XIV: Mikri magissa

2K 387 125
                                    

Kendrew

Más de las tres de la mañana y estoy despierto.

Las tres de la mañana y estoy aquí, pensando en Ashley, pensando en ese ángel con labios de caramelo, con una dulzura en la cual me ahogué y aunque no debería, quiero seguir ahogándome una vez, y una vez.

Gruño, volviéndome sobre el colchón para quedar de espaldas, la noche sintiéndose muy calurosa. Estoy sudando, mi cuerpo está perlado de sudor pese al aire acondicionado encendido, aunque no sé si el calor se deba a los recuerdos de lo que fue besarla, sentirla entre mis brazos y todo lo que tuve que contenerme, recordándome que ella no era cualquier chica. Que era un dulce ángel al que no podía tratar como al resto. Quería arrastrarla aquí, a mi cama, y descubrir si toda ella era tan dulce como sus labios mientras besaba cada centímetro de su cuerpo.

Hundo el rostro en la almohada, tan despierto como si fueran las tres de la tarde y no las tres de la mañana, pero al mismo tiempo, sabiendo que es muchísimo mejor estar así, despierto pensando en una dulce chica que me crea los sentimientos más contradictorios. Que me creó emociones tan fuertes que sentí que me iba a explotar el corazón con un beso, con sus caricias, con su mirada, sintiéndola sobre mi regazo, entre mis brazos, vivir mil veces este infierno, que el que vivo entre sueños.

Lo intenté. Intenté de todas las maneras alejarla de mí, incluso, necesitando que no lo hiciera, incluso necesitándola tanto la quería lejos de mí porque sé que le voy a hacer daño, sé que se lo haré si se entera que mi lejos, es mucho más lejos de lo que ella piensa, pero es malditamente terca y decidida.

Incluso cuando le he advertido que puedo ser su ruina, el ángel quiere permanecer abrazada a mi oscuridad.

Recuerdo, con una emoción en el pecho que nunca había sentido, sus tiernos labios sobre los míos, su sabor al caramelo más dulce. Recuerdo esos deliciosos soniditos que hacía mientras nos besábamos, como la nota musical que quiero convertir mi melodía favorita. Era inexperta. Pude darme cuenta que tenía que ser el primero besándola o quizás el segundo, pero aun así, ya fuera por el instituto, me lo devolvió de una manera que solo me hacía querer más y más. Sabía seguirme el ritmo, pero dejándome guiarla un poco.

Es dulce. Pura e inocente. Es un ángel que no deseo destruir, y al mismo tiempo, es uno que necesito.

Su compañía, su luz, sus colores, me hacen tanto bien.

Sus besos dulces y tiernos, fueron una exquisita dosis de felicidad y paz que nunca creí que podría encontrar en unos labios.

🌞🌞

—Creía que no querías volver a verme —murmuro hacia mi prima, en mi puerta. Ella bufa, empujándome al colocar su mano sobre mi pecho y entró en mi casa.

Cierro la puerta a su entrada.

—Eres un terco y no soporto la forma como, cobardemente, estás rindiéndote. Estoy desilusionada, enojada, pero no dejas de ser mi primo, Kendrew. Te amo y es por ello que estoy aquí para...

La interrumpo.

—Si viniste a seguir insistiendo con lo mismo de hace días atrás, un intento más, Bryn. De verdad, ahórrate el que te tenga que volver a mandar a la mierda una vez más.

Me observa, sus hombros cayendo en derrota.

—Si iba a volver a insistir un poco, Ken, al menos un último intento, pero bien, lo dejo. Eres terco y toca entender que por mucho que todos sigamos insistiendo, tú continuarás con tu idea de dejarle las puertas abiertas a... la muerte para que venga por ti —murmura, acercándose a mí, abarcándome el rostro entre sus delgadas y suaves manos. Amor, dolor, impotencia, rabia, todo junto abarcando su mirada—. La idea de estar a tu lado y ver que te dejas morir es terrible, apenas lo soporto, pero peor me siento si te dejo solo. Como siempre, desde que éramos pequeños y fui la única de tus primas a la que permitiste estar cerca, lo que me hizo sentir muy afortunada, quiero seguir junto a ti, no apoyándote, pero si amándote como mi primo favorito que eres.

Entre Cada Latido, Tú. ( SAI, Libro 5)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt