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Lunes 23 de julio 1798


En la ciudad habían comenzado los rumores de una posible guerra, debido a que hace meses atrás ocurrió que el general Napoleón Bonaparte trataba de invadir Egipto como el primer paso de una campaña contra la India británica, en un intento de sacar a gran bretaña de las guerras revolucionarias francesas. Mientras la flota de Bonaparte cruzaba el Mediterráneo, una fuerza británica bajo el mando de Horatio Nelson, la cual había sido enviada desde la flota del río Tajo con el fin de averiguar el objetivo de la expedición francesa y derrotarla, comenzó su persecución.

Durante más de dos meses persiguió a los franceses, llegando a estar en algunas ocasiones a tan solo unas horas de ellos. Bonaparte, que conocía los planes de Nelson, guardó con total discreción su destino y consiguió tomar Malta y después llegar a Egipto sin ser interceptado por las fuerzas navales británicas.

Con el ejército francés en tierra, la flota francesa echó el ancla en la bahía de Abukir al nordeste de Alejandría en donde ellos pensaban que estarían a salvo, pero fue por poco tiempo.


Ya había pasado un poco más de una semana desde que Horatio le informó a Seokjin sobre lo que harían, a los practicantes del barco aún no se les decía nada, pero las personas en tierra comenzaban a preocuparse, ¿De verdad irían a una guerra? Todas las familias de los practicantes protestaban a las afueras de la armada británica esperando respuestas y del por qué no habían dicho nada. A pesar de las protestas aún no se daba anuncio de nada y los superiores no hablaban, Jungkook al igual que una de sus amigas se encontraban a las afueras de la armada debido a que la chica tenía a su novio en uno de los barcos, Jungkook guardando silencio que solo la acompañaría para que no estuviera sola, en realidad estaba igual o más aterrado que ella por la noticia, no quería que Agust muriera, no quería perder al amor de su vida.

Aquel lunes 23 de julio fue cuando por fin se les informó a los practicantes...


—¡Chicos, el contraalmirante, el capitán y el suboficial nos quieren arriba! —hablaba uno de los marinos que se había detenido a mitad de las escaleras para dar el aviso a los hombres que se encontraban en el tercer puente para así avisarles a los que estaban en el segundo y primer puente para que subieran.


—¿Nos asignarán otras tareas? —preguntó RM hacia Agust que estaba a su lado.


—Nos vamos a la guerra. —habló un muchacho que se encontraba detrás de ambos chicos, Agust y RM se dieron media vuelta viendo confuso al contrario.


—¿Y tú quién eres? —preguntó esta vez Agust observando al chico con detenimiento, cabello desordenado color café oscuro, piel morena, un lunar en su nariz y un cigarro en la boca.


—¿Qué te importa? —exhaló el humo levantando su mentón para darle otra calada al cigarrillo y apagarlo para después levantarse de su hamaca.


—¿Cómo es eso de que nos vamos a guerra? —volvió a preguntar Agust algo confundido por la tranquilidad del chico, quien se acercó hasta él dándose cuenta de que era un poco más alto que él, casi la altura de RM.


—No sé, solo estoy jugando con ustedes. —soltó una risa de burla y luego se dirigió hacia las escaleras como los demás practicantes que igualmente subían. RM y Agust alzaron los hombros viéndose y siguieron a la multitud.

Letters to my favorite sailorWhere stories live. Discover now