Avión ya no será parte de esta mierda

Capítulo 11: Padre Vs Hijo

Tanto Luo Binghe, como Shang Beijing se observaron. Dentro de aquel lugar donde el espacio y el tiempo eran relativamente rápidos, sus miradas que cruzaban como chispas eran lentas y brillantes. Eran como un tigre, enfrentándose a un león. Dos reyes de la naturaleza, encontrándose en un mismo lugar.

No existía la posibilidad de llegar a un consenso, o intentar tomar la ruta civilizada... Uno estaba sumido por la soberbia y la grandeza, mientras él otro estaba inundado de indiferencia y sed de diversión.

Dos personas, que aunque quieran negarlo, compartían varías cosas; y la más importante sobresalía por mucho de las demás.

"Padre e hijo se enfrentarían por su propia supervivencia".

—Si te soy sincero. Desconozco el nombre "QingHua", pero tengo que decir que es un lindo nombre—Shang Beijing sonrío entre dientes. Levantando su espada en una posición de ataque—. Pero prefería que me llamaras por mi nombre. Me presentó, soy Shang Beijing, y mi espada se llama Wū.

—¿Wū?...—Luo Binghe parpadeó bastante sorprendido—¿Nombraste a tu arma espiritual cómo un número?—estaba realmente sorprendido.

—¿Algún problema?—con las cejas levantadas Shang Beijing posicionó sus pies uno frente al otro, ocultando su brazo izquierdo detrás de su espalda. Se miraba demasiado elegante con sus pequeñas pretenciones.

—Jo~ De verdad tengo ganas de arrancarte la lengua—Luo Binghe no pudo evitar mostrar genuina hostilidad hacia la "copia" de su antiguo y ya difunto Shishu. No pudo evitar sentir un amargo sabor en su garganta, cada vez que sus ojos chocaban.

Rojo contra castaño.

Ira contra tranquilidad.

Importancia contra indiferencia.

Como el agua y el aceite que se repelen de forma mutuamente. Ninguno de los dos podía evitar el desagradó que surgía de parte de ambos.

—Si tanto quieres arrancarme la lengua, puedes intentarlo—con una sonrisa y una risa llena de burla, la "tranquilidad" se rompió cual miles de cristales, sus palabras fueron el detonante a un enfrentamiento sediento de sangre.

Luo Binghe fue él primero en avanzar, con un corte en el espacio, Xin Mo reunio una gran cantidad de energía demoníaca, cortando el espacio y el tiempo. Mientras tanto, Shang Beijing corrió con paso ligeros, levantando a su espada Wū con un movimiento rápido y certero. El filo de su arma corto sin ningún problema el primer ataque de su enemigo, acercándose a la posición del semi-demonio.

Por su parte, él emperador demonio, siguió el ejemplo de su oponente. Con un salto agraciado, y la espada en lo alto, tanto Xin Mo, como Wū chocaron en una honda expansiva.

Tanto el cielo y la tierra del mundo Edén, temblo. Los árboles a su alrededor fueron destruidos y sacudidos cual polvo por su genuino poder destructivo; el cielo se tiño de rojo sangre.

[Anfitrión, manténganse alejado de su flanco izquierdo. Aunque Luo Binghe es diestro como usted, usualmente ataca por el lado izquierdo en un intento de despiste]. El sistema no pudo evitar intentar avisar a su Anfitrión. Sus circuitos aunque eran virtuales y para nada tangibles, no pudieron temblar por el despliegue de poder de ambos cultivadores.

—"Entendido, Sistema. Activa modo defensivo nivel cinco. Si se atreve a pasar sobre mi, al menos el árbol del mundo estará a salvo"—Shang Beijing era alguien que usualmente se preparaba para distintos resultados.

Pero aun así, Shang Beijing esperaba arrancarle la cabeza a ese demonio, antes de que la situación saliera de control; sus manos manobriaron rápidamente su arma, evitando continuamente varios ataques hacia su blanco izquierdo. Con un movimiento certero, la hoja de su espada se deslizo hacia abajo, logrando cortar la muñeca del demonio en el proceso.

Shang Beijing le arrancaría una mano, antes de que llegara la noche.

Por su parte Luo Binghe se notaba claramente sorprendió, él conocía las preferencias de su antiguo Shishu, y tenía claro que las batallas cuerpo a cuerpo no se le daban tan bien. Su difunto tío marcial tenía muchas habilidades, pero carecía de gran resistencia física a diferencia de los demás señores de la cumbre. Era fuerte, pero no tenía la disciplina necesaria—o más bien toda su disciplina estaba enfocada en hacer papeleo y actuar de espía—, a la hora de tomar una espada.

Un par de choques continuos, solo bastaron para llenar al tope la adrenalina. Parecían dos locos intentando asesinar a sangre totalmente fría.

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Nota:

Tenia este capitulo casi listo.
Me faltaron como unas 300 palabras para las mil, pero pensé que era mejor subirles este capitulo incompleto para esta semana.

Agradezco mucho su apoyo, como saben algunos me dio Coronavirus, así que no puedo estar tan activa, o actualizado mucho.

Intentaré mejorar pronto, por lo mientras disfruten de este pequeño borrador.
En el próximo ahora si se podrá leer una mejor batalla.

Tengan bonito día, tarde o noche owo