El de los ojos joya

Punto de vista de Rose

Rose odiaba a su hermano. Siempre había sido mejor que ella, acaparando la atención de los demás. Cómo su familia gravitaba hacia él, con los ojos siempre puestos en él, dejándola en la oscuridad.

Sus padres, tíos e incluso sus amigos solo pensaban en él como "perfecto". Rasgos perfectos, personalidad perfecta, talento perfecto, mente perfecta ...

La única inferioridad que tenía era que no era el Elegido. La maldita elegida . Algún título que ganó al hacer algo que ni siquiera recordaba cuando era bebé.

Un título aparentemente más recordado que cualquier otra cualidad que tuviera. No se destacaba por sus habilidades sociales o su talento para volar, solo que había hecho algo que nadie estaba seguro de cómo, incluida la propia Rose.

Pero eso era mejor que no gustar en absoluto.

Y así Rose abrazó esa pequeña superioridad por completo. Odiaba que Harry fuera tan inteligente, talentoso y maduro. Cómo fue elogiado por no hacer nada especial, pero hacerlo perfectamente incluso si era algo normal, como su pronunciación o su actitud servicial.

Cómo era tan simpático con los que lo rodeaban, con esa sonrisa plástica suya, los ojos calculadores bajo su máscara infantil.

Contrario a la creencia popular, Rose no era una Gryffindor completa. Podía ver fácilmente a través de las máscaras que la gente se ponía, por lo que tenía suficiente capacidad para juzgar el carácter.

Además, desde muy joven se había dado cuenta de que sus padres reaccionaban mejor a ciertos comportamientos y peor a otros. Después de su evaluación, rápidamente se volvió más querida y ganó más reconocimiento.

La manipulación le resultó fácil. Sondeo sutil, falsa inocencia, y llamó la atención de sus padres casi por completo. Después de eso, se aflojó, la máscara se agrietó y su complejo de inferioridad se hizo evidente.

Luego, años después, Harry recuperó la mayor parte de la atención. Fue un shock, golpeándola con fuerza.

¿Cómo lo había logrado? ¡Le había costado años de manipulación tener éxito en lo que solo le había llevado a él unos meros diez minutos!

Rose no quería aceptarlo: ¡Harry no podría ser mejor que ella incluso en esto! ¿Por qué él era tan talentoso y ella tenía tanta mala suerte?

Al menos su padre todavía estaba de su lado.

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Rose se despertó con voces fuertes y gimió molesta. ¿No podrían reprimirlo? Después de tan poco dormir en Hogwarts debido a que su puta de compañeros de cuarto chismeaba toda la noche y la necesidad de obtener información de ellos para el futuro, se merecía dormir un poco, ¿de acuerdo?

La charla continuó por un rato, y Rose finalmente renunció con un suspiro y se levantó, preparándose para el día.

Eligiendo su cómodo vestido índigo, se puso las pantuflas y abrió la puerta, dirigiéndose a la planta baja.

Allí, las voces la llevaron a la cocina, y quedó estupefacta ante la escena frente a ella:

Su padre, charlando alegremente con su madre y su hermano, como si fueran una familia completa, incluso sin ella.