Capitulo 59

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Narra Caín.

Hace tres horas que volvimos a la casa, estoy encerrado en la oficina revisando el portafolio con todo los papeles que pedí para viajar a Italia.

Tengo planeado irme dentro de un mes, tengo que solventar el problema con los cargamentos y terminar unos detalles de la nueva sucursal en Rusia

No puedo evitar que mi mente se desvíe a lo que ocurrio en el baño del restaurante. Estaba fuera de mi, Amber sabe cómo provocarme, siempre está desafiando me.

La folle de aquella forma, no quería verla, no quería que me tocará, por el simple echo de que iba a ceder a ella. Estaba muy molesto.

No debí actuar de esa forma, mierda.

Me levanto y decidí ir a mi habitación, mañana tengo varias reuniones en el día

Antes de entrar, me quedo observando la puerta de su habitación. Gana mis ganas de verla y abrí con la llave.

Al entrar note que estaba acostada y las almohadas estaban en el suelo, me acerque un poco. Se encuentra sudando, frunzo el ceño.

Camino hacia el aire acondicionado, está encendido.

Me acerco a la cama y tocó su frente, está sudando mucho. Se mueve inquieta y no deja de fruncir el ceño.

La muevo un poco pero no reacciona, insisto.

- Amber, despierta

Insisto hasta que se despierta alterada. Mira a su alrededor confundida.

- hey - digo y se aleja con rapidez

No puedo evitar sentir mucha incomodidad por su actitud.

- ¿Que haces aquí? - pregunta con su voz ronca

- solo entre. Estabas alterada al dormir.

Asiente y mira hacia la ventana.

Suspiró

Me acerco y tomo su rostro con cuidado

- mirame - le pido, trató de tener tacto - perdí el control, ¿Bien?

- Eso no es un motivo real para actuar de esa forma

- lo sé, mierda Amber. Cuando se trata de ti, es un panorama completamente diferente. No se exactamente qué dirás o que estás pensando, cuando pienso que estarás de acuerdo conmigo, me confundes y me sorprendes al llevarme la contraria

- estás acostumbrado a que todos sigan tu voluntad y lo que digas es ley, aún no tienes presente que conmigo esa parte de la historia no va con mi forma de ser

- ya lo tengo claro

- lo que hiciste fue lo más desagradable que podrías haber echo

- fue mi error.

Queda todo en silencio

- no me das asco - le digo, me mira con atención. Acarició su mejilla pecosa con cuidado - no me repugnas, ni me molesta cuando me tocas. Diría que es todo lo contario, pierdo la noción cuando estás contra mi - me acerco y susurro en su oído - tu piel expuesta contra mi, mientras tocas mi espalda y brazos - pasó mi lengua en el borde de su oreja - se que te gusta tocarme.

- entonces, ¿Por qué?

- iba a ceder si permitía que me tocaras

- me trataste como una de tus putas, te lo dije...

- lo sé, no eres como ellas - la interrumpo antes de que siga.

- eres un idiota

- ¿Cuantas veces más seguirás llamándome así?

irresistible destrucción Where stories live. Discover now