capítulo 63.

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Empieza a dejar besos húmedos en mi cuello, trato de concentrarme en la serie pero me es difícil.

Muerde, succiona y lame esa area que me hace estremecer.

Sigue hasta llegar al lóbulo de mi oreja y morderla.

- ¿No se supone que estábamos viendo la serie? - le pregunto

-... Mm, se supone pero quería hacer esto - besa mi cuello y se aparta - bien, sigamos viendo.

Ya perdí la concentración de lo que estaba viendo, es injusto. Tomo un chocolate y lo como, trato de prestar atención pero no lo logro.

- eso es asqueroso la verdad - escucho que dice Caín.

Tomo otro chocolate, fui a llevarlo a mis labios pero miró hacia arriba y Caín está enfocado.

Me enderezó, le subo un poco a la serie.

- ¿Por que tanto volumen?

Me siento en sus piernas dándole la espalda al televisor, coloco el chocolate en mis labios y lo besó.

El lame el chocolate en mis labios y así continuamos, sus manos suben de mis glúteos a mi cintura.

Me aprieta a él con fuerza.

Nos separamos para tomar aire y no deja de mirarme a los ojos, me pone nerviosa esa mirada últimamente.

Cubro sus ojos con mi mano.

- ¿A que viene el que me cubras los ojos?

- solo quise hacerlo

Me quita la mano.

Pasa su mano por mi nuca.

- ah - digo por el ardor

- mierda - quita su mano, sujeta mi mentón y me besa.

Pero no es como los que acostumbra a darme, son posesivos, deseo y hambrientos.

Este beso es suave, tranquilo... Cariñoso.

Mi mano se encuentra en su pecho y en mi su hombro, mi pecho está completamente acelerado por sus suaves caricias en mi espalda, mejillas y labios.

Estoy completamente hipnotizada por su forma de tratarme en este momento.

Separa sus labios de los míos y empieza a besar mi cuello, morderlo con cuidado.

- realmente te deseo - susurra contra mi piel. - dime Amber, ¿Me deseas?

Asiento

- no lo escucho.

- si, te deseo.

Me sobresalto cuando me levanta en sus brazos y enrollo mis piernas en su cintura, apaga la televisión.

Sube las escaleras y entra a la habitación de huéspedes, donde que me quedé la última vez.

Cierra la puerta y me lleva a la cama, me despoja de mi camisa, mi pantalón dejándome en ropa interior.

Me subo un poco sosteniéndome de mis codos y pasó mi mano en su cuello, nos besamos con posesión. Le quitó la camisa  y pasó mi mano en su costado.

Besa mi cuello, baja hasta mis pechos retirando el sostén, lame, besa y muerde mis pechos.

- ah, Caín - digo en un susurro.

Sigue el mismo proceso en mi otro pecho, siguió bajando.

- no - digo - allí no

- shh

- no me e dado una ducha, Caín... Ah.

Empieza hacerme sexo oral y mi espalda se arquea por la sensación de placer. Gimo un poco, cubro mi boca recordando que los niños están cerca.

irresistible destrucción Where stories live. Discover now