➺Capítulo siete: Una sospechosa invitación.

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Disclaimer:

Bungō Stray Dogs (文豪ストレイドッグス )
Escrito por Kafka Asagiri e ilustrada por Sango Harukawa.

Géneros:

|Drama | Slash | Hurt/Comfort | Fluff| Comedia |Sobrenatural |

Parejas:
Dazai Osamu/Chuuya Nahakara

***

Chuuya se levanta de la mesa forma repentina, provocando que el contenido de la taza se derrame accidentalmente sobre él, el líquido esta caliente y le hace retroceder.

—¡Lo siento mucho! Puede usar el baño si desea y cambiar su camisa—Atsushi ofrece una disculpa al hacer una reverencia.

—Con usar el baño es suficiente, descuida no fue culpa tuya—Chuuya aún se mantiene intranquilo ante la presencia de Atsushi, sin embargo, abandona la mesa en dirección al baño.

Una vez dentro de la habitación, Chuuya corre hacia el espejo, esparce algo de agua en su cara y se sostiene del lavamanos mientras observa su reflejo, su ceño permanece fruncido y toma varias bocanadas de aire para tranquilizarse, luego se limpia la camisa con una servilleta.

Cuando decide volver a la mesa se encuentra con que Dazai ha iniciado una conversación muy amistosa con Atsushi Nakajima. El rostro de Chuuya refleja sorpresa pero se mantiene audaz y camina hasta ellos, ante su regreso Dazai se muestra genuinamente feliz, incluso junta sus manos en un aplauso.

—Chuuya, que bueno tenerte de vuelta, hay que presentarnos, él es Atsushi—Dazai esboza una sonrisa amistosa al presentar a ese chico, Atsushi extiende la mano y Chuuya se toma su tiempo antes de estrecharlas. Parece una persona inofensiva pero no deja de preocuparle.

—Parecen llevarse bien, que bueno—Aunque Chuuya dice eso, su voz indica que no esta del todo convencido.

—Sí, tenemos mucho en común. ¿Ya te sientes mejor?—Chuuya afirma con la cabeza —Que bueno porque Atsushi nos acaba de invitar a cenar.

—Pero es muy tarde y seguramente tiene que trabajar.

—Estoy por terminar mi jornada, en cinco minutos salgo. Además es mi forma de disculparme por lo sucedido.

***

Cuando el reloj marcó las diez de la noche, la cafetería cerró sus puertas y los tres fueron en busca de un restaurante que aún permaneciera abierto.

—Conozco un lugar que cierra a las doce, la comida es muy buena—Sugiere Atsushi y Dazai acepta sin chistar. La confianza de Dazai empieza a molestarle a Chuuya.

Cada cinco minutos, Chuuya observa de reojo a Atsushi, se mantiene inquieto y con un mal presentimiento. Avanzan por un callejón oscuro y desolado, la neblina ha empezado a rodearlos y una enorme luna con destellos azules se alza en los cielos.

—Dazai, debo decirte algo —Chuuya le susurra a Dazai aprovechando que Atsushi se ha adelantado.

—¿Te sientes mal? Por favor no huyas como la otra vez, mi físico no es tan bueno para alcanzarte.

—No es eso, escúchame, es que-...

—Es aquí—Atsushi anuncia la llegada pero ante ellos lo único que hay es un callejón sin salida—Hemos llegado.

—¿Eh? Pero no veo nada aquí ¿Seguro no te equivocaste? —Dazai bromea al colocar su mano en el hombro de Atsushi.

—Nunca podría equivocarme, es justo donde quiero que estés, Dazai—Atsushi empuña una cuchilla y salta hacia Dazai para encajarla directo en su corazón.

Chuuya observa esa escena con horror, sin embargo, su cuerpo actúa de forma automática y trata de interferir pero Atsushi posee una fuerza sobrehumana, y con un simple empujón lo desplaza lejos.

