𝐓𝐡𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐨𝐟 𝐭𝐡𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐧𝐠 𝐩𝐫𝐢𝐧𝐜𝐞 3/3

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¿Que habrá de bueno en mí? Tan solo soy el pequeño y enfermizo Boomer.

Tuve la desgracia de ser el tercer príncipe, mi madre formaba parte del harem del rey anterior. La madre de Brick fue la única esposa del rey, la de mi otro hermano Butch fue la favorita del harem.

Yo fui concebido una noche en que el rey estaba ebrio y abuso de mi madre. Al nacer no tuve la atención que tuvieron mis dos hermanos mayores, siempre tuve sus sobras.

¡Y para empeorar! Poseo una mala salud desde que nací, haciéndome incapaz de poder entrenar como mis hermanos. Y por eso tuve que elegir el camino más corto para poder romper la maldición.

En mi camino lleno de luz, me encontré un árbol. El árbol tenía hermosas hojas azules. Era realmente un árbol único. Ya que se encontraban otros dos árboles más pero estos no se parecían al que se hallaba frente a mí.

Por primera vez ví el demorarse y ser último como una buena opción.

Antes corría.

Ahora solo caminaba.

Ya que poseía todo el tiempo del mundo.

¿Por que correr si puedo caminar y observar a mi alrededor?

Primero observé el árbol con hojas verdes, y con mi mano arranqué una hoja.

Se escuchó un chillido lejano.

¡!

-Disculpa árbol, no fue mi intención- Dije haciendo una reverencia.

Al mirar la palma de mi mano ví como la hoja de cristalizó.

Solté un jadeo de asombro.

Pero la ganó cristalizada solo se hizo cenizas y se fue con el viento hacia el este.

Camine hacía el segundo árbol, este era de color naranja con tonalidades rosas. Y arranque una de sus hojas.

Un chillido un poco más maduro que el anterior se escuchó.

-Lo siento, joven árbol. No fue con mala intención.

La hoja que se hallaba en mi mano se cristalizó de la misma forma pero está empezó a enfriarse.

-¡Ah!- Chillé al ser quemado por la hoja helada al mismo tiempo en que la lanzaba al piso.

La hoja se transformó en un copo de nieve y con el viento voló al norte.

Y solo me quedaba el gran árbol de color azúl.

No quería hacer todo en un mismo día así que hice un pequeño campamento y prendí una fogata para así descansar.

Al anochecer pude escuchar una risa. Está risa era joven y contagiosa.

-Fantasmas- Pensé.

Jajajaja

Jajajaja

Reía la joven.

Sentí sus pasos dirigiéndose a la carpa. Estaba asustado.

Cuando se acercó, por un pequeño hueco pude ver un vestido color azul y detalles celestes. Retrocedí un poco y trate de dormir.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐏𝐏𝐆 𝐀𝐍𝐃 𝐑𝐑𝐁Where stories live. Discover now