××Perdóname××

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El viento sopla fuerte, el frío de la madrugada es su compañia, el cielo de estrellas fué reemplazado por los colores de un amanecer y cuando se escuchan las campanas de la iglesia sonar anunciando que son las 5 am, la silueta del hombre se muestra con claridad.

Las llamas ardían a su espalda, la escena parece sacada de una película, y asi, caminando con la frente en alto y mostrándose tranquilo, él llegó frente a los hermanos.

—¿¡porque sigues vivo!?, deberías estar muerto—dice Dany

—sigue vivo porque así lo quise

El ceño de la muchacha se frunce y mira a Aedus.

Salió justo cuando la casa colapsa debido a que el incendio la cubrió en su totalidad.

—¿asi como así lo dejaste vivir?—indaga confusa—¿tú?

—¿nos dirás porqué?—dijo Caleb

—fácil, lo decidí por ésto

Aedus busca en el bolsillo de su pantalón y saca una libreta, la misma que tiene el nombre de cada una de sus víctimas, el joven la abre y les muestra una de las páginas, el nombre del detective Norman está escrito con sangre.

Dany busca con la mirada la herida en Norman y la encuentra en su muñeca derecha.

El detective al notarlo rápidamente la cubre con su mano.

—es un seguro, una trato que me permite seguir en el juego—añade Aedus

—estabas por acabarlo ¿no? —menciona Caleb—¿porque quieres seguir...?

—el juego tuvo cambios que no imaginé, al principio sólo tenía que matar a los detectives y después a Lexi—sonríe—pero quizás es muy simple, ya uno de ellos murió, sólo quedan dos—mira a Lexi—el detective hizo que me diera cuenta que tengo otra alternativa, un nuevo final para ésta mierda.

—se metió en tu cabeza—murmura Dany

—¿¡qué!? —responde Aedus, indignado—¿crees que dejaría que eso pasara?

—¡aún eres un estúpido niño!—gritó

—Dany, cálmate—pide Caleb

—¡no voy a calmarme! , Aedus piensa que seguirle la corriente a Norman será divertido, y es por eso que todo lo que hicimos será en vano.

—¿ahora soy Norman? —le habla el detective—es irónico, hace unos días gemiste mi nombre en medio de aquel beso, recuerdo bien como tus labios se abrieron y me llamaste Alex.

Ella suelta una carcajada.

—lo fingí.

— tienes razón, ¡finges con todos, con tus amigos que esperan que vuelvas a casa, con tu prometido que piensa que lo amas, y me mentiste así como lo hiciste con él! —soltó furioso

La expresión en el rostro de la joven cambia, la burlesca sonrisa desaparece, Dany aprieta sus dientes y una lágrima desliza por su mejilla.

Norman sabe que dió en el clavo, aunque le duela en su corazón, ella nunca lo amo, nunca lo vió como un hombre, sólo lo veia como algo desechable, sin embargo...si le recordaba a aquel chico al que Dany nunca pudo olvidar, movería las emociones que trataba con desespero ocultar.

—él no tiene nada que ver—se acerca a Norman quedando cara a cara—¿ésto planeabas?, ¿querias ver mi reacción?

—si—aclara—tenía que comprobar una cosa—acorta la distancia y choca su frente con la suya

—¿comprobar?

Norman asiente.

—comprobar que me enamoré de quien no debí, y así es como quería verte por última vez—susurró sobre sus labios

Justo cuando la última palabra de Norman sale para su amor no correspondido, suenan varios disparos.

Caleb retrocede poniéndose alerta y Aedus camina a Norman y le quita el arma que momentos antes le dió.

Norman la ocultó desde que salió de la casa, nadie sospechó de que la traía consigo.

Las piernas de Dany tiemblan, ya no soportan su peso y cae en los brazos del detective, empezó a tose sangre mientras Norman la aprieta en un abrazo contra su cuerpo.

Los disparos fueron en el abdomen, las balas entraron y salieron causándole una herida mortal.

—cumplí mi parte—la voz de Norman se le quiebra—cumple la tuya.

Caleb trata de acercarse a Dany y Aedus menea su cabeza negando. Él obedece y se queda quieto.

—entonces, ¿así termina?—pregunta Dany.

Sus lágrimas ya cubren su rostro, el corazón de la chica aumenta sus latidos y su respiración se vuelve lenta.

—fuiste una buena hermana—le contesta Aedus—aquí termina para tí.

—tú.. Por... Porque...e..e...es nuestra...

—Caleb, te lo explicaré luego, ahora debemos irnos, sube al auto, deja a la abuela en Broussard, es un ciudad que está a 20 minutos de aqui, hay un hotel cerca de la avenida principal, dejala en ese lugar, después ve a está dirección con Lexi—le da un pedazo de papel doblado a la mitad—y espera por mí.

Caleb desvía sus ojos a Dany quien apenas respira y asiente dándose la vuelta, no le conviene llevarle la contraria.

Lexi observo todo, por más que trate de entender no lo hará así que antes que Caleb tomara su brazo, se levanta del suelo y por voluntad propia entra en el auto junto con la abuela.

Lo mejor es hacer lo que piden sin oponer resistencia, al menos si piensa seguir con vida.

Cuando el auto se marchó dejando atrás a las tres personas que quedaban, Norman habló.

—¿que sigue?—pide saber

Aedus giró sobre sus talones y se alejó.

Norman entiende que le está dando espacio para despedirse de ella.

—¡perdóname!—habla con un nudo en su garganta.

Él la apretó con más fuerza y sintió como Dany soltó su último aliento.

Los gritos y sollozos de Norman hacen a Aedus voltear.

—patético—logró decir.

El muchacho reafirmó lo que siempre supo, él nunca sentirá ninguna emoción, pues ahora no sintió tristeza ni remordimiento por la muerte de su hermana.

Da igual.

Un nuevo día llegó, las cosas se salieron de su control pero tendrán el mismo resultado.

El asesino de la Luna hará una pequeña parada y en unos dias, su paz llegará.

AEDUS ©Where stories live. Discover now