Katherine Debinham nació en una cuna de oro, pero desgraciadamente no con un título que le abriera las puertas ante la sociedad londinense. Desde pequeña obtuvo privilegios y una familia que la adora. Pero al pasar los años y llegar a su última temp...
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La primera noticia que recibió Katherine cuando llegó a su residencia fue: -He invitado al marqués de Normanby a cenar esta noche.
En ese momento quería matar a su madre, aunque después llorara su muerte, pero es que no podía creer lo que había hecho Lilith. Pensó llegar y darse un buen baño con fragancias suaves y pétalos de rosas, había escuchado que eran muy buenas para la piel, luego cenar con sus padres y después encerrarse en la biblioteca junto a Amy y leer un buen libro, preferiblemente uno romántico, y tenía planeado volver a leer la historia de Calpurina y Marco Antonio. Pensaba en ella misma como la emperatriz del imperio romano y su ardiente amante sin rostro.
Aunque desde la pasada noche, eso había cambiado.
Pero sus planes ahora se veían frustrados gracias a su madre y su gran idea de invitar al marqués a una cena, ahora lo único que le restaba era prepararse para las bochornosas e indirectas preguntas que estaba segura su madre le haría a Leo.
-¿Por qué lo invitaste sin preguntarme, mamá? - inquirió Kate.
-Pensé que sería buena idea cariño - respondió Lilith encogiéndose de hombros.
-¿Papá sabe de esto?
-Por supuesto - respondió su madre con orgullo.
-No puedo creerlo, es un complot en contra de su amada hija.
-No seas dramática mi cielo - dijo Lilith sonriendo y Kate la miró entrecerrando los ojos - ¿O vas a negar que no mueres por volver a ver al marqués?
-Yo... ¡Claro que sí, mamá! ¿Pero qué pensará él?
-Nada.
-Pensará que estoy muy necesitada de un marido, y para colmo uno con un título - dijo Kate rendida -. Yo no quiero casarme sin amor, mamá.
-Pero si te gusta el joven, y cuando se conozcan estoy segura de que se amarán - dijo Lilith positiva.
-No lo creo, Lord Leonardo estuvo enamorado de Emily, todo Londres lo sabía. Imagina que por cosas de la vida, el marqués y yo terminemos casándonos, ¿qué dirán de nosotros? ¿De mí? ¿Qué pensaría Emily?
-Deja a tu prima a un lado, y también la sociedad, yo solo quiero que tú seas feliz. ¿Y quién quita de que esa felicidad sea Lord Leonardo? Anoche los vi y parecían una pareja tan feliz y hermosa que me daría mucha pena no hacer nada para juntarlos.
-Eso solo pasó anoche, mamá. Un simple baile - Kate respiró hondo -. Yo solo vivo la realidad.
-Pero nada cuesta intentar, ¿no crees? - Lilith juntó sus manos y puso cara de súplica, sabía que su hija no se resistiría a eso.
-Está bien - se rindió Kate - ¿No entiendo cómo es posible que siempre ganes?
-Es un don - dijo Lilith riendo -. Ahora dime, ¿cómo estuvo la tarde? ¿La condesa de Warwick te trató bien?
