Segunda Parte

1K 85 26
                                    

Fue una idea inocente con una intención inocente, o eso afirma Bugs. Él sabía que lograr una unión más intima con sus próximos colaboradores no sería tarea fácil así que pensó "solo hace falta una pequeña ayudita" y esa ayuda consistía básicamente en eso...alcohol. No iba a obligar a nadie a tomar, claro, pero lo que Bugs no tomó en cuenta es que alguien se robaría una considerable cantidad de botellas para luego echarlas sobre el ponche que bebían todos sin decírselo a nadie. ¿Y cómo lo averiguó? pues...

- ¡Baja eso José!

Pidió Panchito al guacamayo verde que tenía un florero apuntando hacia Wile. El coyote en cambio le apuntaba con un cañón, bien dispuesto a disparar en cualquier momento. Cualquiera pensaría que él tenía más posibilidades de dañar al otro de no ser porque no dejaba de balancearse de un lado a otro, y no alcazaba la mecha de su arma por más que lo intentaba.

- No hassssta que se disculpe- dijo arrastrando las palabras y algunas letras.

Panchito sabía que su amigo era pésimo bebedor, siempre se ponía violento y decía incoherencias, era por eso que cuando el conejo les ofreció un brandy a las rocas Panchito negó por los dos. Claro que no se esperaba que su compa hallara eso en otra parte, y en sus narices además.

Mientras el gallo trataba de apaciguar a su amigo, otros incidentes ocurrían en varias partes de la casa, porque en algún momento de la noche todos se fueron, o bueno, la mayoría. Porky, Petunia y Marvin por ejemplo, en su exploración por el "castillo" encontraron uno de los siete baños de la casa y no se resistieron a la idea de inundar todo, incluso Petunia siendo la más prudente de los tres no pudo evitar dejarse llevar y participar en la travesura. Max y los trillizos trataban de cuidar que Goofy no se accidentara con algo, lo cual no era nada fácil aun cuando no estaba ebrio, y ahora peor tantito. Desgraciadamente en el proceso de cuidarlo también Claudio se les sumo, ¿quién diría que el gallo Claudio también podía igualar al canino en cuanto a accidentes?

- ¿Quién rayos hiso esto? fuiste tú verdad pato inepto- acuso Donald señalándolo con un dedo tembloroso por el alcohol.

- Primero ten pruebas antes de acusar a alguien estúpido disléxico- dijo relajado el acusado.

Lucas también había bebido, no solo del ponche sino otras cosas que él mismo preparó en la barra improvisada que él y Bugs montaron, pero estaba lejos de estar afectado, o al menos no como lo estaban casi todos en esa casa. Lucas y Bugs eran por excelencia unos bebedores profesionales, ellos y tal vez Pepe, pero el zorrillo a diferencia de ellos, no sabía cuando parar. Pero si bien ambas estrellas de la Warner eran buenos con el alcohol, Lucas le ganaba al conejo. Unos diez tragos (que es lo que llevaba exactamente en ese momento) ponían alegre al pato mientras que a Bugs una leve sensación de mareo lo acompañaba.

Las estrellas de Disney pues...no manejan el alcohol, así de simple.

- ¿Estas bien Mickey?

Bugs se inclinó frente al roedor que estaba recargado sobre una pared, éste parecía muy mareado y a punto de vomitar.

- S-Si, estoy bien Bugs, no te preocupes- hiso un intento de sonreír pero mas bien parecía una mueca.

- ¡Mickey!- grito preocupado Donald mientras corría para socorrer al otro.

Los looneys miraron con interés la escena frente a ellos. Donald abrasaba los costados del ratón para intentar enderezarlo mientras le susurraba cosas al oído, y mientras, Mickey le sonreía tontamente y haciendo un gesto que increíblemente sorprendió a todos: besó la frente del pato para tranquilizarlo olvidando, evidentemente, que no estaban solos.

- Vaya, vaya, vaya- canturreo Bugs divertidísimo y llamando la atención de los menores, asustándolos a la vez-. así que es verdad, ustedes dos son pareja.

Looney Tunes // One-Shots Where stories live. Discover now