❝Nunca te olvidas de una persona que vino a ti con una antorcha en la oscuridad.❞
Harry Potter pensaba que sería un verano normal en el campamento mestizo, ya sabes. Gente mirándolo y juzgado por quien es, competencias, vencer y burlarse de alguno...
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charla padre e hijo y la profecía se cumple
PARADO JUNTO A PERCY EN LAS PUERTAS DEL OLIMPO, HARRY REPASÓ TODO LO QUE PASO ANTES DE LLEGAR AHÍ.
Cuando salieron del inframundo, aparecieron en la playa de santa Mónica y Ares los estaba esperando ahí.
Aunque a Harry le hubiera encantado golpear a Ares, Percy era quien tenía que hacerlo, durante la pelea entre Ares y Percy. Grover gritaba de angustia mientras Harry animaba a Percy y le gritaba que golpeara a Ares de su parte.
Harry no pudo evitar sentirse orgulloso cuando Percy había logrado que Ares perdiera.
Las furias que fueron testigo de todo, Harry les entregó el yelmo de la oscuridad y les ordenó llevárselo a su padre.
Después de eso Percy les había dicho a Grover y Harry que fueran al campamento mientras el llevaba el rayo maestro al olimpo, pudo converse a Grover pero Harry era demasiado terco para desistir.
—Iré te guste o no, Jackson—ordenó Harry, dejando callado a Percy—Y ni se te ocurra poner esa cara de venado herido porque no funcionara, Además. Prometí acompañarte hasta el final.
Percy asintió resignado y cuando los dos chicos llegaron a la recepción del edificio Empire State el portero seguía diciendo que el piso seiscientos no existía, Harry quería golpearlo con la mochila que traía dentro el rayo maestro, pero Percy anticipando sus pensamientos solo la abrió y le mostró su contenido al hombre que enseguida los dejo pasar al verlo.
Percy miraba la puerta frente a él con nerviosismo, Harry puso una mano en su hombro y Percy lo miró.
—Estarás bien—consoló Harry—No creo que te maten si eso es lo que piensas, creo que Zeus gritara durante un rato pero después se calmara porque tú tienes el rayo.
—Lo sé... —suspiro Percy—No es eso lo que me preocupa, es-...
—Tu padre, Poseidón—completo Harry, Percy asintió—no soy el más indicado para hablar sobre relación padre e hijo y menos siendo un niño de los tres grandes—Percy apretó los labios y Harry suspiró—Lo que quiero decir Percy, es que Poseidón podrá decir muchas cosas sobre ti que tal vez no te guste y te sientas heridos. Pero asegúrate siempre de mirarlo a los ojos siempre.
Percy lo miró desconcertado.
—¿Por qué tendría que mirarlo a los ojos?
—Para saber si mienten—respondió Harry, tocó su brazalete en un acto inconsciente—Los dioses pueden ser muy buenos manipulado a cualquiera, pero cuando se trata de sus hijos algunos se vuelven más flexibles, pero míralo a los ojos y eso le dejara desarmado—Percy se mostró confundido aun—Eres igual a Poseidón en apariencia, pero estoy seguro de que por dentro eres igual a ella, tu madre. Ese es su debilidad.
