Katherine Debinham nació en una cuna de oro, pero desgraciadamente no con un título que le abriera las puertas ante la sociedad londinense. Desde pequeña obtuvo privilegios y una familia que la adora. Pero al pasar los años y llegar a su última temp...
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Era consciente del odio que Emily sentía por ella, pero no sabía que sobrepasaba tantos los limites, hasta el punto de matar a su bebé aun dentro de ella. Katherine estaba furiosa, ya no quería contenerse y comportarse como la dama que era, Emily le arrebató la oportunidad de ser madre, y eso no lo dejaría pasar.
—Kate, debes calmarte un poco, sé que es imposible, pero...
—No me pidas eso — respondió Kate mirando fijamente a Leo, quien estaba a su lado.
Habían llegado a la residencia Debinham y ambos estaban parados frente a la puerta, sin esperar, Kate entró a la casa que una vez fue su hogar. A los alrededores no había nadie, pero justo en ese instante una sirvienta pasó.
—¿Dónde está Emily? — preguntó Kate.
—En su habitación, milady — respondió la sirvienta.
—Puede decirle que tiene visita.
—Como ordene, milady.
La sirvienta se alejó para hacer lo que se lo ordenó y a los pocos minutos llegó Emily, quien parecía sorprendida, pero rápidamente ocultó su sorpresa para sonreír cínicamente. Tras de ella llegó su madre, la Sra. Ivone.
—Qué grata sor... — Emily no terminó de hablar debido a la fuerte bofetada que recibió por parte de Kate. De fondo se escuchó el jadeo de Ivone.
Emily giró la cabeza con su mano puesta en su mejilla derecha, su mirada derrochaba pura ira contra Kate.
—¡¿Cómo te atreves?! — gritó Emily ofuscada.
—¡NO! ¡¿Cómo pudiste hacerme eso?! — gritó Kate de vuelta, acercándose aún más a Emily — Asesinaste a mi hijo, una vida, ¡Mi bebé! ¡Con qué derecho! ¡Eres una maldita que no soporta verme feliz! ¡¿Qué te he hecho para recibir todo tu odio?!
Debido a los gritos, a la sala llegaron los padres de Kate.
—¿Qué está pasando? — preguntó Walter. Ivone miró a su hermano algo preocupada, si él llegase a saber todo lo que ha hecho Emily, es claro que las repudiará.
—Hermano, Kate y Emily solo están discutiendo por cosas sin sentido, es como cuando eran niñas, ¿recuerdas? — respondió Ivone con una risa nerviosa. Kate la miró sin expresión.
—El asesinato de mi bebé no es una cosa sin sentido y mucho menos algo de niñas. Emily sabía exactamente lo que hacía cuando decidió que mi hijo no tenía derecho a nacer — declaró Kate mirando a los ojos a Emily, ella también miraba a Kate, con odio y rencor.
—¡¿Qué?! — la madre de Kate jadeó al escuchar las palabras de su hija.
—¡Eso no es verdad! — chilló Emily mirando a su tío — ¿Cómo podría hacer algo como eso?
—¡Deja de mentir, maldita víbora! —gruñó Leo con ira, se estaba conteniendo, pero ver a Emily mentir tan descaradamente, aun cuando sabe que está arruinada es como un detonador — Por ti, perdimos a nuestro bebé, alejé a Kate de mí y pené lo peor de ella, todo porque siempre quiste su vida, ¿no es así?
