Se Queda Conmigo (Vondy)

CAPÍTULO.28.

Sus besos intensos bajan por mi cuello, agarro sus nalgas y la elevo para que su entrepierna este pegada a la mia.

-Dul, te necesito...

-Esta bien, vamos a tu depa.-dice mientras sonrrie coqueta.

Agarro su mano y la llevo junto a mis amigos, nos despedimos de ellos y vamos hacia mi moto. Arranco el motor y Dulce sonríe.

-Date prisa ¿si?

Su ansia me hace excitarme más, mucho más.
Llegamos a mi departamento y vamos directos a mi recámara.
Un beso tras de otro,voy desaciendome de su ropa.

-Ya, cris... hasme el amor, te necesito...hazme tuya...-gime

Cuando la tengo sobre mi con tan solo ropa interior me pregunto que tan bueno hice en esta vida como para merecer esto, una sonrisa sale de mis labios tras ese pensamiento, sonrrisa que Dulce esconde con un beso.

El rostro de Dulce cambia a pálido,se para y sale corriendo para el baño.
La borrachera se hizo presente.
Golpeo mi cabeza y voy a ayudarla.

-Salte de aquí, no quiero que me veas así.
No le hago caso, llego junto a ella y agarro su frente mientas termina de echarlo todo.

-¿Mejor?.-ella asiente, y lava su cara.

-¿No tendrás un cepillo de dientes para mi?-sonrio

-Sí, esperame tantito.-voy hacia un pequeño mueble del baño y saco dos cepillos de dientes. -¿Amarillo o Verde?

-Obio verde, no tengo tan mal gusto.-verla en ese modo fresa me hace sonreír. Le tiendo el cepillo dental y comienza a lavarse los dientes.

Mirarla me hace pensar que su primera vez no debe de ser así, deberia de estar sobria y recordar cada detalle, así que intentaré una y las veces que hagan falta para que este conmigo, pero en todas sus facultades.

Acaricio su cabello y me doy cuenta de que me mira a través del reflejo del espejo.

-Perdoname no queria que esto acabara así...

-No tengo nada que perdonar Dul.-sonrio- El día que sobria, me supliques que te haga mia, ese sera el mejor día de mi vida.-golpea mi brazo mientras sonríe. La volteo hacia mí para después abrazarla. -Vamos a dormir que ya es algo tarde.

-No, me iré a casa.

-De ninguna manera te dejo ir, muñeca, tu hoy duermes con tu novio.-sonrio y ella hace lo mismo.

-¿Cuándo les diremos la verdad?-pregunta.

-Quizás nunca.-acaricio su rostro y le beso. Ella baja la mirada, por lo que cambio de tema. -Oye deberias tomar agua para hidratarte, esperame en el cuarto que voy por un vaso de agua bien fresquita.-sonríe y ami me vuelve el alma al cuerpo.

De inmediato voy a la cocina por agua y vuelvo con ella, que esta acostada mirando el techo.

-Aquí tienes.-pega un salto por el susto.

-Oye Uckerman, ¿podrías decirle al cuarto que deje de moverse?

Una sonora carcajada sale de mi boca y ella me mira seria.

-Cuarto deja de moverte o me vas a oir.

-Andale, ni el cuarto te teme, sigue dando vueltas y vueltas.

-Creo que lo que se mueven son tus neuronas fijate, ten, bebe agua y duermete, ya veras que se te pasa.

Por primera vez me obedeció. Le tiendo una de mis playeras favoritas y se dirige al baño para cambiarse, sonrrio al recordar averla visto desnuda.
Me desago de mi ropa y me acuesto en la cama.
Dulce sale del baño inexplicablemente preciosa,¿Cómo una mujer con el maquillaje corrido,el pelo alborotado y que acaba de vomitar en mi baño, me puede parecer tan sumamente sexy y hermosa?
Se tumba a mi lado y en segundos queda profundamente dormida, miro el relog, son las cinco y doce de la madrugada, me quedo observandola por unos minutos hasta que finalmente yo tambien quedo dormido.

Despierto acalorado, miro a mi derecha y veo a Dulce todavia dormida, después mi mirada desciente hasta mi diaria erección mañanera; en silencio voy a el baño, necesito una ducha de agua fría.

Ya más relajado, salgo de el baño con una toalla liada en mi cintura. Una brisa cierra la puerta de un fuerte golpe y instantáneamente los ojos de Dul se abren. Parpadea rapido hasta que su mirada consigue enfocarme.

-¿Que hago aquí?, Cristopher ¿qué pasó entre nosotros? ¿Te aprovechaste de mi, idiota?

-Pues fijate que me rogaste que te hiciera mia, ¿no recuerdas nada? Es una lástima de verás, la pasemos muy bien, pero... por más que me rogaste fui un caballero y no te toqué, aunque estoy seguro que te hubiese encantado.-dejo caer la toalla y su vista se queda fija en mi erección. Sonrrio de lado casi inconscientemente, mientras ella tapa su cara con una almohada.

-Tapate cochino.-chilla.

Voy hacia mi closet y agarro algo de ropa para a continuación ponermela.

-Ya está, ni te hagas que se que me mirabas mientras me vestia.-mira hacia la puerta ignorandome.

-Por favor, llevame a casa, mis padres me mataran.-suspiro profundamente.

-Vamos.

Sin decir una palabra más, veo como lava su cara y peina su cabello, para a continuación salir del baño.

En silencio, nos dirigimos a mi auto y una vez , ya en él, decido romper el maldito silencio.

-¿Cuando te volveré a ver?.-inmediatamente después de decir eso, me arrepiento, soné a desesperado y no lo estoy.

Ella recoje su cabello en una cola alta, me mira y suspira.

-No sé Ucker, creo que es hora de decirle la verdad a los chicos, bueno, o decirles que perminamos, pero esto si ya se paso de lanza.-mira hacia bajo y yo suspiro.
Paro el coche y la miro fijamente.

-¿Seguro qué es lo que quieres?-Ella no me mira pero asiente levemente con la cabeza.-Esta bien.
Y como si estubiera en una de mis carreras, acelero sin pensar.

-Ucker...para, para por favor.-comienza a llorar.- Cris me estas asustando.-se aferra a mi brazo y comienzo a bajar la velocidad.

Llegamos a la puerta de su casa, ninguno de los dos vuelve a hablar durante el camino. Me mira, yo evito hacerlo.

-Ya puedes bajar de mi carro, dile a Any lo que quieras, yo no le dire nada...

-No Cristopher, tenemos que llegar a un acuerdo en lo que vamos a contar... Esta bien, le dire la vedad a Any.

-Haz lo que creas conveniente, pero baja ya de mi auto, no quiero tener que volvernos a relacionar nunca más.-mis palabras suenan demasiado frías, pero que mas podia hacer, esa chica me está volviendo loco.

A lo lejos veo hacercarse a él padre de Dulce.
Ella rapidamente baja del auto.

-Dulce María, ¿otra vez con ese hombre?-logro escuchar. Y veo como la introduce dentro de casa estirandole del brazo.