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⚓Especial VMIN⚓



Jueves 09 de agosto 1798.


Poco a poco comenzaba a abrir sus ojos el más alto, había una cortina blanca alrededor suyo, alrededor de su cama igualmente blanca, se le hacía raro ver todo eso sobre todo cuando lo último que vio fue que un poste casi mata a su compañero.

Se vio a sí mismo, tenía uno de sus brazos vendados, la mano contraria igualmente con una tela, su torso vendado, continuó levantando las sábanas con cuidado para ver sus piernas, estaban intactas, pero uno de sus pies igualmente estaban vendados.

A la hora de bajar las sábanas se encontró con una persona que dormía, tenía apoyada su cabeza sobre la camilla y el cuerpo sentado sobre otra silla a su lado, una persona que menos se imaginó estaría ahí con él. Con cuidado llevó su mano vendada hasta la cabeza del contrario, ¿De verdad era él? Acarició sus cabellos que no olvidaría jamás, suaves y sedosos como siempre.


—¿Jimin? —preguntó en voz baja y con ello el contrario se despertó de a poco, al darse cuenta de que su compañero había despertado ahogó un grito de emoción, simplemente se lanzó para abrazarlo.


—Taehyung... Estás vivo... —no resistió, las lágrimas comenzaron a salir a flote para el más bajo y Taehyung aún sin entender nada del por qué Jimin lo abrazaba, igualmente correspondió el abrazo cerrando sus ojos, solo que tuvo que separarse un poco luego de quejarse por culpa de las heridas. —Oh, lo siento, lo siento, ¿Te duele mucho? —se separó para poder cuidar de sus brazos y manos dejándolos reposar sobre su cuerpo. —¿Te ayudo a acomodarte?


—¿Qué pasó, Jimin? —preguntó Taehyung aún desorientado, se suponía que solo hace minutos atrás odiaba a Jimin antes de salvarlo de un mástil. El contrario suspiró separándose del cuerpo de Tae luego de acomodarlo para que se sentara sobre la cama, acomodando las almohadas para que no doliera su espalda. Tomó un vaso con agua y poco a poco le dio de beber de ella, en seguida dejó el vaso sobre la mesa de a un lado para acomodarse en su silla y volver a ver al más alto.


—Estuviste durmiendo por una semana y algunas horas... —fue lo único que dijo Jimin esperando la reacción del contrario. ¿Una semana durmiendo? —Sé que es sorprendente, luego de que me salvaste la vida por culpa del mástil que se cayó, pensamos que habías muerto, pero simplemente estabas desmayado...


—Pero... ¿Ganamos contra los franceses o perdimos? —continuó preguntando Tae y Jimin asintió con una sonrisa.


—Ganamos. Tuvimos algunas bajas, pero no tanto como los franceses... —soltó una pequeña risa para después ofrecerle nuevamente agua al contrario y este asintió. —Solo fueron tres días de guerra y a toda la armada marina nos dieron beneficios por parte del gobierno por salvar el país.


—Y te subieron el rango... —dijo luego de tragar el agua que le había dado Jimin, volvió a dejar el vaso sobre la mesa y el más bajo asintió viendo que en su uniforme estaba la insignia del siguiente rango. —Teniente Jimin... Felicitaciones. —dijo finalmente bajando la mirada hasta sus manos. Un silencio permaneció por parte de ambos, aquel tema era complicado, pero ya no podían dejar de lado aquella conversación que tuvo que haber sido varios años atrás.

Letters to my favorite sailorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora