Marioneta de Cristal

Capítulo II. (La Cueva)

Capítulo II. (La Cueva)

POV Adrián

— ¿Ya estás listo?

—Espera un momento.

—Recuerda ponerte algo cómodo, no queremos que llames la atención.

—No sé qué es exactamente para ti algo cómodo, pero llevo ropa casual.

—Perfecto —suspiré y me observé una última vez antes de salir del vestidor.

Me sentía inseguro de poder cumplir con mi palabra y sus expectativas, pero admito que una parte de mí sí se siente ansiosa de saber cómo es ese lugar, del que solo los he escuchado hablar durante tanto tiempo. También soy un hombre de palabra, una vez que digo las cosas, las cumplo, no puedo retractarme de nada. Aunque para ser justos, mi afirmativa fue forzada, y mis ánimos no ayudan a sentirme mejor con toda la situación.

Tal vez porque me quiero convencer de que lo de mi relación no importa, pero en el fondo si lo hace.

Estoy seguro de que las excusas no servirán de mucho en esta circunstancia, porque si yo soy una persona obstinada, entonces George lo es mucho más, y un completo dolor de cabeza.

Así que sin poder retrasar más lo inevitable, tome mi chaqueta y enfrente la situación.

—Ya estoy listo —avisé para llamar su atención, porque estaba mirando la pantalla de su celular, acostado en mi cama, bastante cómodo.

Me miró de pies a cabeza, como si estuviera analizando cada parte de mi ropa, así que por un momento me hizo sentir incómodo, pensé que había hecho una mala elección.

— ¿Estás seguro de que es ropa casual? Esto es un problema.

—Es ropa que uso para estar aquí, ¿por qué? —miré mi ropa otra vez. Solo me puse unos pantalones negros, una camisa blanca y converse viejos.

—No importa lo que te pongas, es imposible que pases desapercibido, y eso puede ser un problema —lo dijo de una forma que me hizo entender que era verdaderamente un problema, pero para ser sincero no entendí lo que quería hacerme saber.

—Yo no tengo la culpa de... —comencé a decir.

—Aunque admito que no llamas tanto la atención, no como siempre, y eso es suficiente.

—No estoy seguro de si me estás haciendo un cumplido o me estás insultando, George.

—Un poco de ambas —aclaró y sonrió.

— ¿Ya nos vamos? Todavía puedo arrepentirme.

—Sí, tengo la moto abajo —informó y caminó hacía la ventana.

— ¿Moto? —trague saliva y negué.

—Sé que te asusta, pero te prometo que no está muy lejos, y nunca tuve un accidente ni una sola vez, ni siquiera borracho.

— ¿Se supone que eso me haga sentir mejor? Creo que mejor me quedo....

—Ni se te ocurra, no lo voy a permitir.

—George, espera un momento. Quiero que algo quede bastante claro, confió en ti, pero me aterra el hecho de subirme a esa moto —manifesté.

—Te prometo que no va a pasar nada malo Adrián, es bastante rápido.

—Todavía no me siento seguro. —pude sentir que las manos comenzaban a sudarme.

—Hablamos de esto muchas veces, si no te atreves a avanzar, todo siempre va a seguir igual. Si quieres que tu vida sea mucho más que ahora, busca la manera de cambiar algo —apreté los labios, porque sé que él tiene razón.