CAPÍTULO.31.

621 41 0
                                    

Me encuentro dando vueltas sobre la cama sin saber como ponerme.
Un calor descomunal sube por mi espina dorsal. Paso mi mano por mi frente para retirar el sudor.
Me levanto de la cama para ir a el balcon, una pequeña brisa corre, algo es algo, voy a por un cigarrillo y al volver lo prendo.
Las vistas son preciosas, luces de todos los colores se pueden ver, de hoteles, bares y clubs; una inmensa piscina rodeada por unos pequeños taburetes blancos; y unas palmeras a cada lado del precioso terreno.
¡Volveré a este lugar, y quien sabe si acompañado!, sonrío al pensar en Dulce.¿Qué me está pasando? Ni yo mismo lo entiendo, supongo que sera pura calentura nomás.
Respiro profundo y vuelvo a la cama a intentar dormir.

Despierto lentamente y miro la hora en mi celular, son las once y veintidós.
Me doy una ducha y me preparo para ir a buscar a Santos.
Meto mi pistola en mi pantalon y salgo directo a uno de los almacenes en el que creo que lo encontraré.
Comienza a sonar mi celular, es Poncho.

-Dime Poncho, ¿que paso? Ahora no puedo hablar,voy a ir a hablar con Santos.-respondo mientras busco un taxi.

-Sabiamos que cometerias una estupidez como esa, por eso, vamos para allá.-dice dejándome boquiabierto.

-¿Como así? Es lo que bedo hacer.-corto la llamada.

Subo en un taxi y le doy la direccion a el conductor. Unos veinte minutos después llegamos, pago al taxista y bajo del auto.

Veo movimiento por lo que se que he acertado viniendo aquí. Alrededor de unos quince chavos sacan mercancia desde el almacén para introducirla en un barco.
Me acerco a ellos y puedo reconocer a uno.

-Popeye.-digo alzando mi voz.

-Pero mira a quien tenemos aquí.-dice acercándose a mí. -Señor Ucker que le trae por estas tierras?.-pregunta tendiendo su mano.

-Vengo a hablar con Santos.

-Sí, supongo que sera por que salió mal la entrega, sí quieren otro envio en unos dias se puede hacer.

-Sí es por el tema de la mercancia, ¿esta en el almacen?

-No, el ahora mismo no se encuentra, pero encuando cargemos todo esto; él viene para acá a verificar que todo este en orden. Si quiere puede esperarlo aquí.

-Esta bien lo esperare por aquí.

Marco un numero de telefono.

-Hola, queria que me trajeran un auto  a una direccion, ¿es posible?

-Sí claro, no sabría decirle que auto será pero sí, digame la dirección.-le doy la direccion. -Esta bien señor, en media hora tendra el auto, gracias.-fin de llamada-

Tal como esperaba treinta minutos después tengo un auto a mi disposición,  y no pasa mucho más tiempo cuando veo un auto negro acercarse, es Santos, lo sé.
Baja del auto y se acerca a mí.

-Ucker, cabron,¿qué haces aquí?.-pregunta tendiendo su mano.

-Pues... no más vine porque la policia de mi país no encontro el cargamento en el agua, y ya sabes nos preguntábamos si nos hicieron trampa.-digo riendo irónicamente.

-A ver si entendí...¿Vienes a mis tierras a preguntarme si me volví a traer la mercancía?-dice también riendo.

-Veo que sí entendiste, campeón.

-Como ves que esa no es mi manera de trabajar.- dice mientras saca una pistola de su pantalón. -Ponte de rodillas, cabron. Que te pongas de rodillas te dije.-repite al ver que no obedezco.

-Tranquilo.-digo finalmente para después ponerme de rodillas y alzar las manos. -Esto es una confusión solo vine para hablar contigo.-sonrío -Tanto tú como yo, sabemos que pude averte espiado y averiguar por mi propia cuenta y no lo hice porque es de hombres ir de frente.-golpea mi sien con su arma, y unas gotas rojas bajan por mi rostro, paso mi mano para retirar la sagre cuando nuestra atención se desvía hacia varios autos que se acercan acelerados.
Frenan en seco y unos doce hombres que reconozco inmediatamente  bajan de los autos Para después hacerlo Rafael.

-Santos, baja el arma, todo a sido un mal entendido.-dice Rafael acercándose .-Muchachos sacadlo.-de atras de uno de los autos sacan a alguien con los ojos vendados.

Yo aprobecho el descuido de Santos y de sus hombres para ponerme en pie y sacar mi arma.

-Él a sido el que nos ha engañado.-dice Rafael quitandole la venda de los ojos.-es un marinero que tenia un pacto con nosotros para cada desembarco.-Ahora tu decides como acavar con él.

-Por favor no me maten, necesitava el dinero, por favor tengo una familia, no acaben con mi vida.-suplica llorando.

-Lo deberias de aver pensado antes, ¿acaso no te pagaba suficiente?

Poco a poco aprobecho para alejarme de ellos e ir junto a Poncho.

-Como lo descubristeis.-susurro.

-Fuimos ha hablar con él para que venga con nosotros y le pillemos con las manos en la masa.

La ira me corre por las venas, perdí tiempo por este inbecil. Casi sin pensar cargo mi arma y de una patada tiro al marinero a el suelo.

-Ponte de rodillas.-grito y el obedece.-Esto lo termino yo.-digo antes de dispararle en la nuca y ver como cae desplomado.

-Bien hecho.-dice Santos acercándose.-Eres un hombre valiente Cabrón, no como mi hijo.-pone su mano en mi hombro. -Me gustaría hacer negocios contigo mas adelante.

-Él será quien lleve mis negocios pronto. -dice Rafael prendiendo uno de sus puros y ofreciéndole a Santos.-A ti no te ofrezco porqué tu prefieres fumar esa mierda.-dice riendo refiriéndose a mis cigarrillos.

Entre risas saco mi cajetilla y pongo entre mis labios uno de mis cigarrillos, le tiendo la caja a Poncho y Rafael me lo enciende.

Después de pasar un rato con ellos hablando de negocios, emprendemos rumbo a México. Es hora de volver y hablar con mi muñeca.

Se Queda Conmigo (Vondy) Where stories live. Discover now