ropa interior cuando la puerta a la gran sala de estudio se abre.
En la entrada se encuentran tus amigos Aníbal y Daniel.

"Así que aquí estás" exclama Aníbal, y Andrés sigilosamente aleja su mano de tu cuerpo.

"Ya me estoy cansando de estas interrupciones" susurra frustrado. Tu tambien estarías furiosa si no fuera porque ahora mismo no puedes dejar de pensar en que estuvieron a segundos de descubrirlos.

"Te hemos estado buscando por todas partes" ríe Daniel de esa forma tan particular de él. "Oh, hola profe" menciona al darse cuenta de la presencia de Andrés.

"Aníbal, Daniel;" los saluda natural, como si hace menos de un minuto no te hubiera estado tocando por debajo de la mesa "Ya hemos terminado por hoy. Si tienes alguna otra pregunta, sabes donde encontrarme" dice levantándose de su asiento y llevándose su libro con él.

Observas su figura alejárse de ti y quieres gritarle que vuelva y termine lo que empezó, pero sabes que no es posible.

Miras a tus amigos; no podrían haber sido mas inoportunos.

•••

Ya sé que es la segunda vez que los interrumpen, pero ya saben lo que dicen: la tercera es la vencida. (;

Nada Personal /+18/ BerlínWhere stories live. Discover now