Capítulo 12

231 45 23
                                    

 
El día que Alexa se fue a la ciudad.

  El día que Alexa se fue a la ciudad

Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.

Cuestión de tiempo

Jack Frederick

  Tamborileo los dedos en el timón, los ojos me pesan y debo exhalar varias veces para no asesinar a John, quien a cada nada me lanza miradas que proyectan lo mal que le caigo.

  En el fondo lo entiendo, toda su vida la ha pasado como Sheriff de este lugar y le cuesta mucho tragarse la decisión del retiro. Tiene hijos y una esposa, la cual lo presionaba bastante con que se retirara según me contaron.

El traslado no me lo he tomado muy bien, mi familia asegura que es necesario. No puedo negar los encuentros que tuve con mis colegas en La Florida a causa de mi personalidad, eso también influye en la decisión del traslado.

Aquí no hay mucha acción y eso me disgusta ya que como policía me quita la oportunidad de ganar méritos.

  Fue esa la razón por la que me contacté con otro departamento policial: el de Colorado. Recibí muy buenas recomendaciones del Comisionado, por lo que  me permito llamarlo, sin perder el aire profesional.

—Comisonado Hernández— Saluda el mayor rango de la policía local de Denver, Colorado.

Le comento sobre el traslado y en últimas me dice que lo pensará.

—Llevas muy poco tiempo en Telluride, los cambios no pueden ser tan rápidos— Empieza y me imagino lo que viene.

—¿Cuánto debo estar aquí para que puedas pensarlo?—No oculto el disgusto en mi voz.

—Un año como minimo— Aprieto con fuerza el volante para no despotricar contra él. Un año es mucho tiempo y en vez de pensar en el traslado me está pidiendo que me acostumbre a vivir aquí.

—¿Por qué tanto?— Rezo por paciencia, no me conviene ponerlo en mi contra e inconcientemente el tono de voz se me está alzando.

—Conoces las reglas, no puedo hacer magia.

Claro que me conozco las reglas.

—No esperaré tanto— Aclaro— Deberé solicitar plaza en otros departamentos.

—Frederick. No me jodas y dime por qué quieres brincarte lo que ya está estipulado.

—Yo obedezco mientras me convenga y problema aquí es que no me conviene. Me quitan oportunidades y logros enviándome un año al culo del mundo. Soy policía y  destaco en mi trabajo. ¡Qué otro venga a vigilar que la gente saque su perro a mear!— Espeto.

Me da rabia que se hayan desecho de mí de este modo. He intentado con todas mis fuerzas no meterle cabeza a que me quieren trunchar el futuro, pero ese pensamiento siempre ocupa mi mente.

— Más que policía, eres un hombre y aprende a actuar como tal. Si se te dijo que tenías que mantenerte en Telluride por algo será.

— Que esto quede entre nosotros—Digo antes de colgar.

ALEXANDRA PIMENOVAWo Geschichten leben. Entdecke jetzt