➺Capitulo diecinueve: El significado de la soledad.

2.2K 341 72
                                    

Disclaimer:

Bungō Stray Dogs (文豪ストレイドッグス )
Escrito por Kafka Asagiri e ilustrada por Sango Harukawa.

Géneros:

|Drama | Slash | Hurt/Comfort | Fluff| Comedia |

Parejas:
Dazai Osamu/Chuuya Nahakara.

N/A:

Dedicado con todo cariño a  mis lectores, gracias por tanto, perdón por tan poco. 

Han sido días difíciles,  he tenido complicaciones  con el tiempo empleado para escribir pero sus comentarios me han dado la fuerza para continuar, los amo mucho. 


***



Chuuya había conseguido entrar en ese mundo para buscar a Dazai. Es peligroso, muy peligroso, pero tiene que hacerlo.
Por extraño que resulte, se siente constantemente observado, como si miles de miradas estuvieran clavadas sobre él al igual que filosas agujas, lo curioso es que no hay nadie a kilómetros a la redonda. Todo se mezcla en en calles vacías sin nombre, ni dirección.

El mundo a su alrededor vuelve a cambiar, muestra diferentes escenarios, pero por alguna razón ese espacio siempre se siente muy solitario.
Un paisaje gris, no hay vida, casas destruidas y desmontadas, no hay voces, no hay nada. Sólo el inmenso cielo estrellado, reforzando aún más el vacío de ese mundo.


Chuuya se detiene y observa al enorme reloj que esta situado en lo alto del cielo. Lo observa fijamente durante un rato, sorprendiéndose de que en todo ese momento las manecillas no se han movido un sólo milímetro.

El tiempo parece haberse congelado.
Es eterno.



Absorto por las cosas que ha visto desde el primer momento en que puso un pie dentro de ese extraño mundo, Chuuya retrocede y choca contra alguien, más bien contra "algo", el impacto lo derriba al suelo, dejándolo aturdido , pero lo que ve a continuación lo deja aún más asombrado, ante sus ojos una sombra gira lentamente su cabeza hacia él, cruzan miradas por un par de minutos, los ojos redondos y vacíos de esa criatura no titubean al mirarlo, esto le ocasiona escalofríos, sin embargo, esa criatura vuelve a ignorarlo y sigue su camino.

Existen muchas criaturas similares, caminan sin rumbo por la zona. Chuuya no lo sabe pero esas son las sombras que siguen a Dazai y manchan su alma con tonos oscuros, las sombras que hacen que su sangre sea negra. Las sombras que lo han encadenado a un limbo que solo él puede resistir.



El lugar esta empañado por el humo, lo que hace que la cabeza de Chuuya dé vueltas mientras camina a través de las sombras.

Un estímulo logra traerlo de vuelta, es un grito, más bien un rugido. Los escombros vuelan directo hacia él, consigue esquivarlos y salir con vida de la explosión, cuando el humo se dispersa, criaturas oscuras emergen de éste, sin embargo, algo capta su atención, entre los escombros aparece una figura humana, entonces los labios de Chuuya se mueven en automático y pronuncian un nombre. 

—¡Dazai! —Chuuya lo llama en un acto de desesperación y corre directo   hacia él para envolver sus brazos alrededor de Dazai,  en el proceso lo  derriba al suelo,  ambos se ven sorprendidos  por tal acto.

Dazai    poco a poco sale del shock  para luego  afianzar el abrazo con algo de timidez y temor, dejándose llevar por el momento, ambos están tirados en el suelo, Chuuya parece  no
querer soltarlo, de repente las sombras empiezan a dispersarse hasta desaparecer por completo, despejando el panorama. Dazai logra sentirse más calmado, entonces reacciona.


—Chuuya ¿Qué estás haciendo aquí? Se supone que tú saldrías —Dazai sujeta a Chuuya de los hombros y lo aleja, pero antes de que pueda objetar, Chuuya lo reprende.


—¡¿Por qué hiciste eso?! Dijiste que íbamos a salir de aquí pero cuando desperté no estabas junto a mí —Chuuya vocifera con enfado y Dazai se muestra genuinamente nervioso.


—...Pero debías salir de aquí —Dazai murmura, confundido.


— Deberías quedarte cerca ¿Cómo voy a verte si no estás cerca?—Chuuya vuelve a insistir.

