Capítulo 39

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Cuando Kate abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en su antigua habitación, a su lado estaban sus padres, mirándola con una sonrisa triste

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Cuando Kate abrió los ojos se dio cuenta de que estaba en su antigua habitación, a su lado estaban sus padres, mirándola con una sonrisa triste. Sabía que ahora ellos se sentían culpables por lo que sufrió cuando Emily estaba cerca. Pero nada de eso ya tenía importancia, ahora lo que importaba era que Emily ya no los molestaría.

—Mamá, papá — habló Kate quedando sentada en la cama.

—¿Te sientes mejor? — preguntó su madre.

—Sí, creo que solo fue la emoción y el estrés —respondió Kate.

—Hija — habló Walter acercándose a ella —, lo siento mucho, no sabía que Emily te daba esos tratos, si lo hubiese sabido yo...

—Papá, ya todo está bien — intervino Kate haciendo que su padre callara —. Emily hizo cosas horribles y...

—Y por eso pagará con creces — todos miraron a Leo, que estaba recostado en el umbral de la puerta, pero él solo miraba a Kate — ¿cómo estás, preciosa?

—Bien — respondió Kate. Leo se acercó a ella y besó su cien. Kate miró a sus padres y con la mirada les dijo que deseaba estar a solas con su esposo. Cuando ambos quedaron solos en la habitación, Kate lo miró a los ojos — ¿Qué pasará con Emily?

—Mikaelson vino por ella, ahora es cosa de él, y ella no la pasará muy bien, él no perdona las traiciones.

—Entiendo — musitó Kate, pensando en hacer la pregunta que rondaba su cabeza desde que vio a Leo en el umbral de la puerta.

—Creo que deberíamos volver a casa, ahí puedes descansar mejor — sugirió Leo tomando su mano y besando su dorso.

—Sí... pero antes quisiera saber algo — dijo Kate mirando sus manos unidas. No quería saber la respuesta, pero tampoco podría vivir y fingir felicidad con la duda comiéndole la cabeza.

Leo la miraba esperando lo que su esposa tenía que decir. Él más que nunca quería alejar a Kate de todo eso, solo iba a esperar la boda de su amigo Anthony y luego se la llevaría de viaje, a donde ella quisiera, únicamente quería hacerla olvidar todo lo malo que vivió a su lado. Hacer de su matrimonio más feliz, hacer feliz a la mujer que ama.

—Quiero saber la verdad — Leo se tensó al escucharla, de todas las cosas que esperó que ella dijera, no pensó en esa posibilidad —. Quiero saber la verdadera razón por la que te casaste conmigo.

—Kate, ya lo sabes, fue por...

—Eso es otra escusa, quiero saber la real, pudiste haberte casado con cualquier otra dama mucho más hermosa y con una dote suficiente para cubrir tus deudas. Por favor, Leo, terminemos con las mentiras.

Leo asintió sabiendo que Kate tenía razón, no podía seguir siendo un cobarde, si quería que su matrimonio recomenzara, tenía que ser sincero con su mujer. Convencerla de que esa estúpida venganza la dejó hace mucho tiempo, cuando se dio cuenta de que la única cosa que quería, era a ella.

No querias lastimarme (Saga #3 Amores Encadenados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora