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No lo puedo creer.

Está embarazada, así que por eso tanto secreto, por eso no quería que me enterara.

No sé qué pensar al respecto, todo es tan repentino, sé que no me afecta en nada pero.

Pero.

Esto es mucho.

─Er, dime algo ─pide acercándose─ ¿Qué ocurre?

─Yo, mejor termino mi turno, no se preocupe no diré nada ─aseguro saliendo de la oficina.

Me siento en mi escritorio y algunos presentes me miran esperando que les cuente algo, seguramente oyeron algo del pleito y pretenden que les diga que fue lo que sucedió.

Ignoro las miradas y continuo en mi trabajo, solo rezo por que las horas se me pasen mucho más rápido que de costumbre.

Esta noticia es muy confusa porque no sé cómo sentirme.

No me afecta para nada que Mónica esté embarazada de mi tío, no es mi problema y no me incumbe.

Ya me estoy haciendo a la idea de olvidarlo de todas maneras, de avanzar y seguir con mi vida.

Pero aun así me siento fatal.

Joel no parece feliz con la noticia, estaba casi seguro de que ser papá lo pondría contento pero esa expresión en el rostro denota inseguridad y preocupación.

Además me veía a mí.

Me miró y se disculpó por alguna razón, podría ser por la actitud que ha tenido estos días, por tratarme mal cuando no lo merecía.

Por regañarme y ser muy estricto siendo que jamás le he fallado.

Pero esa disculpa sonó diferente, como si lo sintiera solo por haber embarazado a su ex, por Dios ¿Qué estoy pensando?

Esto es muy complicado, ¿Qué se supone que debo hacer? ¿Cómo debo actuar ahora que sé esto? ¿Debería felicitarlo y desearle lo mejor?

¿Qué hago?

De reojo veo que mi tío reposa su cabeza en sus manos mientras sus brazos le sirven de soporte contra el escritorio.

No está feliz.

Nunca me comentó que quería hacer una familia con su novia pero definitivamente tiene ese aire de ser un buen padre.

Quisiera entrar a abrazarlo, decirle que todo estará bien, que no se preocupe.

Pero no es correcto, él me ha alejado y dejado claro más de mil maneras que no le intereso como a mí me gustaría, eso no lo hace un mal hombre sino todo lo contrario.

Es bueno que no se fije en mi de ese modo porque somos familia, él es bueno, no como yo.

La alarma de mi computadora anuncia la hora, mi turno ha terminado y afortunadamente acabé todo antes de entrar a calmar su discusión.

Me levanto del asiento y camino hacia Joel, abro la puerta cuidadosamente.

Me duele verlo así.

Sin saber qué hacer ni cómo actuar, está completamente perdido intentando encontrar la respuesta en su cabeza.

Quiero decirle que estaré con él, que lo apoyare y ayudare a tomar la decisión que le sea mejor, si lo quisiera podría hacerse responsable del bebé que viene en camino sin casarse con ella si es lo que le preocupa.

O podría casarse y ser el gran hombre de familia que estoy seguro sería.

Podría decirle que sin importar la opción que tome yo estaré ahí igual que siempre, que lo apoyare en los momentos difíciles y que seré feliz si también lo es él.

Pero no puedo hacerlo.

─Me voy, tenga buena noche ─me despido y cierro la puerta tras de mí una vez salgo.

Ignoro las despedidas de mis compañeros apenas respondiendo un sencillo "adiós" y camino al estacionamiento, entro a mi auto y avanzo cuando tengo la oportunidad.

Quisiera hacer tantas cosas.

Más no debo hacerlo porque ya es suficiente dolor para mí, he estado ahí para él lo más que he podido pese a mi salud emocional.

Verlo feliz con ella me calmaba y me ponía feliz pero dentro sabía que mi corazón se desgarraba con cada beso que le daba frente a mí.

Y ya no puedo más, ya no puedo.

Perdón Joel.

Perdón, tío.

Ya al siguiente día después de meditar las cosas y platicar mis opciones con la almohada al fin di con lo que debo hacer, es algo drástico pero es lo mejor para mí.

Tal vez parezca algo egoísta solo pensar en mi persona pero he pensado en él tanto que hasta olvidé que también debo pensar en mi bienestar.

Me pregunto qué hubiera pasado si Mónica no lo hubiera dejado desde el principio, ¿Qué sería lo que haría?

Tal vez a esta hora estaría repartiendo puros y anunciando con emoción que será padre, planearía la habitación del bebé y estoy casi seguro que me pediría ser el padrino del pequeño o pequeña.

Mi mente es tan cruel cuando juega conmigo de esta manera.

Sostengo fuertemente mi carpeta y camino a su oficina sintiendo muchos nervios por lo que haré, al estar frente a la puerta suspiro fuertemente y doy un paso adelante.

No ha dormido bien, sus ojeras lo delatan y no es para menos.

. ─Buen día ─saludo sentándome frente a él─ ¿Cómo se encuentra?

─Bien, supongo ─responde seriamente─ ¿Te puedo ayudar en algo?

─Sí, de hecho esto es para usted ─informo extendiéndole el folder.

─¿Qué es esto? ─pregunta tomándolo entre sus manos.

─Mi carta de renuncia. 

Joerick: ParadiseWhere stories live. Discover now