—¿Acaso quieres verme? ¿Por qué razón querrías verme?—Dazai levanta ambas cejas con interés. 


—Porque quiero que estés a salvo y si no puedo verte no podré asegurarme de que estés a salvo. ¿Entiendes? 

— ¿Qué eres? ¿Una especie de superhéroe? ¿Quieres salvar el día?—Dazai trata de aligerar el ambiente con ese comentario, sin embargo,   el brillo de los ojos de Chuuya  se apaga. Dazai se percata de ese  repentino cambio de actitud y se arrepiente de haber hablado. 


—No... en realidad yo no he podido salvar el día, he tenido muchas derrotas,  más de lo que te imaginas, pero por favor  no vuelvas hacer eso. 

—De acuerdo... supongo no lo volveré hacer —Dazai comenta sinceramente y Chuuya libera un suspiro de alivio —Chuuya.

—¿Sí?—Chuuya responde al llamado.

—Tengo algo que decirte —Dazai se aproxima a Chuuya.

—¿Qué es?

Ambos están demasiado cerca. Chuuya traga saliva, nervioso.

—¿Puedes moverte un poco? Es que estás sentado sobre mi pierna.


—Oh... ¡lo lamento!—Chuuya se levanta rápidamente y ayuda a Dazai a ponerse de pie.

—Aunque esto no es nada, ya tuve encima un camión, tenerte a ti no es problema,   pensándolo bien  no  es una mala idea ¿no crees? —Dazai guiña un ojo de forma sugerente.


—Mejor dime ¿Por qué Fyodor sigue persiguiéndote ? Se supone que ya no tenemos la caja de Pandora.

Dazai guarda absoluto silencio y desvía la mirada antes de silbar.


—No la tenemos ¿cierto?


—Tal vez si la tenga, pero sólo tal vez. Y tal vez embriagué a Atsushi y Akutagawa para quitársela,también tal vez los encerré en un pozo para lograr mi propósito.


—¡¿Qué hiciste qué?!


—Bromeaba con lo último.

—Gracias a Dios.

—Tal vez.


Chuuya se masajea las sienes para tranquilizarse.

—¿Tienes una idea de como salir de aquí?

—No.

—¿Y si usamos la caja de Pandora?

—No puedo abrirla.

—Pero yo si, dámela.

—No sabes como usarla.


—Y tú no puedes abrirla ¿Acaso tienes otra idea en mente?

Dazai chasquea la lengua y le entrega la caja.

—Ten cuidado, cada vez que la usas, liberas cierta cantidad de males al mundo, eso no es un juguete.

—Eso ya sé, si es tan mala entonces... ¿Por qué la robaste?

—Me gusta ver el mundo arder—Dazai esboza una sonrisa.


—No estoy bromeando.


—Yo tampoco—Chuuya afila la mirada hacia Dazai como advertencia de que si no confiesa la verdad, sufrirá  severas consecuencias, Dazai sonríe con picardía —La Caja de Pandora es muy valiosa para ellos y para todos, puedes sacar provecho de eso —Dazai comenta con un encogimiento de hombros que no revela nada.

— ¿Y qué obtendrías a cambio?


—¿Por qué el repentino interés?


—¿No me lo dirás?


—Pues todo, puedo tenerlo todo.


—Pero debe existir algo en especial ¿verdad? —Dazai no responde y prefiere mantenerse callado. Entonces Chuuya sujeta la caja entre sus manos y procede a abrirla, ejerce mucha fuerza, sin embargo, no lo consigue—¡¿Qué?! — Chuuya libera un grito de indignación y Dazai suelta una carcajada, Chuuya voltea a verlo,  enfadado—¡¿Tú sabías que no funcionaría?!


—Por supuesto.

—¿Y por qué no me lo dijiste ?

—Porque es divertido.


Chuuya se da la vuelta y lo deja hablando solo, sin embargo, se detiene cuando Dazai reaparece a su lado, levitando. Chuuya observa esta escena con los ojos abiertos por el asombro.

—¿Cómo haces eso?—Chuuya indaga sin salir del asombro.

—¿Hacer qué?—Dazai ríe coquetamente—¿Ser tan guapo? Oh, es porque nací así. 


—Eso no, idiota.

