El de los ojos joya

Quién es el culpable? ~ Un capítulo de relleno

El día después de que hizo sus planes, Harry golpeó a todos los ocupantes de la casa, incluido él mismo.

Todos se despertaron con un grito proveniente de la habitación de Rose. Corriendo hacia ellos, la encontraron en el suelo, con su cama tratando de comérsela, la abertura entre el colchón y el marco de madera se había abierto como una boca.

Mientras Lily intentaba salvarla, de repente se encogió y apenas alcanzó la altura de una cuchara. Aún así logró salvar a Rose, pero el daño ya estaba hecho.

La habitación era un desastre, y cada pertenencia fue destrozada o aplastada por la cama sensible.

James agitó su varita para arreglarlos, pero su varita repentinamente salió volando de su mano, y cada vez que la alcanzaba, lo maldecía.

Al final, su cuerpo era multicolor, sus orejas grandes como libros, su nariz inexistente y ambos pies le quedaron.

Sirius se rió disimuladamente, pero tampoco estaba libre cuando un cubo lleno de excremento de caballo cayó sobre su cabeza y comenzó a multiplicarse tan pronto como lo tocó.

Remus simplemente se alejó, pero tropezó, y su boca se convirtió en un pico, y sus pies se convirtieron en manos, con alas grises brotando de sus omóplatos.

Y finalmente, el cabello de Harry creció hasta llegar al suelo, se convirtió en enredaderas y lo atrapó en su lugar, mientras cambiaba de un color a otro a un ritmo rápido.

Les tomó media hora volver a ser como estaban y otros diez minutos limpiar la habitación de Rose.

Al final, tanto Sirius como James comenzaron a señalarse con el dedo, y comenzó otra guerra de bromas.

Al mediodía, se podía encontrar a Lily disparando hechizos punzantes a ambos hombres-hijos, Rose llorando a su lado porque Harry había maldecido secretamente que le dolieran las nalgas todo el día, y Remus tomando café tras café mientras masticaba chocolates.

Después de que se despejó el lío, quedó una pregunta: ¿quién fue el culpable?

Debido a que Harry y Rose aún no habían aprendido magia, fueron inmediatamente declarados inocentes. Luego, Lily, luego Remus ... Y solo quedaron Sirius y James.

Ambos comenzaron a reclamar inocencia, asustados por la ira de Lily, y al final, el culpable permaneció oculto.

Esa noche, mientras Harry yacía en su cama, sonrió, recordando todas las bromas que había hecho ese día.

Mientras cerraba los ojos, satisfecho, Rose comenzó a gritar de nuevo, aunque no le importaba.

Parecía que había encontrado al león que él había trasladado a su habitación.

Oh, bueno, la vida era buena.

Harry se quedó dormido, la chica gritó una canción de cuna a sus oídos.