Capítulo 14

5.1K 476 51
                                    

Jean me dejó a mi primero montar a su caballo, después el se sentó detrás mío.

—Jean, llamaré a mi yegua —informé mientras de mis labios escapaba un silbido.

—¡Entendido, Capitán! —exclamó seriamente el rubio. Fue rápido, para cuando Luciel llegó relinchando a un costado de nosotros. De un brinco llegué a la silla de montar de mi yegua— ¿Cómo demonios es que no moriste, Liese? —me interrogó el rubio con intriga.

Gire a verlo sin ninguna emoción.

—No iba a morir de la misma manera en la que murió mi escuadra —expliqué secamente mientras sentía la bilis acumularse en mi garganta.

—Pero... no te ves con un daño tan grave, de hecho no aparentas ningún dolor — acotó sorprendido.

Parpadeé varias veces extrañada, era verdad lo que decía, mis malestares habían desaparecido .Regresé mi vista hacia nuestro destino, estaba preocupada, Levi fue por Mikasa; pero ella iba en busca de Eren y... Eren estaba luchando contra la titan. Levi se enfrentaría contra ella sin importar que.

Tenía que regresar a por ellos, no los
dejaría. Fuertemente arreé mi caballo devuelta de donde veníamos.

—¡Cabo! —me gritó Jean.

—¡Busca al comandante y muéstrale los puntos muertos de nuestros compañeros! —le ordené mientras dejaba ir un suspiro.

—¡A sus ordenes!

Me encaminé en busca de Levi, Mikasa y Eren. Estaba nerviosa, muy nerviosa por lo que me encontraría.

—Que estén bien —susurré mientras me encontraba con la titán, estaba en el suelo sentada; de sus ojos brotaban lágrimas. Guíe mi vista hacia arriba, ahí estaban las personas que esperaba ver.

—¡Oigan! —los llamé en un grito; Levi quién traía cargando a Eren y Mikasa me vieron con los ojos muy abiertos.

Se acercaron a mi velozmente.

—Te pedí que te fueras, ¿qué haces aquí? — me interrogó Levi en un tono molesto mientras colocaba a Eren adelante de mi montura para que este no cayera de lo inconsciente que estaba.

—Quería asegurarme de que estuvieran bien —miré con preocupación a Eren. No me atrevía a tocarlo... ¿estaba mojado en babas?— ¿Qué le ocurrió?

—Dejemos las explicaciones, larguémonos de aquí — espetó Mikasa mientras esta comenzaba a escabullirse entre los árboles.

Jalé la rienda de mi yegua para que está comenzará a correr, me sentía aliviada, estábamos bien por el momento. Volví a dirigir mi vista hacia la titan, ¿por qué lloraba?

  ***

Llegamos los cuatro al punto de reunión, una vez que recolectaron todos los cuerpos de los compañeros muertos. Colocaron a Eren en una carretilla y vendaron su cabeza. Veía la hilera de los cuerpos sin vida, el aire acariciaba mi rostro; suspiré cerrando suavemente mis ojos. Mi cabellera castaña se movía al compás entre las ondas del aire, al igual que mi capa verde de la Legión. Perdimos a más gente de la que creí que perderíamos.

Partimos de vuelta hacia la Muralla, cabalgaba con la vista ida.

—¡Se acercan titanes! —informaron militares desde la parte trasera.

—¡Cabalguen a toda velocidad! —indicó el comandante Erwin tras ver el humo rojo teñido en el cielo.

—No veo árboles altos ni edificaciones — espetó Levi a un lado mío— Será complicado luchar aquí.

—Lo mejor será huir en dirección a los muros —comenté mientras seguía con el recorrido.

Erwin siguió con el camino. Levi y yo retrocedimos hacia las carretas que cargaban los cuerpos.

—Avisa a los demás que arrojen  los cadáveres hacia los titanes para que no nos alcancen —me indicó Levi mientras se aproximaba a una carreta. Asentí con mi cabeza y me aproximé a mi objetivo explicando lo que debían de hacer. Fue complicado convencerlos, pero tuvimos éxito; tanto en convencerlos y deshacernos de los titanes.

Llegamos al muro, Eren ya había despertado y la mayoría del cuerpo se encontraba cabizbajos por el fracaso de la misión.

—¡Capitán Levi! —escuché que llamaban al azabache. Me volqué a ver de quién se trataba, era un señor un poco adulto— Mi hija está en sus filas. Soy el padre de Petra —explicó el señor un tanto nervioso. Con que se trataba del padre de Petra...
Acaricie la trompa de mi yegua suavemente mientras caminaba, esperando la tragedia que se llevaría el señor— Me gustaría hablar con usted antes de verla. La chica me envió esta carta —elevó una carta con su mano— Dice que, en reconocimiento a sus habilidades, se la llevó a su escuadrón y que está dispuesta a desvivirse por usted — explicaba el señor a Levi, el simplemente fingía como si nadie le estuviera hablando, permaneció serio— Supongo que, con tanta emoción, no habrá tenido en cuenta mis sentimientos —río el padre de Petra — de todos modos, como soy su padre, creo que aún es pronto para darle a usted la mano de mi hija.

Abrí mis ojos perpleja tras escuchar esas palabras.

¿Qué?

¿El insinuaba casar a Levi y a Petra?

—Es joven y tiene toda la vida por delante —continuó recitando el Padre de Petra.

Si tan solo supiera que ella está muerta...

Dejé de prestar atención a todas las preguntas del pueblo. Estaban enojados y querían una explicación de la baja de soldados y la misión fallida...

Continuará...
[capítulo editado]



espontáneo; Levi Ackerman [En Edición] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora