❝Nunca te olvidas de una persona que vino a ti con una antorcha en la oscuridad.❞
Harry Potter pensaba que sería un verano normal en el campamento mestizo, ya sabes. Gente mirándolo y juzgado por quien es, competencias, vencer y burlarse de alguno...
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SÍ CLARISSE DICE BLANCO, HARRY DIRA NEGRO.
Era el resumen de la situación que había llevado a Harry a estar en un bote de remos con una vela improvisada con un Percy Jackson desmayado y dormitado con la cabeza en su regazo.
Harry no sabía si Percy estaba teniendo una pesadilla pero su expresión mientras dormía era todo menos pacífica, titubeante Harry empezó a acariciar el cabello del hijo del mar haciendo que la expresión de Percy se relajara mientras Harry peinaba y jugueteaba con su cabello.
Diez minutos después pareció que Percy ya no podía dormir, gruño y se removió hasta que los ojos verdes mar se abrieran de golpe, el desconcierto escrito en su cara. Intento incorporarse pero se tambaleó y Harry con una suavidad que no sabía tenía, lo recostó de nuevo sobre su regazo.
—Descansa—le dijo Harry—Vas a necesitarlo.
Y volvió a acariciar el cabello azabache de su amigo, Percy no protesto y lo dejo seguir jugando con su cabello, temiendo que si abría la boca las suaves manos que hacían que su cerebro hiciera corto circuito dejarán de acariciar.
—¿Y Tyson…?
Harry apretó los labios y meneó la cabeza.
—Perdóname, Percy, no pude encontrarlo después de la explosión—se disculpo Harry, el arrepentimiento azotando su mente, después de encontrar a Percy flotando a la deriva intento encontrar al pequeño Cíclope con el hechizo de rastreó pero su varita apuntaba a todas direcciones, izquierda, derecha y de nuevo izquierda, adelante, y sin saber que rumbo tomar Harry se había quedado cerca por si Tyson al igual que Percy salía a la superficie. Lo que nunca pasó—Quizás sobrevivió, ya sabes, el fuego no le hace daño y si cayó al agua al igual que tú puede que esté seguro en alguna parte del mar.
Percy asintió y ambos se quedaron en silencio mientras las olas rompía contra el bote, Harry siguió acariciando el cabello de Percy buscado calmarlo unas horas hasta que Percy dijo que él ayudaría con la vela improvisada del bote para que Harry descansara.
—Harry, ¿cuál es la profecía de Quirón?
—Jackson, no…
—Ya sé que Quirón prometió a los dioses que no me lo diría. Pero tú no lo prometiste, ¿verdad?
