Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ > J.JK

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 ❯── 𝔹𝕦𝕖𝕟𝕒𝕤, ℕ𝕠𝕖𝕞𝕪𝕤 ──❮

La mañana siguiente, mientras desayunaba espere que llegara Dina. Que anoche también tuvo su cliente habitual de los lunes y martes. 

Estaba ansiosa y asustada por contarle lo sucedido con el extraño hombre que sabe mi nombre. El sabía mi nombre, joder. 

Dina tomó asiento a mi lado, dejó su taza de café sobre la mesa y se acomodo el incómodo y ridículo trajecito diminuto que nos hacen llevar. 

Dina - ¿uy que te pasa? estás muy pálida. 

Lea - mi cliente sabe mi nombre real… 

Dina - ¿¿Se lo dijiste?? 

Lea - no, claro que no… él me llamó Lea, era como si supiera quien soy. 

Dina - soy la única que sabe tu nombre aquí, ni siquiera el resto lo sabe. Debe de conocerte de fuera. 

Lea - pero no me suena haberlo visto en mi vida… 

Dina - es extraño. Yo te juro que no se lo dije a nadie. 

Lea - lo sé, lo sé. Es como si él me conociera de algo. No solo mi nombre. Pero yo a él, no. 

Dina - ¿te trata mal o algo? 

Lea - diría que no, las veces que estuve con él no me faltó al respeto nunca. Es de pocas palabras, apenas habla. Juraría que es hasta delicado conmigo. 

Dina - mantente alerta, nunca se sabe con los tipos de aquí. Es mejor prevenir que curar. Desayuna rápido, Esmeralda nos está mirando. 

Era cierto, la rubia de pelo rizado y tez morena nos miraba de brazos cruzados. Esmeralda y Tiffany son dos de las perritas falderas del jefe. Lo tratan como si fuera su chulo, pero el pasado bastante de ellas. 

Según me dijo Dina, se creen importantes por haberse tirado en algún momento al jefe. La cosa es que muchas lo hicieron y no se creen mejores, de hecho la mayoría se repugnan a ellas mismas después de eso. 

Lea - no las soporto. Son tan egocéntricas y estúpidas. 

Dina - que me vas a contar, llevo conociendo a Esmeralda cinco interminables años… lo único que sabe hacer es tirarse a los clientes por una miseria. Y hacer todo lo que dice el jefe. 

Dio un largo sorbo a su café, para después suspirar. Me gustaba su compañía, me trataba como si fuera su hermana pequeña. Siempre que puede me defiende cuando trabajó de camarera y se sobrepasan conmigo. 

Lea - cuando salgamos de aquí, ¿Qué quieres hacer? 

Dina - me encantaría ver el mar, sentirme libre. 

Lea - nunca te pregunte de donde eras… 

Dina - Irlanda, mi verdadero nombre es Isabelle. Trabajaba de traductora, cuando llegué a China. Y como tú, de la noche a la mañana aparecí en un club, pero no fue en este. Cuando yo llegué era uno mucho más cutre. Poco a poco fueron haciendo más y haciendo todo más grande, hasta llegar a esto. 

Lea - estoy segura de que saldremos de aquí. Juntas. Saldremos juntas, Isa. 

Susurró lo último, la chica me sonrió. Dejó la cabeza apoyada en mi hombro y suspiró de nuevo. 

Dina - tú tienes a personas esperándote, yo ya lo dudo mucho… 

Lea - pase lo que pase, me tendrás a mi. Nos tenemos la una a la otra.