CAPÍTULO.22.

680 42 0
                                    

Sin decir mas salgo a el balcon y prendo un cigarrillo los nervios me estan matando, ¿porqué la necesidad de tenerla cada vez es más fuerte?
En todas las situaciones en las que me ha rechazado me hace desearla más, pero ella tiene razón.
Prometí no lastimarla y creo que es lo que deberia hacer, al llegar a México será libre y podra hacer lo que se le  venga en gana.

Dulce sale a el balcón ya vestida, me quita el cigarrillo y lo apaga.

-¿Porqué  te enpeñas en matarte?.-sin esperar mi respuesta continua. - Cris...
lo siento de verás, no estoy preparada.-baja la mirada. -Podemos ser amigos... -me mira a los ojos. Yo no quiero ser su amigo.

-Dulce, yo no tengo amigas...

-¿y Any?

-Ella es la novia de mi mejor amigo desde hace 3 años, mas otros meses más que estaban de amigos y siempre haciamos gamberradas juntos, ella no es mi amiga, para mí Any es como mi hermana.-respondo mirando hacia las preciosas vistas del mar que el balcon del hotel nos proporciona.

-Entonces que es lo que deseas Cristopher, Anahí también es amiga mía, acaso ¿no estarás con ella cuándo este yo? Esto es dificil para los dos, joder Cristopher me secuestraste y me entregaste a un viejo millonario, todo para ganar dinero.-grita. - Y yo...ya te perdoné, solo te pido ser amigos y me lo niegas, ¿qué quieres que haga entonces, eh Ucker?-me quedo en silencio sin verla, ni yo mismo se lo que quiero. -Contesta Cristopher.-grita de nuevo.

-No lo sé Dulce María, no lo sé.-grito y paso por su lado dejandola sola en el balcón. Necesito despejarme.

Bajo a el vestibulo del hotel. Me acerco a una señora de unos cuarenta años y le pregunto por Verónica.

-La señorita Verónica no está, ya terminó su turno, ¿puedo ayudarle yo en algo?

-Sí necesito su número de celular, ¿me lo puede usted dar?.-giño mi ojo y la señora se sonrroja.

-Perdone pero eso es algo confidencial, yo no puedo darle el número de mi compañera sin su permiso.

-No pero si usted la llama.-saco mi cartera, extiendo un par de billetes y la señora los coje gustosa. -Y le dice que Cristopher Uckerman la quiere ver, ella vendrá corriendo.-sonrrio.

-Esta bien señor, espereme.

La señora se aleja y está de vuelta un par de minutos después.

-Me ha dicho que le de su dirección y que lo espera en su departamento.

Las cosas me salieron mejor de lo pensado, voy directo a la dirección que Verónica me dio. Estoy frente su casa llamo al timbre y una hermosa Veronica abre la puerta.

-Hola guapo, te estaba esperando.-intenta besarme pero aparto mi cara.

-Besos no.-susurro.

Muerdo su cuello, agarro su pierna y la elevo para que note mi erección.

-¿Donde está tu recámara?

-Segunda puerta a la derecha.-jadea.

Me dirijo hacia donde me indicó.
La tumbo en la cama y el recuerdo de las palabras de Dulce llegan a mi mente.

"Otra recámara no Cristopher, porfavor,  no quiero estar sola".

Ahora mismo me encuentro entre dos mundos me quedo en el imfierno, junto con el demonio tentador de Verónica o voy al cielo a cuidar de la Diosa Dulce.

Terminaré rapido y iré con Dulce.

-¿Qué te pasa? Te noto distraido, ¿estas pensando en tu noviecita?.-sonrío al recordar que Dul le dijo que somos novios.

-Claro que no, ven acá.-la pego mas a mí y continuo besando su cuello agarrandola del pelo. Le quito la ropa,  de el bolsillo trasero de mi pantalon saco un preservativo y sin pensarlo mas  la penetro. Ella gime bajo de mí y yo la enbisto más y más fuerte buscando mi propio placer.
Ella se viene y segundos después lo hago yo cayendo sobre ella con la respiración agitada.

-Eres tremendo uff.-acaricia mi rostro.

-Lo sé, ¿donde es el baño?.-le respondo frío y ella me mira con el ceño fruncido.

-La puerta de al lado.

Me dirijo al baño en silencio, tiro el preservativo a la papelera y labo mis manos y mi cara.
Miro el reflejo de mi rostro mojado en el espejo. Debo volver a el hotel ¡ya!

Regreso a la habitación con Vero y sige tumbada esperando por mí.Palmea la cama para que me tumbe con ella.

-Lo siento, debo irme.- comienzo a ponerme el pantalon

-Pensava que pasariamos la noche juntos.-comenta sorprendida por mi decisión.

-Pues pensaste mal bella.-termino de vestirme y salgo rápido de ahí dejando a Verónica totalmente descolocada.

Llego a la puerta de la habitación 067, se que detrás de esta puerta se encuentra ella, pero nose que me espera al entrar.
Abro despacio, quizá esté dormida pero no, no se encuentra en la cama. A través del gran ventanal puedo ver que se encuentra en el balcón, en el mismo lugar donde la deje mirando hacia el orizonte.
El sonido de la puerta cerrandose trás de mí le alerta y voltea a verme.

-Hasta que al fin llegas.-dice mientras entra en la recámara. No respondo. -Creia que ya no volverías.

-Me dijistes que no querías pasar la noche sola, por eso regresé.

-Gracias.-susurra.

-Voy a bañarme.-entro en el baño y quito mi ropa para después entrar en la ducha.
El agua cae sobre mí llevándose todas mis preocupaciones. Enfrentaré a el mundo entero con tal de que Dulce no sufra, es una buena chava y yo un cobarde, bueno para nada, ella me abre su corazón y expresa sus sentimientos mientras yo solo pienso en sexo y en ganar más lana, las cosas deben cambiar desde este momento. El engaño de mi madre hacia mi padre me hizo creer que las mujeres no tienen sentimientos, que su corazón es como una roca, pero durante estos últimos años Anahí, con los gestos hacia Poncho y ahora Dulce, con los gestos que tiene hacia mí, me hacen darme cuenta de que no todas las mujeres son iguales, al igual que no todos los hombres lo somos.

Se Queda Conmigo (Vondy) Where stories live. Discover now