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Domingo 20 de mayo 1798



—¡Chicos, llegaron cartas!


Habló uno de los compañeros de Agust que sostenía una caja grande llena de cartas, todos se levantaron de sus camas, era domingo y tenían aquel día como descanso para poder ordenar sus cosas, estudiar y más. Agust se sentó en su cama esperando ansioso a que su compañero lo nombrara. "RM" dormía en la cama de abajo de Agust, era más desordenado que él a pesar de ser el más inteligente de todos, intentaron que Agust durmiera abajo un día y RM arriba, pero en medio de la noche este se cayó.


—¡Agust, tienes carta! —El chico saltó de inmediato y avanzó hasta su compañero recibiendo dos cartas, una era de sus padres y otra de su querido J. Volvió a su cama y en cuanto estuvo sentado en ella donde nadie alcanzaba a leer, las abrió. La primera que leyó fue la de sus padres, no les había contado que la siguiente semana saldría de la escuela unos dos días, porque seguramente su padre lo vendría a buscar y arruinaría su plan de ir con Jungkook. Todo seguía normal en casa, su madre tranquila en casa como siempre haciendo aseo y comidas, y su padre trabajando harto. Les respondería luego, aunque no sería necesario si los vería en unos días, luego leyó la carta de Jungkook, el 30 de abril le había escrito.


Su sonrisa se mantuvo hasta el tema del casamiento, frunció el ceño mientras leía y su corazón latía rápido, volvió a sonreír cuando leyó la pregunta. Se sentía tan feliz, pero a la vez preocupado, ¿Fugarse? Él quería ser un marinero y trabajar de ello, el mar es su pasión, pero más grande es su amor por Jungkook. Sería una decisión difícil, irse lejos con Jungkook y ser felices... O ser feliz solo siendo marino... Inhaló y exhaló profundamente para continuar leyendo, apretó los labios en cuanto leyó que habían ejecutado a otra pareja.

Terminó sonriendo un poco al final y dejó la carta a un lado, le contaría lo que había ocurrido estos días en persona, solo quedaba menos de una semana para poder verlo y eso le ponía demasiado feliz.


—¡Hey! ¿Y esa sonrisa? —RM mantuvo apoyada su mentón en el colchón de Agust, no alcanzaba a leer las cartas de Agust, pero por lo que le contó una vez, "Josefa" era "J" de sus cartas, sí, mintió, todo para que no le ejecutaran. —¿Es por Josefa?


—Sí... —dejó las cartas guardadas y miró a su nuevo amigo. —Nos juntaremos el viernes cuando salgamos.


—¡Wow! Oye y ¿Cuánto llevan?


—Cuatro años juntos, nos conocimos en el 93 y definitivamente fue amor a primera vista.


—Es mucho, ¿Y se van a casar? —Agust rió un poco y asintió.


—Espero algún día poder casarme con ella... Solo que nuestros padres no están muy de acuerdo, Josefa es universitaria y tiene más dinero que yo, ¿Me entiendes?


—Esto de que no nos junten con los de clase alta es horrible, tu lucha no más Agust, si de verdad la amas entonces no será problema para que estén juntos. —Agust volvió a sonreír algo fingido, no solo era el tema de las clases, sino que su querida Josefa era más bien un hombre que se llamaba Jungkook.

Letters to my favorite sailorWhere stories live. Discover now