Un pequeño secreto

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Las PowerPuff Girls estaban siendo entrevistadas como de costumbre por salvar el día otra vez el día

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Las PowerPuff Girls estaban siendo
entrevistadas como de costumbre por salvar el día otra vez el día. Estaban con las ropas un poco rotas, con heridas en los brazos y mejillas.

—¿Y chicas están bien?— Preguntó un reportero.

—Somos las PowerPuff Girls, claro que estamos bien— Dijo Buttercup sonriendo, siendo seguida por Bubbles.

—Si, no hay nada que no podamos vencer, somos un equipo.

Blossom iba a hablar cuando una piedra fue lanzada haciendo que su atención se fijará en ella.

— Si, lo mismo digo— respondió Blossom con la vista fija en algo que se iba acercando hacia ella.

En el cielo venía volando una ave de color negro y ojos rojos, con su aire de superioridad aterrizó en un árbol cercano mirando fijamente a la de ojos rosas.

—Ehh, chicas tengo que comprar un libro en la biblioteca, nos vemos más tarde— Dijo Blossom despidiéndose mientras corría. Ella hubiese podido volar pero se quedó sin energía.

Cuendo llegó al árbol, el cuervo se subió a su brazo y empezó a darle caricias en su mejilla. El cuervo al notar sus prendas rotas  se enojo bastante y una neblina negra empezó a salir. Blossom abrió los ojos asustada cuando el cuervo dejo su forma para transformarse en un humano. Ese cuervo era Brick, su enemigo.

—Blossom, toma mi chaqueta— dijo mientras se la ponía sobre los hombros— Mira como te dejaron, cariño.

Brick, sabes que nadie debe saber lo nuestro, no debes lanzar piedras y transformarte sin revisar primero si hay alguien— Le reprendió Blossom tocando la mejilla pecosa del chico.

—¿¡Como no me iba a molestar!? Lastimaron a mi esposa— respondió el haciendo un berrinche.

Blossom río y le dió un beso en los labios. Ellos tenían un secreto, se habían casado hace tres años sin que nadie supiera y se veían cuando el sol estaba por ponerse para quedarse toda la noche juntos a mirar las estrellas y estrechar sus manos.

—Te amo Blossom— Dijo esté regalandole un collar con una de sus plumas.

—Yo también te amo, pequeño pecoso— Respondió ella mientras le ataba su lazo en su muñeca.

Lo que ellos no sabían es que sus hermanos ya tenían una pequeña idea de su pequeño secreto.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐏𝐏𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐑𝐑𝐁Where stories live. Discover now