𝕴𝖓𝖈𝖔𝖒𝖕𝖆𝖗𝖆𝖇𝖑𝖊 2/3

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El norte era el camino más largo de todos.
En pleno marzo había nieve, no podía ser posible. Mi caballo galopaba con mucha delicadeza sobre el lago congelado.
La estrella más brillante del cielo, era mi mapa.

Cuando de repente, me encontré a una pequeña mujer. Ella tenía un vestido de color blanco, las mangas era abullonadas pero no eran largas. Guantes del mismo color cubrían sus manos.
Inspeccione su cara para poder apreciar más su belleza.

-Una muñeca- Solté en un suspiro.

Ella no se movía solo me miraba. Pestañas largas y pelirrojas casi anaranjadas le adornaban sus ojos rosas. Su cabello atado en un moño alto se veía abundante y rebelde ya que unos rizos  caían en los lados de su mejillas. Pecas perfectamente esparcidas por su rostro la compañaban.

-¿Cuál es tu nombre joven dama?

-¿Por qué vos necesitas mi nombre? Es usted muy osado.-Hablo ella con un tono de superioridad.

-¿Osado, yo?- Esa mujer no sabe con quién debe estar hablando.

-Trae madera y construye un refugio para mí- Me ordenó la mujer cruzando sus brazos.

-¿Por que lo haría pequeña mujer?- Pregunté yo tontamente.

Ella abrió sus ojos rosas y me miró sorprendida. Pareció meditar su respuesta. Movía su vestido de un lado a otro,un gesto hipnotizante si me preguntan a mí.

-¿No sabéis acaso que soy única?- Pregunto ella mirándome a los ojos y agitando sus pestañas.

-¿Única decís vos?

-Si, mi belleza es incomparable. Soy la única que poseé está belleza.

Su voz era muy arrogante y sus palabras groseras pero su belleza y el saber que había encontrado una belleza incomparable me hizo quedarme con ella.
Ella era muy mandona y orgullosa.

"Crea un refugio para mí, si no lo haces
puede que muera de frío".

"Oh, no sabéis vos la suerte que tenéis de estar conmigo".

Ella aunque lo ocultará se preocupaba por mí. Ya que me dejaba estar con ella y dormir a su lado, hacia comidas para ambos.

Mi chica era la única y poseía una belleza incomparable pero...

-Brick, ¡Enserio me dejaras sola!

-Blossom, he estado aquí mucho tiempo debo seguir buscando a la persona  que ayudará a mi reino.- Trate de explicarle.

-¿No sabéis acaso que tenés aquí al frente a alguien con una belleza incomparable?- Pregunto ella con la voz rota.

-No, Blossom. Podrás tener la belleza más grande pero estás vacía. Prefiero no tener nada a estar contigo- Le dije para después voltearme y seguir con mi camino.

No escuché llanto alguno por parte de ella.
...

Con mucho trabajo llegué a mi destino. Seguía enojado por la pelea con Blossom, me obligué a seguir en la misión.

Era una construcción creada de hielo.
El frío estaba presente en su máximo esplendor. Al entrar me encontré a un pequeño niño. Este me empezó a hacer muchas preguntas.

¿De dónde vienes?
¿Algo te trajo hasta acá?
¿Has dejado a una persona en el camino?

No tuve tiempo de responder  porque me fijé en que habían no una si no millones de mujeres iguales a...

¡Blossom!

Todas con ese vestido blanco, mismo peinado, guantes.

-Oh, aquí joven Brick.

-¡No, mireme a mi señor!

Repetían todas por un poco de mi atención.

-¿Que le sucede señor?- Pregunto el niño.

-¡He sido engañado!- Exclamé desesperado.

El niño me miró confundido.

-Esa mujer, me dijo que era la más hermosa  y era la única. ¡Y resulta que hay miles igual a ella!

-No, príncipe Brick. Seguro la chica debe ser única como lo dijo.

-No, todas son idénticas.

-Claro que no- Respondió el niño, dejándome soprendido- Mirelas bien de cerca.

Las inspeccione cuidadosamente.

Veía sus mejillas y no se ponían coloradas como cuando ella me veía. Ninguna emanaba el calor que ella me daba al abrazarme. Los ojos de ellas lucían apagados a comparación de los de mi chica.

-No son iguales porque a tu chica, tu la cuidaste y encontraste por eso siempre será la única y de belleza incomparable.

En ese momento entendí que Blossom no alardeaba sobre  su belleza si no presumía que yo la hubiese encontrado volviendola bella ante mis ojos. Porque todas las mujeres de este lugar me parecían vacías y sin personalidad no como mi chica.

-Oh, mi chica. ¡Ella debe estar muriendo de frío! ¡Le dejé sola!- llore como nunca más lo había hecho.

Cuando de repente todo despareció, el niño, las chicas, el lugar. Dejándome en aquel pequeño refugio.

-¡Blossom!

-¿Brick?- Escuché su voz.

La abrace fuerte y levanté en los aires.

-Para mí eres la única Blossom.

Ella lloro y acaricio mi rostro.

-Lo lamento, príncipe. No me vuelvas a dejar sola.

-No podría dejarte Blossom aún si existieran millones igual a tí, siempre te preferiré porque tú eres mí Blossom.

Y con un beso rompieron la segunda fase de la maldición.

Porque la fidelidad de Brick faltaba en el reino y el la trajo de vuelta.


𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐏𝐏𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐑𝐑𝐁Where stories live. Discover now