Inefable

23. Y yo solo soy yo

Capítulo 23:

Y yo solo soy yo

***

Dean:

Y este soy yo...

No, por supuesto que no voy a comenzar como esas películas adolescentes que pasan por Disney.

—Dean, ya son las siete—mi tía toca con fuerza la puerta—. ¿Estás haciendo algo que no debo ver?

—Si, estoy viendo algo sobre la anatomía humana.

—No estoy bromeando.

—Ni yo.

—Solo sal, llegarás tarde.

Doy un suspiro y meto mis páginas bajo el colchón de la cama.

—¿Ya estabas listo?—ella frunce el ceño al verme salir.

—Siempre lo estoy.

—Pensé que no recordabas que debes ir donde Sarah como siempre.

—Lo recuerdo muy bien, es mi rutina de todos los días.

—Te noto cansado y estás bostezando, ¿estás trabajando más de lo debido de nuevo?

—Ya debo irme.

—Dean, ya te dije que no estoy de acuerdo acerca de tus turnos extra.

—Y ya te dije que debo irme. ¿Tengo que cantar una canción sobre irme y bailar a pesar de que ya es tarde?

—No trates de distraerme con tu sarcasmo, hablo en serio.

—Estoy trabajando lo necesario, yo sé cuál es mi límite.

—No, en definitiva no lo sabes.

—Duermo lo suficiente, tranquila.

—Un poco más de dos horas todos los días no es bueno, y no trates de mentirme porque sé que regresas tarde de la plaza y luego sales misteriosamente por la madrugada.

—Lo de la madrugada tiene una explicación... una calurosa y buena explicación.

—¿Y qué piensa Sarah sobre que su nieta salga contigo a esas horas?

—Hoy amaneciste preguntona.

—No, Sol me agrada, pero tengo el presentimiento que no sabe que estás trabajando en exceso y tampoco duermes por salir con ella.

—Estoy perfec...—una presión en mi cabeza me hace cerrar los ojos de manera dolorosa.

—Y vuelven tus migrañas, excelente, Dean, eso es estar perfecto.

—Solo me tomaré algo.

—Te dije que dejaras de pensar tanto en esta estupidez del alquiler, no debes estarte enfermando por ello.