CAPITULO. 18.

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Los nervios de Dulce se hacen notar. Separa su cuerpo del mio totalmente, pasa su mano por su cabello y me responde con voz temblorosa.

-No permitiré que nadie me toque, asi tenga que defenderme con uñas y dientes ¡me oiste! -grita. -No permitire que nadie robe mi virginidad Cristopher, y ahora salte de aquí por favor.

Un color palido llega a mi cara, ¡Diablos, ahora lo entiendo todo, por eso me rechazaba!

-Lo siento. -logro pronunciar.

Salgo de su recamara para introducirme en la mia. Pego mi espalda a la puerta y golpeo mi cabeza. ¡Que nenso fuiste Cristopher Uckerman! ¡Que nenso!
No se que hacer en estos momentos, estoy confundido, nada es como creía. Una gota de sudor baja por mi frente. Me voy de aquí, pasaré esta noche fuera de este lugar y mañana regresaré a méxico.

Recojo lo poco que traje y me voy, bajo la escalera de la gran mansión y me dirijo directo a la puerta, mi mirada vuelve a la parte superior de la escalera, suspiro y salgo de aquí.

Un guardaespaldas de el Romano que está situado en la puerta me detiene.

-¿Dónde vas, Ucker ?

-Lucas, ya me marcho, dormiré en un hotel esta noche y mañana volveré a México.-el chavo me mira atentamente.

-Tenia entendido que no marchaba hasta dentro de unos días.

-Sí, pero ya sabes que cambio de idea como de calzones.-reimos y me despido de él.

Llego a un lujoso hotel cercano a la mansión del Romano y le marcó a Rafael.

-Necesito que le hables a alguien, necesito un auto, mañana mismo regreso a méxico.

-Esta bien, Ucker. A que dirección te lo envio.

- A el hotel Banyan Tree Mayakoba.-fin de llamada.-paso la mano por mi cabello y suspiro. Necesito relajarme, me daré un baño.

Lleno la tina de agua tibia y me dispongo a bañarme. Después de pasar cuarenta minutos en la tina y salir arrugado como una pasa me siento más relajado, ya es hora de dormir.
Un sonido proviene de el otro lado de la puerta.

-Señor Uckerman, Señor Uckerman.-abro la puerta con una toalla enrollada en mi cintura.

-Digame.-me fijo en el cartel colgado sobre su pecho.- Verónica. -ella sonríe.

-Señor, llego el auto que esperaba.

Esta vez soy yo el que sonríe, cada vez me sorprende más la rapidez con la que Rafael puede solucionar un problema, y más, teniendo en cuenta que el está en México y yo en Cancún, el poder que el condenado tiene es admirable, algún día terminaré siendo como él.

-Está bien Verónica, ¿puedes estacionarlo?

-Eemmm.- titubea mirándome de arriba a bajo.- No,pues perdone, pero yo no dispongo de permiso de conducción, pero si usted lo desea, puedo mandarle a alguno de mis compañeros.

-Esta bien, pero hazme un favor guapa, dime Cristopher, nada de señor.-somrrio.

-Vale, de acuerdo señor, digo Cristopher. Con permiso.-la muchacha se retira y yo no puedo evitar reírme dándome cuenta de el efecto que tengo en las mujeres.

Cierro la puerta. Me pongo un bóxer y termino por dormirme.

Una mano sobre la mía,un mechón de cabello rojo, confusión, nerviosismo, la cara de el Romano aparece frente a mí, Dulce llorando , una pistola en su frente acompañado de un fuerte grito.

¡Oh Dios mio! Abro los ojos de golpe, solo fue un sueño, un terrible y confuso sueño, gotas de sudor caen por mi frente.
Salgo a la terraza de la habitación y me prendo un cigarrillo.
Tengo la sensación de que Dulce está en peligro, respiro profundo y vuelvo a la habitación.

No volví a pegar ojo en toda la noche, estuve viendo como amanecía, ya son las siete y dieciséis de la mañana,
¿para que esperar más?
Me visto y salgo del hotel montado en un Porsche blanco.

Llego a mi destino y estaciono el auto en la entrada, bajo de este y en la puerta se encuentra el guardaespaldas quien me abre la puerta de la mansión.

Entro y no veo a nadie, quizás es algo temprano, subo la escalera y me dirijo a la habitación de Dulce, ella no está ahí, cosa que me preocupa, voy a la cocina, Benita debe estar preparando el desayuno. Y no me equivoco.

-Benita ¿dónde está Dulce?-la señora voltea y me mira seria.

-Muchacho, creí que te volviste a México.

-Sí Benita hoy mismo regreso, pero esa no fue mi pregunta ¿Donde está?

-Pues mira joven, como la ves que la señorita y el señor ivan a pasar la noche juntos, mi patrón me mandó especialmente a mí, para que les prepare la recámara, la señorita puso resistencia, no quiso estar con él y le aventó un jarrón en la cabeza.-interrumpo.

-¿Donde está Dulce, Benita?

-Esta en la habitación de Pilar, después de que pasara eso, el señor se desmayó, ella estaba muy asustada y Pilar le ofreció protección, ahora el señor no quiere verla. Nose si tal vez ya hayan despertado, espérame tantito y ahora te aviso ¿okey?

-No, no se preocupe Benita, tan solo dígame dónde está la habitación de su hija y yo mismo voy, ahora mismo me llevo a Dulce de aquí.

Se Queda Conmigo (Vondy) Where stories live. Discover now