××Un Error××

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—¿lo oyes?—dijo con una expresión seria en el rostro.

Su hermano sentado en el suelo en una de las esquinas de la sala negó confuso, no entendía porque se había detenido para hacer esa pregunta, eran pasada la una de la madruga y además del ladrido de los perros callejeros no se escuchaba nada más, bueno nada más que los ladridos y los gemidos de dolor del jóven que estaba bajo el zapato de su hermano mayor quien cada vez presionaba con fuerza su calzado contra la cabeza de aquel pobre estúpido que se cruzó en su camino.

Aquel rubio que salió de un bar hace dos horas tambaleándose borracho debido a las copas que ingirió. Esa noche los pueblerinos sabían que los cielos estaban despejados, el Asesino de la Luna saldría así que apenas dieron las siete de la noche todos se ocultaron  en sus hogares, excepto el joven despechado que decidió beber para olvidar un amor no correspondido.

Debió embriagarse en casa, así estaría sano y salvó.

—el dulce sonido que acompaña mis manos cuando hago un corte en la piel...—enterró su navaja en el pecho del muchacho haciéndolo gritar al instante—...desapareció

—para dejarlo claro, eso no fué un corte—su hermano se levantó y camino a ellos pisando la sangre esparcida en el suelo—fué una apuñalada, además no entiendo nada de lo que dices

—me refiero a que no siento lo mismo, la adrenalina, la sensación de satisfacción, el poder—suspiro desanimado—desapareció desde que Lexi...

—¿escapó de tí?

Asintió cabizbajo.

—¿y que piensas hacer?

—dejarla tranquila durante éstos tres meses es suficiente—tomó la cabeza de su víctima y en un movimiento ágil le cortó la garganta terminado con su vida—es hora de ir por ella, pero antes necesito hacer una llamada

—no me digas que...

—si, llamaré a nuestra hermana

.....

La casa era un desatre, una docena de policías estaba por doquier, caminaban ansiosos hablando de lo que había pasado, específicamente de la carta de amenaza que llegó por la mañana al buzón  de la familia Reed.

Lexi faltó a clases y debió permanecer en su habitación por orden de su padre hasta que Morton y Norman llegarán, luego que su madre los llamase no tardaron en aparecer.

Ese acto del asesino confundió a los experimentados detectives y no sabían que decisiones tomar.

—¡'Iremos por tí'!—furioso, leyó Norman la hoja de papel ya que junto ésta había un dibujo de una princesa montada en un caballo—¡se está burlando!

—están—corrige Lexi.

Sus palabras salieron sin pensarlo, y todo se detuvo, cada uno de los presentes voltearon a verla sorprendidos de su declaración.

—¿están? —repite Morton

Por supuesto, cuando ella escapó del Asesino de la Luna y llegó a la comisaría seguía en shock y olvidó decirles que cuando la tuvieron cautiva vió no sólo al asesino, también a otra persona. Días después lidió con los regaños de su padre repitiendo lo imprudente que había sido, añadiendo el estrés de los interrogatorios, la presión de ir a un nuevo colegio y tan sólo ese recuerdo se borró, hasta ahora.

—bueno...—mordió su labio indecisa si abrir la boca, ¿era miedo lo que sentía?—talvez había alguien más con él esa noche

—¿no lo recuerdas del todo?—indaga Norman

Lexi vió a su padre quien parecía furioso, era normal verlo así, no importa si hace las cosas bien o mal, para Timothy Reed es lo mismo, su hija era una decepción.

Norman notando la expresión de la joven se movió frente a Timothy de tal manera que los ojos de Lexi fueran al detective.

—dime lo puedas—pidió en tono pasivo

—yo... —Lexi volvió a dudar, sin embargo cerró sus ojos y dijo lo que tenía que haber dicho desde un principio—estaba en una habitación con la puerta cerrada, había una ventana, tenía un pequeño teclado numérico con el que podía abrirla, el vidrio era irrompible, al menos eso pensé, pero él dijo que tenía un truco para romperse, en un instante me acorraló y puso un cuchillo en mi garganta, sentí terror.

—Lexi, eso ya lo sabemos—habló Morton

—luego lo golpee y salí corriendo—ignorando las palabras del detective continuó reviviendo aquello—la puerta se abrió, otra persona apareció, otro hombre, quizás lo golpee, logré salir al pasillo, bajé las escaleras,abri todas la puertas que encontré hasta que di con la salida, seguí corriendo, escuche unas campañas, ví las luces de un auto, una pareja me ayudó y llegué a la comisaría.

Al abrir sus ojos unas lágrimas deslizan por su rostro, la madre se levantó y abraza a su hija mostrándole su afecto, acaricia su cabeza y le repite 'está bien cariño, todo está bien'.

Morton y Norman  comparten una mirada y salen de la casa sin que nadie lo note, caminan calle arriba en silencio hasta llegar a una colina dónde se ve parte del pueblo.

—¿estas pensando lo mismo que yo? —dice Norman contemplando la vista que tienen delante.

—las campanas—responde Morton—la iglesia es la única que las tienes, está situada en un lugar concurrido porque el parque queda justo al lado, por esa zona se encuentran varios negocios, todos de un sólo piso, si Lexi dijo que bajó las escaleras eso reduce la búsqueda a las únicas quince casas que hay alrededor.

—no son muchas, es un alivio—añade Norman

—no te confíes, conosco a todos los habitantes, Orville es un pueblo pequeño.

—¿eso que tiene que ver?

—recuerda que Lexi mencionó que su atacante tenía los ojos color esmeralda, investigue y las personas de los que te hablé el día que llegaste, los que tienen ese color de ojos, todos viven en esa zona, no sé si es casualidad o algo muy bien planeado por ese imbécil.

—no seas tan paranoico, no pienso que el asesino hubiera planeado vivir en una zona llena de personas que tuvieran el mismo color de ojos que él, lo único malo es que no podemos conseguir una orden de registro para esas propiedades sin tener algún tipo de pruebas.

—por el momento tendremos que hacerlo a la antigua.

—te refieres a...

—amigo mío, haremos lo mismo que en nuestros primeros años como policías.

A lo lejos una sonrisa crecía con malicia mientras que sus ojos de aquel color hermoso brillaron como no lo había hecho nunca, no le podía quitar la mirada a esos detectives que lo retaban sin miedo.

Se acercaba la batalla, una sola.

Inteligencia y habilidad.

¿Quien tendrá más posibilidades de ganar?.

AEDUS ©Where stories live. Discover now