capítulo 16

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Narra Cain.

Me levanto incómodo, supongo que lo que le dijo Kaled a Fravicio sirvió de algo y la cereza fue el incidente de Katerine con Amber.

El firmo el contrato a penas se lo entregue, ya tengo vía libre, solo me falta la inauguración.

Me levanto, me coloco un mono deportivo y salgo para ejercitar.

Voy al gimnasio y entreno un poco.

Terminó, voy a la cocina y veo a Katerine, mi tranquilidad se esfuma.

- todas, fuera de la cocina - ordenó

- pero señor... El desayuno?

- ya! - alzó la voz y todas salen rápido de aquí.

Katerine deja el trapo a un lado y me mira desafiante

- que mierda te paso ayer? - pregunto irritado

- eso mismo te pregunto, me tenías syer allí, por qué escoger a ese espantapájaros? - me alza la voz y no lo tolero

Golpeó la encimera y le señaló.

- no tienes derecho de alzarme la voz, solo eres una simple sirvienta y número dos, es mi puta vida, no te daré explicación de nada

- es un espantapájaros Rey, no cuadra contigo

- y tú tampoco querida

- como? - me mira sorprendida

Me río.

- que creías?... Ahh ya entiendo, pensaste que tenías privigelios por el hecho de follar contigo

- cállate

Me pongo rígido.

- no eres ni serás la primera ni última, solo eres mi puta nada más

- eres un desgraciado

- se más original con tus insultos, ahora pasara lo siguiente. - me acerco a ella de forma amenazante y se tensa - vuelves a gritarme, desafiarme y hacer esa estupidez de ayer no me temblará la mano ni la voz para castigarte, así que es mejor que te mantengas callada y sumisa como siempre

Acaricio el cuchillo que quedo en la encimera, me mira con miedo.

Me separo, salgo de allí y veo a Alessia venir de la piscina que se encuentra en el sótano, ya que Rusia siempre hace frío y no es conveniente tenerla afuera.

- me parece bien la amenaza, sino sería yo quien le metiera el tiro, casi nos humilla por su incompetencia

- si lo sé - digo

- Kaled te estaba buscando

- que me dé un respiro

Subo las escaleras para darme una ducha y seguir con mis ocupaciones.

Salgo, hoy no me pondré traje.

Me coloco unos lentes marrones y salgo de mi habitación.

Me veo en un espejo que se encuentra en le pasillo, necesito afeitarme.

Entro a mi despacho y veo a Kaled entrar.

- no me dejas ni sentarme - le digo

- cállate y escucha me - dice, lo miro mal - tienes que ir a Moscú a revisar uno de los almacenes principales, al parecer esos idiotas dejaron muchos asuntos sin resolver y complicada volver rápido a new York si no arreglas aquello

- joder - coloco la mano sobre mi frente - algo más?

- no por los momentos

- bien, quiero que vayas a la empresa y empieces a arreglar todo para la inauguración, quiero empezar con ello ya

irresistible destrucción Where stories live. Discover now