Atsushi retira la cuchilla con brusquedad, ocasionando que la sangre se esparza por todo el suelo. Dazai se sostiene el pecho e intenta caminar pero sus piernas se enredan y entonces cae al suelo.
Chuuya observa como sus números llegan a cero y entonces Dazai muere. Chuuya no puede dejar de temblar, ha presenciado un homicidio.

—Lo siento, no quería involucrarte en esto pero no tuve opción—Atsushi limpia la sangre de la cuchilla mientras habla y la envaina antes de caminar en dirección a Chuuya —Eres inocente pero sigues siendo un testigo y el reglamento es muy claro al decir que bajo ninguna circunstancia debo dejar con vida a un testigo.

Chuuya empieza a correr pero Atsushi aparece frente a él, con mucho esfuerzo logra detenerse y dar media vuelta aunque en el trayecto se tropieza con el cuerpo de Dazai y termina cayendo. Al levantar la mirada vuelve a encontrarse con Atsushi.

—Los humanos son tan extraños... aún sabiendo que es inútil sigues luchando por tu vida pero acabemos con esto de una vez—Chuuya intenta moverse pero Atsushi lo ha retenido, pisa su torso, sin embargo, Chuuya continúa arrastrándose y logra alcanzar a Dazai—Admiro tu perseverancia, esto no es nada personal.

Atsushi levanta la cuchilla y la deja caer sobre Chuuya pero en ese momento surge una luz brillante. Chuuya ha roto la tarjeta que Akutagawa le había dejado a Dazai.

Un relámpago cae y la presencia de Akutagawa aparece en medio de ambos, observa a su alrededor y analiza la situación.

—¿Qué estás haciendo aquí?—Atsushi retrocede, entre frustrado y asustado, entonces invoca una guadaña de plata para defenderse —¡Lo has arruinado todo!

Los ojos de Akutagawa se afilan como los de un reptil.

—Así que fuiste tú...—Vocifera al igual que un perro rabioso, Akutagawa levanta la mano derecha y una nube de humo lo rodea, segundos más tarde una guadaña oscura aparece en su mano—¡Te haré pagar por haberme engañado! Me hiciste quedar como estúpido, no te lo perdonaré. ¡Te mataré!

Atsushi pone los ojos en blanco y chasquea la lengua.

—Fuiste descuidado, no me culpes de tu insolencia, esta vez fui yo quien te descubrió en ese callejón, la próxima vez puede ser un humano, sé más cuidadoso, o los superiores se enojaran contigo.

—Cuando acabe contigo no volverás a ver la luz del día.

Akutagawa se impulsa directo hacia Atsushi, él consigue bloquearlo con la guadaña pero la fuerza de su rival es superior, y ambos entran en batalla.

Chuuya permanece desconcertado en el suelo, aún no asimila lo sucedido pero su cerebro le pide a gritos que huya, entonces recuerda a Dazai, ha estado sostenido su mano todo este tiempo, parece no respirar, los números de Dazai son claros pero Chuuya se rehúsa a creerlo. Entonces se inclina para tratar de escuchar los latidos de su corazón.

—¡Ahhh!—Ese grito deja sordo a Chuuya —¡Odio que hagan esto! —Dazai se levanta de un salto y se sacude la cabeza—Esta era mi camisa favorita pero ahora está rota y llena de sangre.

Chuuya no tiene ni la más retoma idea de lo que esta sucediendo. Los números de Dazai ascienden.

—¿Chuuya? ¿Estás bien? ¿No te han herido? ¿Qué está ocurriendo? —Dazai levanta la mirada, en el aire Akutahawa y Atsushi siguen peleando— Miren lo que tenemos aquí...—Emite un silbido —Bueno, mientras ellos resuelven sus diferencias será mejor irnos.

Dazai sostiene la mano de Chuuya y lo obliga a levantarse para abandonar el callejón.




Time / SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora