espontáneo; Levi Ackerman [En Edición]

Capítulo 42

— Creo que voy a vomitar... —murmuró Liese apoyándose en una pared, parecía que hasta quería abrazarla.

— Liese-san, las personas se veían muy felices con su presencia. —comenta Historia alegremente— ¡La corona le queda pintada!

— Jamás en mi vida había estado rodeada de tanta gente... —volvió a hablar la ceniza en un murmullo para ella misma sin escuchar realmente lo que hablaba la joven.

Habían derrotado al padre de Historia y el pueblo aclamó orgullosamente a su nueva Reina, aunque Liese insistía en darle créditos totales en la muerte de su progenitor a Historia. Liese fue quien se llevó el mayor reconocimiento de ello. Ahora mismo la pobre Fritz se encontraba temblando después de su tan inesperada coronación como la auténtica Reina. Gracias a Dios está ya había concluido y estaba hecha más que un manojo de nervios. Historia era ahora su dama y mano derecha.

— Liese-san... —la llama algo preocupada al notar lo pálida que se miraba.

— ¡Estoy bien es solo que-

Sus palabras se quedan suspendidas en el aire al notar al grupo de jóvenes aproximarse hacia ellas.

— ¡Con que ahí estaban! —expresó Jean con una sonrisita socarrona. Todos ellos estrenando su nuevo uniforme.

Las parientes lejanes se volcaron a ver a sus compañeros.

— ¡Chicos..! —Historia llegó hasta ellos con emoción, mientras que Liese se despegaba roboticamenre de la pared.

— ¿Que ocurre con Liese? Parece como si hubiese visto un fantasma. —comentó Eren mirando extrañado a la de orbes color miel.

— Tan sólo está nerviosa... —respondió la rubia.

— Sí... Espero que no olvide mi buffet gratis de por vida. —musitó Sasha dirigiéndole una mirada acusadora a Liese quien se estaba reincorporando de sus náuseas en su lugar.

—¿Dijiste buffet de por vida? —Connie se volcó a mirar a Sasha con los ojos bien abiertos, evidentemente interesado. Eso que la castaña había mencionado llamó su atención de más.

—  Bueno...—la joven entrecierra sus ojos y con una sonrisa orgullosa rascó su nuca— Hace unos días atrás tuve una conversación con Liese-san y ella... Aceptó.

— ¡¿Qué?! —soltó Connie algo resignado y en voz alta, tanto que Jean -quien estaba parado a un lado suyo- le metió un codazo discreto en sus costillas— ¿Por qué diantres no me incluiste dentro de tu petición? —moderó su tono de voz en un murmullo. Tampoco quería que Liese lo escuchase, eso sería algo vergonzoso.

— ¡Lo siento! —se disculpó Sasha en un susurro. No supo en qué momento la nueva Reina se había acercado tanto a ellos, pero se encontraba manteniendo una charla con Eren, Historia y Mikasa, mientras que Armin simplemente se dedicaba a escuchar atento, como Jean con ellos— ¡No podía pensar en otra cosa más que el manjar que voy a tener! Puedo guardarte un poco...

— Oh... ¡Cierra la boca! —gruñó el de casquete corto, interrumpiéndola— ¡Has roto el código de mejores amigos!

Jean al escuchar aquello inevitablemente rechistó, dejando ir una risita algo absurda. Connie lo volteo a ver ligeramente ofendido y con los ojos entrecerrados.

— ¿De qué te burlas cara de equino amorfo? —escupió cabreado, provocando que Sasha soltara una sonora carcajada por el insulto del Springer.

— ¿Cómo me has llamado, maldito calvo? —una comisura de los labios de Jean se frunce con molestia y posa sus manos en sus caderas para después inclinarse peligrosamente hacia el de más baja estatura.