—¿Entonces qué?

—Pues, eso que estás haciendo justo ahora.

—En este lugar no aplica ninguna ley, ni de la gravedad, ni de la magia, por eso la caja de Pandora no funciona aquí. Técnicamente puedes hacer lo que desees.


Dazai vuelve a colocar los pies sobre la tierra.


—Luces muy tranquilo pese a que estamos atrapados aquí—Chuuya comenta al retomar su avance, Dazai le sigue el paso.

— Es la primera vez que estoy aquí con alguien, esto es nuevo para mí, pero no es tan malo.


—Espera ¿Ya has estado aquí antes?

Dazai vuelve a responder con silencio, su semblante cambia y desvía la mirada, Chuuya comprende eso y decide no indagar más el tema.

—Yo también he estado ahí —Chuuya comenta con una sonrisa melancólica.


—¿A qué te refieres?—Dazai regresa a verlo.


—A la soledad.


Dazai guarda absoluto silencio y se cruza de brazos.


—Nunca dije eso, tal vez te estás proyectando en mí ~—Dazai tararea la frase.

Chuuya suspira hondo por lo terco que es Dazai para admitirlo.


—Como digas, Dazai.






***





La primera vez que Kunikida pensó en expresarlo, él y Ranpo estaban atravesando la secundaria. Al ser más un sentimiento que algo definido, era difícil ponerle un nombre.

Estaban matando el tiempo en medio de un maratón de series, cuando Kunikida se distrajo al mirar a Ranpo de cerca, y se encontró deseando que permanecer así para siempre, él y Ranpo, estando juntos.


—Ranpo ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Kunikida rompe el silencio y Ranpo asiente con la cabeza sin apartar la mirada del televisor.


—Sí, dime.

—¿Alguna vez has amado a alguien?

Ranpo guarda silencio, pensando en ello por un momento antes de sonreír.

—¡Por supuesto! Amo a mis padres —Ranpo responde inocentemente, haciendo que Kunikida  forme un puchero con los labios.

—Bueno, eso ya lo sabía pero no me refiero a ese tipo de amor—Kunikida comenta distraídamente.


—¿A qué tipo de amor te refieres?—Ranpo ladea la cabeza con genuina curiosidad.

—Quiero decir el tipo de amor en el que...—Kunikida hace una pausa debido a que Ranpo voltea y  le observa fijamente esperando una respuesta.

—¿Amor en el que?—Ranpo vuelve a insistir.


—En el que siempre quieres estar con esa persona, te hace feliz su compañía, deseas besarla y quedarte con ella por el resto de tu vida—Kunikida intenta explicar. No se le da bien hablar de esos temas.

Ranpo  nuevamente guarda silencio, no responde al instante pero cuando lo hace
es con un brillo de ilusión en la mirada.

—Sí, creo que lo entiendo. Creo que podría tener a alguien así ... ¿Y tú? —
Ranpo pregunta, algo emocionado, y Kunikida observa hacia otro lado, considerándolo por un momento.

—Yo ... no lo sé. Nunca he sido bueno con ese tipo de cosas, así que no lo sabría ...—Kunikida comenta con una risa, la apaga y cambian de tema. No hablan de ello en un buen tiempo.



La segunda vez, fue cuando ambos estaban en la biblioteca de la Universidad,  en su mayoría, todo era silencioso, excepto por el ocasional ruido del viento, todo era bastante tranquilo y Kunikida no pudo evitar sonreír.

—¿No sería bueno si pudiéramos quedarnos así para siempre?

Ranpo lo mira con asombro y Kunikida inmediatamente se arrepiente de haber dicho eso.

—No creo que rendir exámenes para siempre sea tan divertido ...

—No me refería a estudiar para los exámenes— Kunikida corrige. Ranpo lo mira, algo confundido.

—Bueno, entonces, ¿A qué te refieres?

—Quise decir... mmh no estoy seguro de lo que quise decir.

—Oh... esta bien.


Kunikida se arrepiente enseguida y se arma de valor para volver hablar.

—Quiero decir, nosotros. Tú y yo, juntos, pasando el rato juntos ...—La voz de Kunikida se apaga en un pequeño susurro, y mira hacia el suelo, avergonzado, mientras Ranpo lo mira a él. Nuevamente, no se vuelve a mencionar durante mucho tiempo.

