CAPÍTULO.20.

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-Ah, vale, perdóneme señorita.-Verónica sale de la habitación y yo miro a Dulce realmente sorprendido.

-No sabía que eras mi novia.-alzo las cejas y ella gira sus ojos.

-Y no lo soy menso, solo que no vas a revolcarte con esa tipa mientras durmamos en la misma habitación. -suelto una risa sonora, parece una niña chiquita. - Hasta le dices reina, ándale, pues si que corres Uckersito.

Me voy hacia ella. Poso mis manos en su cintura y pongo mis labios sobre su oído.

-Estas celosa, muñeca.- veo la piel de su cuello erizarse y eso me provoca muchísimo. Paso mi mano por su nuca y la guió hasta mis labios.
- Bésame. -susurro.

Ella me obedece, besa mis labios con pasión y me encanta, nadie me ha besado como lo hace ella. Nuestras respiraciones comienzan a agitarse, bajo mi mano lentamente hasta llegar a su trasero y lo aprieto fuerte contra mí, un gemido se escapa de sus labios. Restriego mi erección contra su vientre para que note el poder que tiene en mí.

-Te deseo desde la primera vez que te ví. -desabrocho mi correa y el botón de mi pantalón. Guio a Dulce a la cama y la tumbo lentamente en ella, beso su cuello y siento sus manos sobre mis hombros acompañado de un grito.

-No, no, no .-grita.- Lo siento Cristopher, lo he intentado, pero la escena de anoche viene una y otra vez a mi cabeza.-comienza a llorar, intento abrazarla pero no me lo permite y sale corriendo para meterse en el baño.
Suspiro. Paso la mano por mi cabello y voy en busca de mi muñeca.

-Dul, abreme la puerta, no te forzaré a hacer algo que tú no quieras, chiquita, pero por favor sal de hay me preocupas  y quiero platicar contigo , ándale ¿si?

La puerta se abre lentamente. La abrazo y llora en mi hombro.

-Perdón.-susurra.

¿Porqué me duele tanto verla así?

-Shh... no tengo nada que perdonar.-acaricio su cabello.- Te deseo muchísimo, pero esperaré a que tú decidas si hacerlo o no. Y no quiero que chilles más, porque te ves más bonita cuando sonríes ¿okey? .- limpio sus lágrimas con mis pulgares y ella sonríe. -Así me gusta, muñeca. - vuelvo a abrazarla.
-En un rato iré a hablar con el Romano, vuelves conmigo a México, eso sí, Dulce María Espinosa Saviñon, ni una sola palabra de lo que pasó, si la preguntona  de Any te insiste, le inventas que tuvimos una relación que después preferimos ser amigos o lo que sea, pero nada de el Romano ni de el secuestro, ¿me oíste?

-Ya vuelves a ser el mismo.-niega levemente con la cabeza. - No pensaba decir nada, me crees estúpida o
que.-alza la voz y se retira para después sentarse en el sofá.

Suspiro, mis reacciones hacia ella no son las que tendría con otra mujer, con las otras mujeres paso una bonita noche y a el día siguiente no recuerdo ni su nombre, todas las mujeres mueren por estar en mi cama y ella a estado sin ni siquiera tener sexo, definitivamente Dulce María es diferente. Necesito estar 'con ella' para que se me pase este capricho.

Me introduzco en el baño y me doy una ducha, estoy algo agobiado, nose que pasará ni con Rafael ni mucho menos con el Romano, debo ir armado por lo que pueda pasar.
Salgo de el baño con una toalla en mi cintura, Dul se encuentra mirando por el ventanal desde el sofá en el que está sentada.

-Voy a irme, tengo que solucionar esto ¡ya!-voltea a verme y asiente mordisqueando su labio inferior, se que inconsistente, y yo sonrrio. Gotas de agua caen de mi pelo mojando mi pecho y descendiendo por mi anatomía, se que le excita y muero del coraje por no poder hacerla mía.
Giro sobre mis pies y dejo caer la toalla, sonrrio al sentir la mirada de Dulce sobre mí.
Empiezo poniéndome los bóxer y después una camisa básica negra, volteo y voy hacía el armario para cojer un pantalón y veo que Dulce me sigue con la mirada. Me pongo un pantalón vaquero y tomo asiento junto a ella.

-¿Por qué me ves tanto?

-¿Que ahora no puedo verte o qué?-su boca y la mía cada vez están más cerca.

-Siempre que quieras muñeca, pero después no te quejes si quiero hacerte mía.-se ruboriza.

-Cris, no me digas eso.-baja la mirada avergonzada. - Perdón Cristopher.

-No,no, así está bien, Cris suena muy bonito en tus labios. Sin pensarlo más la beso tiernamente. -Ahora tengo que irme, este es mi número.-le tiendo un papel con mi número de teléfono. -Cualquier cosa quiero que me marques ¿okey?

-Quiero ir contigo.-sentencia.

-No puede ser chiquita.-acaricio su
cara. -Correrias peligro y eso si no me lo perdonaría.

-¿Y si te pasa algo a tí? No Ucker, déjame ir enserio.-me mira con miedo.

-No, y es mi última palabra, prometo que te llamaré cada vez que pueda ¿si?

-Esta bien.-suspira y me abraza. - Ten mucho cuidado, por favor.-asiento y salgo por la puerta no sin antes darle un tierno beso en los labios.

Se Queda Conmigo (Vondy) Where stories live. Discover now