Se Queda Conmigo (Vondy)

CAPÍTULO.52

Sensación, tras sensación, beso, tras beso y roce tras roce... La temperatura de los dos sube. Muerde mi labio inferior mientras yo aprieto su nalga izquierda pegándola más a mí para que note mi excitación.

-Muero por hacerte mía.-susuro haciendo que arquee su cuerpo.

-A que esperas pues.-responde con la respiración agitada.

Me vuelve completamente loco. La cojo a horcajadas, hago a un lado la parte inferior de su traje de baño y introduzco mi pene de una vez en ella haciéndola gemir. Estiro de su pelo con suavidad para poder tener acceso a su cuello y lo beso de arriba a bajo.

-Me fascina tu aroma.-confieso mientras escucho sus gemidos.

Sus gemidos se intensifican y su respiración se agita, así que aumentamos la velocidad. La sensualidad de nuestros movimientos es increíble. Una, dos, tres embestidas más y terminamos viniendonos a la vez, definitivamente Dulce tiene algo especial, tenemos una conexión única.

-Te amo.-dice posando su cabeza en mi hombro agotada.

-Y yo a ti.-digo sonriendo dejándola en el piso. -¿Mi amor, vamos fuera un ratito?

-Claro, tengo que enviarle la dirección a Javier para que venga.

-Mi amor y... ¿no podemos dejarlo para otro día? Me apetece estar solo contigo y darte todo el amor que necesitas.-propongo aún sabiendo que se va a negar.

-No mi amor, ya le dije, y es de mal gusto plantarle a los 'amigos'-dice recalcando está palabra.

-Esta bien...-digo resignado.

Salimos del agua y vamos hasta donde dejamos nuestras cosas, nos sentamos en las toallas y observo cómo Dul agarra su celular y lee con el ceño fruncido y la nariz arrugada. Sonrio pensando que cada vez que lee hace el mismo gesto.
Veo como su rostro se ilumina y sonríe.

-Mi amor Any y Poncho ya saben el sexo del bebé-comenta alegre.

-Es un precioso varón ¿verdad?.-pregunto

-No me dijo, pero yo creo que será una princesita wera como Any.-dice ilusionada. -Quieren que vayamos para contarnos en la tarde...

-Nada, pues la visita con tu amiguito será bien  corta.-sonrio triunfante y me acerco a ella para besarla.

-Cris... No quiero que seas mala honda con él, él es muy bueno conmigo y no se lo merece okey?.-dice intentando convencerme.

- Está bien mi amor, lo haré por tí, pero me lo tendrás que compensar eh.-me lanzo sobre ella haciéndola reir.

-Si siempre haces conmigo lo que quieres...-susurra cojiendo aire fuertemente.

Beso sus labios,apartó su cabello mojado de su cuello y sonrio al ver que con el agua se borró el maquillaje y son más notorias todas las marcas que le deje. Bajo poco a poco besando cada parte de su cuerpo, escucho sus jadeos que me enloquecen, paso mi mano por sus muslos y hace un respingo.

-Cristopher, para, Javier está a punto de llegar.-susurra pero yo sé que no quiere que pare.

-Terminamos rápido, no te preocupes...-contesto colocándome entre sus piernas. Pongo su pelo detrás de su oreja me acerco poco a poco y cuando notó que prepara sus labios para dejarse besar me separo. -Eso significa que estás de acuerdo...-susurro antes de besarla ahogando uno de sus gemidos.

Sin más preámbulos me entierro en ella disfrutando del calor de su cuerpo, mis embestidas van en aumento al igual que sus gemidos. Poco tarda en venirse arañando mi espalda enloqueciendome. Agarro su nuca separó mi cara para verla y en un par de embestidas más me vengo en su interior.

-Te amo.- jadeo sin apartar la vista de sus ojos mientras ella muerde su labio inferior.

-Yo más mi muñeco.-susurra haciéndome reír. -Pero ándale levanta que ya está al llegar.-ordena.

-Sí mi amor, si te parece, vamos a tomar algo por aquí...

-Claro, pero esperemos a que llegue porque le envié esta ubicación.-dice haciendo una mueca.

-Como que le enviaste la ubicación, Dulce Maria, podría avernos pillado, ahí...-digo señalando donde tuvimos relaciones. -En pleno acto.-Dulce ríe a carcajadas.

-Hubiera sido muy chistoso.-dice riendo mientras yo le miró mal, pero acaba haciéndome reír.

Poco después llega el tal Javier, es un tipo alto y rubio con acento cubano. Lo acabo de conocer, y ya le odio.
Se acercó a nosotros con una gran sonrisa amable, choco mi mano y beso la mejilla de mi muñeca.
Ahora nos encontramos en un chiringuito tomando unos coptels.

-Y tu Cristopher a que te dedicas?-pregunta Javier.

-Tengo mis negocios...-contesto.

-Pero de que o que...-insiste.

-Cristopher se dedica a la exportación de textiles...-responde Dulce rápidamente.

-Exacto-afirmo sin ganas de hablar.

-Andale, mis papás son dueños de una revista, yo en un futuro pienso trabajar con ellos, estoy estudiando periodismo.

-Sí, me propuso ser la modelo de un perfume que saldrá el próximo mes en su revista, pero nose... Me da mucha vergüenza...

Mi cara cambia al oír esas palabras, ¿Mi muñeca modelo? ¿Y que todos los hombres la vean? No eso no puedo permitirlo.

-Tu no harás ese trabajo.-respondo terminando mi  bebida.

-¿Porque no?-pregunta Javier mientras Dulce me mira sería.

-Mi amor.-digo dirigiéndome a Dulce. -Tu y yo sabemos que nadie puede verte más que yo...

-Pero mi amor, porque eres tan celoso, ¿Acaso no confías en mí?

-En ti si chiquita, en quien no confío es en los demás hombres ¿Ok? Y no quiero hablar más del tema.-Javier me  mira serio.

-Dul... Me voy, no soporto como te trata este cavernícola, cree que eres de su propiedad o que...

-Pues si, así es, mi muñeca es mía fijate y cuando quieras puedes irte, nadie te agarra.

-Cristopher.-grita Dulce.- ¡Basta! ¿Que te pasa? ¿Ni a mis amigos vas a respetar?.-ruedo los ojos.

-No te preocupes Dulce, ya nos vemos en otro momento.-dice antes de irse.

-Cristopher, de verdad te pasaste, Javier es mi amigo y quieras o no lo vas a respetar, de echo lo vas a llamar y vas disculparte.

-¿Que? Ni loco, no le hice nada, solo que no te voy a permitir que andes mostrandote en una revista y punto.

Dulce gruñe, voltea y se va.