Sin embargo, con el pasar del tiempo Kunikida ha identificado cuál es exactamente su pequeño problema. Él está enamorado de Ranpo, es estúpido porque no puede estarlo, no debería sentirse así, pero es algo que no puede controlar, así que lo está,  simplemente no desea arruinarlo, ambos siempre han sido amigos, muchas veces analizó sus propios sentimientos, pero siempre llegaba a la misma conclusión, en realidad ama a Ranpo.


Desde el primer día   de  escuela cuando Ranpo le pidió ayuda a Kunikida para encontrar el salón de clase   y resultó que serían compañeros, desde aquella vez en que Kunikida lloró en el hombro de Ranpo luego de haber tenido una fuerte discusión con su padre, todos esos momentos. Siempre Kunikida estuvo para Ranpo y Ranpo estuvo para Kunikida.


Sin embargo, desde aquel incidente en la cafetería, no se han vuelto a ver, Ranpo ha estado evitándolo y Kunikida lo sabe, es por eso que esta vez lo espera fuera de la biblioteca para hablar.

Ranpo baja por las escaleras junto a un grupo de personas pero se detiene al verlo, afianza el agarre de los libros que sostiene e intenta retroceder, entonces Kunikida avanza lentamente, como si pidiera su autorización para proseguir, Ranpo finalmente asiente y ambos abandonan el lugar.

Caminan por el campus, uno al lado del otro. La luz de las farolas apenas se asoma, pero es suficiente para iluminar su camino. Kunikida respira profundamente y habla.

—Ranpo tengo algo que decirte—Kunikida confiesa y Ranpo da un respingo y sonríe nerviosamente.

—¿Sí? ¿Qué es?— Ranpo pregunta con algo de temor, tiene la ligera sospecha de que se trata y francamente no desea oírlo.


—He estado pensando esto por un tiempo y espero que no afecte nuestra relación de una manera negativa ... Creo que yo
—Kunikida traga saliva, sin saber muy bien que decir, pero es interrumpido por Ranpo.

—Por favor, no lo hagas.


Kunikida pestañea, confundido.


—¿Qué no lo haga?

—Si, sé lo que estás tratando de decir, así que por favor no lo hagas.

La respiración de Ranpo esta acelerada.

—Ranpo espera...


—¡Lo sé todo! Y cuando me refiero a todo es a todo, sé de mi condición y sé como te sientes porque yo también me siento igual.


Ranpo confiesa, su voz es pequeña y ronca, observa a Kunikida con ojos cansados ​​y drenados, mientras las lágrimas se acumulan en ellos.


—Detente Ranpo, tienes que tranquilizarte, te estás lastimado.


Ranpo toma una respiración profunda y temblorosa


—Desearía estar contigo, hablar, reír, pero... —Ranpo comenta con voz temblorosa y se ve obligado a pausar la frase por un largo tiempo antes de continuar —lo olvidaré, olvidaré muchas cosas contigo incluso lo feliz que me sienta a tu lado, lo olvidaré todo mientras tú no, sé lo doloroso que eso es porque mi familia pasa por lo mismo, no puedo hacerte esto a ti.


Ranpo da la vuelta, dispuesto a retirarse, sin embargo, Kunikida lo retiene, para tirar de su brazo y abrazarlo. Permanecen de esa manera durante unos largos minutos. Ranpo puede percibir   los latidos acelerados de Kunikida. 


—Kunikida ¿Qué estás haciendo?—Ranpo pestañea y trata de zafarse pero Kunikida no se lo permite.

—Pedirte que te quedes.


—No quiero lastimarte.

—No lo harás.

—Sí lo haré.

—Olvidémonos de eso aunque sea por esta noche, por favor—Kunikida  le observa con una mirada suplicante mientras  sostiene las mejillas de Ranpo  con delicadeza.

Ranpo finalmente  accede y corresponde al abrazo, lentamente envuelve sus brazos alrededor de Kunikida y se permite recibir la calidez de la persona que ama. Ambos no mencionan ni una sola palabra, simplemente gozan la presencia del otro. Al menos hasta el amanecer, ellos se  darían el lujo de amarse, esto se ve reflejado cuando Kunikida tímidamente junta sus labios con los de Ranpo.

Time / SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora