04

141 25 3
                                    

El día fue menos pesado de lo normal a pesar de tener el doble de trabajo por sus constantes ausencias.

Pero el verlo ahí, tan concentrado en el trabajo e intentando salir de su estado depresivo me anima a continuar trabajando.

Verlo feliz alegra mis días.

Continuo a paso veloz intentando terminar todo antes de que llegue la hora de salida porque no quiero hacerlo esperar, afortunadamente soy bastante rápido.

En cuanto termino de responder el último correo él sale de su oficina y se recarga a mi escritorio mirando mi trabajo.

─¿Terminaste? ─pregunta ladeando la cabeza.

─Sí, solo este y ya ─contesto enviándolo─ listo, ¿Nos vamos?

─Sí, vamos.

Me levantando de la silla y lo sigo a la salida.

Es rara la vez que trabajo hasta tarde, por lo general me deja ir antes por mis estudios a pesar de estar en temporada de vacaciones, es muy considerado.

Subimos a su auto y conduce cuidadosamente.

Me gusta cuando viajamos en auto.

Puedo verlo de perfil ocasionalmente sin que se dé cuenta porque se concentra demasiado en el camino, es una tortura.

Me gusta demasiado.

Llegamos al lugar y no me sorprende que me traiga aquí, llegamos a salir algunas veces y siempre elige este restaurante.

De hecho eso es lindo porque la primera vez que comimos aquí dije que amé el ambiente y por eso no lo cambia.

Nos sentamos donde lo hacemos habitualmente y nos traen los menús pero ordenamos lo mismo.

En definitiva una rutina que ya extrañaba.

Me gusta pasar tiempo con él y aunque ya no lo hacíamos tan a menudo desde que empezó a salir con Mónica nunca tuve rencor contra ella.

Porque quiero a Joel y ella lo hacía feliz.

Y por obvias razones no puedo enojarme con alguien que hace feliz a alguien que quiero, eso es estúpido.

─Y Er, ¿Ya pensaste si seguirás conmigo cuando te gradúes? ─pregunta luego de beber un trago de su copa de vino─ porque de verdad te quiero en mi empresa, espero que no hayas considerado otra oferta.

─Descuide, me gusta el trabajo y estar con usted así que ahí seguiré a menos que me pida lo contrario ─aseguro enrollando algo de pasta en mi tenedor.

─Entonces estamos bien porque no quiero que te vayas, me harías mucha falta.

Por favor, que no diga eso.

Solo me hace ilusionar de algo que jamás podré probar.

A él.

─Y, bueno, ¿Alguna novia, interés o algo?

─Tío...

─Cierto, que te gustan los chicos disculpa ─dice presionándose el puente de la nariz avergonzado ─perdón, no es que lo haya olvidado pero no sé si te gusta hablar de eso en público.

─A mí no me interesa que se sepa así que estoy bien ─afirmo riendo nervioso─ ¿No le incomoda, verdad?

─No, claro que no, me gustas tal como eres ─de verdad debe elegir mejores palabras.

Es muy expresivo y cariñoso, lo sé desde niño.

Si quiere a alguien debe hacérselo saber sin importarle realmente lo demás, y me gusta que sea así de verdad que sí pero me parece más difícil ocultar lo que siento sí insiste en hacerlo todo el tiempo.

─Por cierto Er, no sé si sea mal momento para tocar el tema pero nunca me dijiste como descubriste que te gustan los chicos.

─Es que no lo sé, solo pasó ─respondo pensativo.

─Pero eso significa que si te llegó a gustar alguien, ¿No?

─Sí, de hecho me gusta la misma persona hace años ─sé que no debería decir todo esto pero debo sacarlo de algún modo.

─¿Y?...

─No, yo no le gusto a él ─respondo porque sé que no se atreve a hacer la pregunta─ es tonto que siga insistiendo pero no me importa, sí él es feliz yo también lo soy.

─Ouch, eso suena doloroso ─se queja sobando el pecho justo donde está su corazón─ Entonces, ¿Nunca has tenido novio?

─No, ni nada parecido, me gusta enfocarme en los estudios y el trabajo, luego tendré tiempo para eso.

─Eres muy centrado Er, pero en serio, sí llegas a tener algún novio deberás presentármelo.

─¿Por qué?

─¿No es obvio? Le dejare claro que si te rompe el corazón le rompo las piernas, así de sencillo.

No puedo evitar casi escupir el vino por la risa que me provoca su comentario, es tan tierno y tan lindo que es imposible.

─No es un chiste ─acusa entrecerrando los ojos─ no miento cuando digo que eres lo más valioso que tengo, tú nunca me traicionarías.

Asiento conmovido dándole la razón y oculto la mirada porque lo mío va más allá de simple cariño.

─No, nunca lo traicionaría.

Joerick: ParadiseWhere stories live. Discover now