11

2.7K 290 119
                                    

Llegue hasta las mismas bancas en las que había estado hace unos días.

Empiezo a creer que no le agrado a Naya, pero si no le agrado, ¿que haré?... es mi unica amiga.

-No son quemaduras de sol. -Una voz femenina entró por mis oidos y de reojo vi como alguien se sentaba junto a mi. -Tampoco es por una alergia.

Nisiquiera me gire a ver quien era, sabia perfectamente de quiera era esa voz.

-¿Tienes helado? -Pregunté y mi voz sonó cansada.

-No, y si tuviera no te lo daría. -Casi pude ver su expresión de odio a todos. -¿Te tiraste agua hirviendo en las piernas?

No le des ideas.

-Se me pasó la mano cuando me froté con la esponja. -Por primera vez desde que llego le dí una mirada. Sue estaba ahí, con cara de que le daba asco hasta el aire que respiraba.

-¿Por qué? -Cuestionó ella.

-Porque si. -Apoyé mi cabeza en las palmas de mis manos.

-¿Cuando fue? -Me desconcertó su pregunta.

-¿De que hablas? -Levanté la cabeza para verla.

-No me hagas decirlo, sabes de que hablo, tus muñecas estan marcadas porqué forcejeaste, tus ojos hinchados por las posibles horas que estuviste llorando, y puedo asumir que te frotaste de esa manera porque querías lompiarte.

¿Que..? ¿Como diablos saco una conclusión tan exacta?

Nose porqué, pero sentía que si se lo contaba me sentiría ms aliviada, Sue por alguna razón me transmite confianza, talvés sea por el hecho de que al estudiar pscología conoce la mente humana.

-Fui a una audición. -Me miró confundida. -Me gusta el ballet y creo que soy buena. -Ella asintió y yo seguí contandole. -Desde el inicio me sentí ncomoda porqué solo había un viejo en el auditorio. Cuando terminé mi numero el... -Mi voz amenazaba con quebrarse.

-¿Pero no...? -Sabía a que se refería.

-No. -Me apresure a decir. -Por suerte siempre llevo conmigo un gas pimienta. Se lo lancé a la cara y salí corriendo.

-Antés de asistir a cualquier audición debes asegurarte que este aprovada, asumo que gritaste y nadie entró a ayudarte. -Me miró esperando a que se lo confirmara, yo asentí y ella siguió hablando. -Todo estaba preparado para que alguien cayera en su trampa, y ese alguien fuiste tú, de seguro el tipo no tenía ni puta idea de que es el ballet.

No pude ser tan estupida.

Sue se levantó de su silla. -No fue tu culpa, hay gente muy idiota. —se giró dandome la espalda y empezó a caminar, ¿nisiquiera un adiós?

Miré fijamente como se alejaba, hasta que de la nada se giró. -¿Que esperas? -Puse una mueca de confución ante sus palabras. -¿No querías helado?

Confundida, empecé a caminar en su dirección.

Llegamos al supermercado y compramos 4 botes de helado, iba a pagar los dos que yo me comería pero Sue pago los cuatro.

Volvimos a las bancas en las que habíamos estado anteriormente, me sentía un poco más aliviada.

-¿Porqué no le pediste alguien que fuera contigo? --Me tensé ante su pregunta.

-No imaginé que pasaría algo así. -Respondí mientras me metía una cucharada de helado en la boca.

-¿Ross estaba contigo? -Casí escupí mi helado cuando preguntó eso. Sentí como mis mejillas se ponían rojas al recordar el... beso con Ross.

-¿Q-que? -Titubee.

DESTRÚYEME | Jack RossDonde viven las historias. Descúbrelo ahora